Desarrollo de las habilidades críticas
Enviado por polo18 • 24 de Octubre de 2015 • Ensayo • 5.353 Palabras (22 Páginas) • 912 Visitas
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Ensayo Expositivo n° 4
“La importancia del desarrollo de las habilidades críticas y creativas de pensamiento en la Didáctica de las CCSS”
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Nombre: Carlos Muñoz Rodríguez
Cátedra: Comprensión de la Sociedad II
Profesora: Luz Benavides Jáuregui
30 de Mayo de 2015
Índice
Introducción________________________________________________________Pág. 1
Desarrollo__________________________________________________________Págs. 2-3-4 y 5
Conclusión_________________________________________________________Págs. 6 y 7
Bibliografía_________________________________________________________Pág. 8
Pauta de Evaluación__________________________________________________Pág. 9
Las habilidades del pensamiento crítico y creativo han sido estudiadas de manera muy amplia en los últimos años, su importancia principal radica en que su desarrollo proporciona al individuo gran utilidad en su vida. En el nivel profesional permiten al individuo conducirse y rendir de una forma más eficaz, mejor planeada, y analizada, que si no se descubrieran y utilizarán. Las Habilidades del pensamiento son un tipo especial de procesos mentales que permiten el manejo y transformación de la información. De esto lo anterior puede observarse que sin el desarrollo adecuado de estas, la información que recibe el individuo puede no utilizarse, o hacerlo de manera errónea, o ineficaz; además de que al ser procesos, conllevan una serie de acciones para llevarse a cabo, es decir, no solo se trata de que estas habilidades existan y ya, sino que la importancia de hablar de “desarrollo” implica el conocimiento y ejercicio de estas habilidades, de manera que el individuo sepa utilizarlas de acuerdo a la información que recibe; y el proceso sigue, preferentemente, hasta la transformación de esta información en un producto realizado por el individuo. Los procesos de pensamiento en general dan lugar a conductas, las cuales pueden ser observables, guiadas e incluso podrían servir para la instrucción de otros. De ahí, que se pueda lograr su enseñanza, ya que si las conductas al ser observables expresan el nivel de desarrollo que van alcanzando las habilidades que se pretenden aumentar, se pueden ejercitar más aquella que no ha alcanzado un nivel deseado. Estas habilidades les proporcionarán la posibilidad de proponer alternativas de solución a problemas planteados, comparar modelos, formular modelos alternativos, proponer modelos originales. Es importante destacar el hecho de que las habilidades de pensamiento están ligadas a un conjunto de actitudes de las que se tienen que dar cuenta o estar conscientes para manejarlas a voluntad, estas actitudes son apertura, gusto, compromiso, autoconfianza, rigor y reflexión, orden, autocorrección analítica, entre otras.
Al desarrollar las habilidades del pensamiento, se le da al individuo la oportunidad de crecer intelectualmente, de utilizar estas habilidades de manera que pueda responder satisfactoriamente a cualquier problema que se le presente, de manera que está en condiciones de analizarlo y proporcionar soluciones, de esta manera el individuo ejercerá de mejor manera su profesión, ya que su desempeño se verá favorecido, así como sus resultados. No cabe duda que, si se desarrollan estas habilidades son de gran utilidad ya que en la vida estudiantil del individuo, pues como inicio al observar mejor su entorno y analizarlo, esto le permitirán utilizar de manera más provechosa los contenidos, las propuestas de sus maestros, la perspectiva diversa de sus compañeros, y en fin las experiencias que en el ámbito escolar pueda tener, además que estará en condiciones de, que con esta información ya procesada, proponer nuevas ideas, formas de aprender, etc.; además en su vida diaria fuera de la institución escolar, estará en condiciones de aplicar lo aprendido y seguir desarrollando las habilidades básicas, mejorando sus condiciones de vida y la de sus semejantes.
Actualmente el papel del docente es de gran importancia para el país, y presenta grandes retos en la educación actual. Por lo que debe actualizarse constantemente y conocer las propuestas que se desarrollan, analizarlas, jugar un papel activo dentro del proceso que en su quehacer promueve. En relación con la enseñanza de las Habilidades del pensamiento, el docente primeramente debe aplicarlas a él mismo, haciendo una observación profunda de su práctica docente, y una metaobservación de la misma, analizando cada dato, hecho, propuesta, su actuar, su papel, la sociedad la escuela, en fin todo en referencia al ambiente que le rodea y sus circunstancias. Para después inferir, deducir, criticar y proponer para mejora de su propia práctica. Y vuelta de nuevo a realizar un proceso de metacognición y evaluación de lo aplicado para mejorar aún más en el proceso. El papel del docente debe ser netamente activo, en la educación actual juega un papel de guía en las experiencias de aprendizaje para los estudiantes, por lo que debe prepararse cada día, reflexionando su práctica y la importancia del papel que juega de manera constante. Es de gran importancia que este enfoque referente al desarrollo de las habilidades del pensamiento sea introducido en las escuelas, y de preferencia empezar en las edades más cortas, el resultado será aún mayor, ya que es probable que se logren introducir como un hábito, una forma de vida, que si se empiezan a desarrollar en una persona madura, pues es más complicado modificar esquemas ya elaborados, aunque como parte del ser humano no son un producto acabado, y se puede trabajar en ellos. Dentro de este enfoque, la educación tradicional queda atrás, promoviendo la idea de que el estudiante sea capaz de observar, analizar, reflexionar, crear y proponer, así dentro como fuera del salón de clase. Dentro de esta línea, se toman los aportes de disciplinas relacionadas con la didáctica, pero estos aportes se integran en una teoría didáctica que se valida con investigación de la enseñanza de contenidos específicos en el aula. Un planteamiento didáctico correcto comporta realizar los pasos que ya se han tratado en otros capítulos de esta obra. Determinar objetivos, seleccionar los contenidos, secuenciarlos correctamente, confeccionar de unidades curriculares, determinar qué actividades son las más adecuadas en cada momento del proceso educativo, que actividades hay que preveer para ampliación y refuerzo, y, por último, establecer los criterios y estrategias de evaluación. Estas actividades didácticas son de carácter general y su dominio no es propio de ninguna área curricular, sino común a todas. Por esta razón no vamos a tratar estas cuestiones en este apartado y nos limitaremos a establecer unas líneas de actuación que tendrán que informar los procesos de selección, secuenciación y confección de unidades curriculares. Todo proceso didáctico, para que sea “efectivo” deben facilitar el proceso de: aprender a formular hipótesis; aprender clasificar de fuentes históricas; aprender a analizar las fuentes; aprender a analizar la credibilidad de las fuentes y, por último, el aprendizaje de la causalidad y como iniciarse en la explicación histórica. Para establecer las causas de los hechos históricos y explicar correctamente un acontecimiento o período es el último paso que realiza el historiador para completar una investigación. En el ámbito escolar la explicación histórica, que incluye las causas y las consecuencias, se suele dar cerrada, como si fuera un axioma, y el alumnado difícilmente puede suponer como se ha llegado a ello. Por lo tanto esta parte del proceso de aprendizaje deberá considerarse como final de un proceso formativo en el que se irán haciendo, como más adelante se dirá, sucesivas aproximaciones para poder llegar a elaborar una explicación razonada y basada en evidencias. Dentro de esta elaboración, encontramos el pensamiento crítico, pero ¿cómo podríamos definirlo?. Para responder esta interrogante es necesario aclarar que la criticidad es la potencialidad o tendencia a conocer la realidad con verdad, y la pregunta es la "llave" que abre la posibilidad de hacerlo, se puede intentar definir el pensamiento crítico como el ejercicio de esa potencialidad, como la actualización de la criticidad. El pensamiento crítico es, entonces, el pensamiento ordenado y claro que lleva al conocimiento de la realidad, por medio de la afirmación de juicios de verdad. Se puede decir que el pensamiento crítico tiene que ver fundamentalmente con el tercer nivel de operaciones: el nivel de juzgar, cuyas operaciones son reunir pruebas, ponderar la evidencia, juzgar. El resultado de pensar críticamente es la afirmación de un juicio de verdad, después de haber reunido pruebas y ponderado las evidencias suficientes. Este nivel de operaciones surge del tipo de preguntas críticas como: ¿Es verdad esto? ¿Le entendí correctamente? ¿En realidad esto
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