Delirio Y Demencia
Enviado por Walpurgia • 31 de Marzo de 2012 • 2.522 Palabras (11 Páginas) • 872 Visitas
Resumen Delirium y Demencia.
El delirium se caracteriza por una alteración de la conciencia y un cambio de las cogniciones
que se desarrollan a lo largo de un breve período de tiempo.
Los trastornos del apartado «Delirium» tienen en común la alteración de la conciencia y de las
funciones cognoscitivas, pero se diferencian en su etiología: delirium debido a una enfermedad
médica, delirium inducido por sustancias (incluyendo los efectos secundarios de los medicamentos)
y delirium debido a múltiples etiologías. Además, los cuadros en los que el clínico no
es capaz de determinar la etiología específica del delirium se incluyen en este apartado como delirium
no especificado.
La característica esencial de un delirium consiste en una alteración de la conciencia que se
acompaña de un cambio de las funciones cognoscitivas que no puede ser explicado por la preexistencia
o desarrollo de una demencia. La alteración se desarrolla a lo largo de un breve período
de tiempo, habitualmente horas o días, y tiende a fluctuar a lo largo del día. A través de la historia,
del examen físico o de las pruebas de laboratorio se demuestra que el delirium se debe a los
efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica, de la intoxicación por o la abstinencia de
sustancias, del consumo de medicamentos o de la exposición a tóxicos, o bien a una combinación
de estos factores.
La alteración de la conciencia se manifiesta por una disminución de la capacidad de atención
al entorno. La capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención está deteriorada (Criterio A).
Las preguntas deben repetirse debido a que la atención del sujeto es vaga, éste puede perseverar en
una respuesta a una pregunta previa en lugar de focalizar su atención de forma adecuada, y los estímulos
irrelevantes le distraen con facilidad. Debido a estos problemas, puede ser difícil (o imposible)
mantener una conversación.
Hay otros cambios de las funciones cognoscitivas (deterioro de la memoria, desorientación o
alteraciones del lenguaje) o existen alteraciones de la percepción (Criterio B). El deterioro de la memoria
se manifiesta con más frecuencia en la memoria reciente y puede comprobarse preguntando
al sujeto por algunos objetos no relacionados o haciéndose repetir una frase corta tras unos minutos
de distracción. Frecuentemente, la desorientación está referida al tiempo (p. ej., pensando que es
por la mañana cuando en realidad es medianoche) o al espacio (p. ej., pensando que está en casa
cuando en realidad está en el hospital). En el delirium leve el primer síntoma que suele aparecer es
la desorientación temporal. Menos frecuente es la desorientación autopsíquica. La alteración del
lenguaje se hace evidente con la disnomia (p. ej., deterioro de la capacidad para nombrar objetos)
o la disgrafia (p. ej., deterioro de la capacidad para escribir). En algunos casos el lenguaje es vago
e irrelevante y en otros, caudaloso e incoherente, con saltos imprevisibles de unos temas a otros.
Para el clínico puede ser difícil valorar los cambios de la función cognoscitiva, puesto que el sujeto
suele estar poco atento e incoherente. En estas circunstancias ayuda la revisión cuidadosa de la
historia y la obtención de información de otras personas, con preferencia los familiares.
Las alteraciones perceptivas pueden incluir interpretaciones erróneas, ilusiones o alucinaciones.
Por ejemplo, el ruido de una puerta puede ser tomado por un disparo de pistola (interpretación
errónea), las arrugas de la ropa de la cama pueden parecer objetos animados (ilusión) o el sujeto
puede «ver» a un grupo de personas volando sobre su cama cuando, en realidad, allí no hay
nadie (alucinación). Las alucinaciones y falsas percepciones sensoriales son sobre todo de tipo visual,
pero también pueden pertenecer a otras modalidades sensoriales. Las percepciones erróneas
pueden ser simples y uniformes o altamente complejas. A menudo hay una convicción delirante
de la realidad de las alucinaciones y una respuesta emocional y comportamental congruente con
sus contenidos.
La alteración se desarrolla en un breve espacio de tiempo y tiende a fluctuar a lo largo del día
(Criterio C). Por ejemplo, durante la mañana el sujeto puede estar coherente y cooperador, pero a
medianoche puede insistir en quitarse las vías de administración intravenosa y en ir a casa de sus
padres, muertos hace años.
El delirium se acompaña con frecuencia de una alteración del ciclo sueño-vigilia. Esta alteración
puede incluir somnolencia diurna o agitación nocturna y dificultad para mantener el sueño.
En algunos casos se presenta un cambio radical del ciclo sueño-vigilia y del ciclo noche-día. El
delirium se acompaña con frecuencia de alteraciones del comportamiento psicomotor. Muchos sujetos
están inquietos e hiperactivos y las manifestaciones del incremento de la actividad psicomotora
pueden consistir en amasamiento o rotura de las sábanas de la cama, intentos de levantarse y
ponerse de pie con movimientos súbitos e intempestivos. Por otro lado, puede haber una disminución
de la actividad psicomotora, con inactividad y letargia cercanas al estupor. La actividad
psicomotora puede oscilar de un extremo a otro a lo largo del día. El deterioro de la capacidad de
juicio puede interferir el tratamiento médico.
Los trastornos emocionales que el sujeto puede manifestar son ansiedad, miedo, depresión,
irritabilidad, ira, euforia y apatía. Algunos individuos mantienen el mismo tono emocional
a lo largo de todo el delirium y otros pasan de un estado emocional a otro de manera
rápida e imprevisible. El miedo es muy frecuente y algunas veces es el resultado de alucinaciones
amenazadoras o ideas delirantes pobremente sistematizadas. Si el sujeto presenta miedo
acusado, puede atacar a las personas que juzga amenazadoras. Puede producirse lesiones
en los intentos por levantarse de la cama, quitarse las vías intravenosas, los tubos respiratorios,
los catéteres urinarios y otros utensilios terapéuticos. La alteración del estado emocional
se hace evidente por los gritos, llamadas de ayuda, maldiciones, musitaciones, quejas y otras
vocalizaciones. Estos comportamientos predominan por la noche y cuando falta una estimulación
ambiental adecuada.
Además de los hallazgos
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