Ensayo De Educación Como Praxis Politica

Tema 1

La educación como acción política explicita y consciente

En este primer ensayo se indica que el objetivo primordial de los educadores de las escuelas no es el traspaso de conocimientos ni la capacitación para un empleo u oficio. Si bien es cierto que la enseñanza no es solo transmitir conocimiento, tan bien es cierto que enseñar es una función instrumental a través del cual la escuela desempeña sus funciones primordiales, como es la función político-social

Sabemos a ciencia cierta que los fines de la educación no los determinan ni la ética ni la filosofía, de acuerdo con los valores de validez general, sino la clase dominante, en consecuencia con los fines de su poder.

En relación a lo anterior debemos de admitir que la educación no puede ni debe limitarse a actualizar y desarrollar programas que carecen de significado y que son inoperantes con nuestra realidad. Por otra parte, dichos programas tendrán que ir entrelazados con el proyecto político que busque el desarrollo global del país. Ya que considerarlos como partes separadas sería como un terreno sin semillas, en donde no esperemos que haya cosecha si no tenemos un proyecto de como cultivar dicho terreno y que es necesario que sepamos o tengamos la semilla

Ello nos lleva a reflexionar sobre la función de la escuela en nuestra sociedad; una escuela al estar sometida a las barreras ideológicas se convierte en una institución estancada y reacia al cambio, en este sentido dicha ideología viene a ser como una especie de reflexión al aire, inadecuada e invertida del proceso real

Actualmente, el quehacer educativo se enreda en un pedagogismo vacío, estéril que hace que las escuelas se vean imposibilitadas para hacer análisis, reflexión, crítica, así como comprensión de la realidad y asimilación de valores

Por otro lado, tomar partido frente a la realidad social, creo, es no quedarse indiferente ante la justicia atropellada, la libertad conculcada, los derechos humanos violados, el trabajador explotado. Es como dice Francisco Gutiérrez, tomar partido por la justicia, la libertad, la democracia, la ética, el bien común, como una opción política y como una forma de hacer política.

Por lo que creo, que todo educador tiene que tener la conciencia de que al educando debe brindarle los medios para inculcarle el espíritu de lucha contra todas las formas de injusticia, de corrupción, de atropello. Solo así podremos reconstruir esa sociedad renovada y transformada a la que todos aspiramos

En conclusión, hoy día tanto educadores como educandos tenemos que hacer que la escuela sea una fragua de hombres y mujeres libres, democráticos, participativos y con capacidad y posibilidad de expresar nuestra realidad. Donde estamos y hacia donde queremos llegar.

LA EDUCACIÓN COMO PROYECTO POLÍTICO

Entender la educación como proyecto político, implica tener una conciencia nueva y un nuevo comportamiento social, y este solo puede darse en y con la creación de un nuevo orden social.

Por ello es que todo proyecto educativo alternativo debe contemplar armonía y orden sociales firmemente definidos que tengan como meta la preparación y capacitación política de los ciudadanos de la nueva sociedad. Sabemos que recrear hombres nuevos, críticos, inconformes y creativos es preparar las condiciones que harán posibles nuevas estructuras sociales

Tenemos que buscar cómo llegar a ser una sociedad que está por hacerse, y no a prender a ser o adaptarse en una sociedad ya hecha. Y ello lo podremos lograr desde la escuela

Sabemos que modificar la escuela actual es hacerla más eficiente, y no precisamente con programas y medidas administrativas, sino con aquellos elementos capaces de generar nuevas y significantes relaciones sociales. En resumen, se trata de cómo hacer que la escuela como instrumento eficiente que tenga la posibilidad de llevar a cabo los grandes objetivos de un proyecto global.

Por otro lado, si bien cierto que el hombre es fruto de su ambiente y de las estructuras sociales que lo moldean, no podemos olvidar que está llamado a modificar esas estructuras sociales que le oprimen. Ya que el desarrollo del hombre, como ser individual y como ser en sociedad, depende, en buena medida de los cambios reales que logre

imprimir al mundo en que vive. Por lo que en este caso nos debe interesar dos aspectos: primero, cómo se da y cómo debería darse la contribución del hombre en un proceso de cambio y, segundo, cómo ese cambio modificaría a su vez al hombre inserto en ese proceso.

Por otro parte, y estando de acuerdo con Francisco Gutiérrez, poner fin a la sociedad del despilfarro es un clamor angustioso que cada día se hace más imperativo, ya que es irracional seguir impulsando esta sociedad de derroche en donde las probabilidades de supervivencia menguan todos los días, toda vez que más que aumentar los bienes de consumo deberíamos preocuparnos por la disminución de las desigualdades en el consumo de esos bienes.

Finalmente, se puede concluir que una combinación de trabajo productivo con la enseñanza desde una edad temprana es uno de los más potentes medios de transformación de la sociedad actual, sin caer en un socialismo opresivo.

TEMA III

EDUCACIÓN PARTICIPATORIA

Hablar de educación, es hablar de aquel sistema funcionalista, seguro y eficiente, que tiene que ser sustituido por otro flexible y alimentado permanentemente por la imaginación, la creatividad y el compromiso de los participantes

Dicho proceso transformador debe partir de la realidad, debe concretarse como aquel cambio o transformador de la conciencia. Es por ese motivo que el educador debe utilizar también como herramienta primordial la comunicación con el educando y éste con el educador, ya que comunicarse más y mejor es educar y educarse más auténticamente

Por otro lado, el aprendizaje, es decir, el cambio, es un condicionante y una prueba tanto del buen comunicador como del buen educador. Por lo que educación y comunicación son un mismo y único proceso de co-participación, de co-producción, de co-entendimiento y co-munión. Estos dos enfoques del proceso educación-comunicación ponen de manifiesto que para mejorar el proceso educativo es primordial aumentar, perfeccionar y enriquecer la comunicación.

Es precisamente por el enriquecimiento de las relaciones como podremos asegurar una nueva y más significativa comunicación y en consecuencia un proceso educativo más eficiente.

Así para educar en y por la comunicación,

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