El Hombre En Busca De Sentido
Enviado por anaquintb • 4 de Mayo de 2015 • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 140 Visitas
Ana Quintanal B. #26 6°A
El hombre en busca de sentido
En este libro se cuentan las experiencias personales que ha vivido Viktor Frankl, un psicólogo, el nos cuenta la historia de un campo de concentración ya que ha sido unos de los pocos sobrevivientes.
Fase uno, “El internamiento en el campo”.
Unos 1500 prisioneros viajaban en un tren, 80 en cada vagón y creían que los iban a llevar a una fábrica de munición pero se dieron cuenta que los habían trasladado a Auschwitz. Cuando llegaron, los recibieron un grupo de prisioneros que trabajaban como el de comité de bienvenida.
Después los desinfectaron y les quitaron todos sus objetos personales, todas sus pertenencias dejándolos sin nada, Frankl perdió un manuscrito que era muy importante para él, les rasuraron todo el cuerpo y les dieron un jabón.
Después en la regadera a todos los prisioneros les entró un humor negro. Sabían que ya no tenían nada tenían que perder así que se pusieron a bromear de ellos mismos y de su situación pero también les daba mucha curiosidad saber que iba a pasar después.
La amenaza de muerte siempre estaba ahí y la duda de quién sería el siguiente que sería exterminado, muchos pensaban en suicidarse pero un amigo de Frankl les dio a los prisioneros unos consejos para ayudarlos, les dijo que trataran de mantener una apariencia joven y sana porque a los que se veían enfermos o demacrados, los cuales eran conocidos como musulmanes, los mandaban a las cámaras de gas.
Fase dos, “La vida en el campo”
Después de un tiempo los prisioneros se volvieron apáticos, sufrieron una muerte emocional en la que desaparecieron sus sentimientos y se acostumbraron a ver cosas horribles que pasaban todos los días (como el niño que se le hielan los pies y se medio arranca los dedos con unas tenazas). Esta apatía era un mecanismo de autodefensa, porque así los prisioneros se olvidaban de todo su dolor y sufrimiento y se concentraban en conservar su vida y la de sus otros compañeros.
Los deseos más básicos de los prisioneros, como comida, bañarse con agua caliente, cigarros, etc. se hacían realidad sólo en sus sueños. Una vez, Frankl quería despertar a un amigo que estaba teniendo una pesadilla. Pero al final lo dejó porque por muy fea que fuera la pesadilla seguramente era mejor que la realidad en el campo.
A pesar de su estado físico y mental, los prisioneros llevaban una profunda vida espiritual. Las personas débiles y que habían llevado una vida espiritual profunda parecía que llevaban mejor la vida en el campo que las personas que no. Esto es, según Frankl, porque se sostenían de una vida espiritual que les daba esperanza.
Para aliviar el sufrimiento de los prisioneros se crearon unas terapias de grupo basadas en el humor. Se hacían bromas de todo lo que había en el campo y aunque eran cosas horribles siempre se reían de todo.
La suerte de Frankl fue aumentando poco a poco. Fue trasladado desde trabajos en el exterior a las cocinas y después trabajó como voluntario para trabajar en un campo de enfermos de tifus haciendo tareas sanitarias.
Algo que buscaban mucho los prisioneros era tiempo para estar a solas porque siempre estaban rodeados de mucha gente y no tenían su espacio vital, Frankl encontró un lugar para estar a solas cuando lo trasladaron a un campo de reposo
Él decía que los prisioneros eran un juguete del destino. Muchos veían a los musulmanes con curiosidad para ver si sus zapatos eran mejores que los de uno y los prisioneros solo eran un número, no contaban con personalidad.
El canibalismo empezó justo cuando se llevaron a Frankl a otro campo. Frankl relaciona esto con el cuento de “Muerte en Teherán”. Donde un persa rico vio a un criado suyo tratando de robarle un caballo. El persa le pregunto por qué lo hacia y el criado le contesto que porque se le había aparecido la muerte y lo había amenazado. El persa le dio dos caballos y lo mando a Teherán. Pero después se encontró con la muerte y le preguntó por qué había amenazado a su criado, y la muerte le dijo “No lo amenacé, solo le enseñe mi asombro al verlo aquí cuando mis planes eran verlo en Teherán esta noche.”
Los prisioneros tenían miedo de tomar cualquier tipo de decisión y siempre querían que el destino lo hiciera por ellos. Esto se notaba más cuando los prisioneros decidían entre escaparse o no escaparse del campo. Frankl una vez trató de escaparse del campo junto con otro compañero pero no pudo. Mientras se acercaba el día en el que se iban a escapar la guerra se acercaba y había muchas posibilidades de que el campo fuera evacuado esa tarde, se iban a tener que ir todos los prisioneros que quedaban pero los camiones no llegaban y la vigilancia cada vez aumentaba más para que nadie se escapara. El plan de Frankl era llevar afuera tres cadáveres de prisioneros, uno cada vez que salieran y cada vuelta iban a llevar una mochila pero cuando iban a salir a dejar el tercer cadáver apareció un camión que descargó muchas medicinas y comida por lo que pensaron que no valía la pena escaparse. Después llegaron camiones de la SS y les dijeron que iban a mandarlos a un campo en Suiza para cambiarlos por prisioneros de guerra. El doctor jefe hizo varios grupos de trece pero no escogió a Frankl ni a su amigo por lo que se fueron a dormir
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