IMPACTO EN EL DESARROLLO INFANTIL
Enviado por yoselyn26 • 28 de Noviembre de 2012 • 4.640 Palabras (19 Páginas) • 601 Visitas
Interacción familia y escuela
IMPACTO EN EL DESARROLLO INFANTIL
María Luisa Platone
Resumen
En el presente trabajo se analiza la influencia del hogar y la escuela como los dos ambientes naturales del niño en el desarrollo de su personalidad y en la adquisición de destrezas sociales y afectivas que le permiten desenvolverse en el entorno cultural y ambiental de una forma armoniosa y eficiente.
Partiendo de una perspectiva teórica ecosistémica, se revisan las interacciones familia-escuela y la importancia que tiene la coherencia entre estos sistemas en el desarrollo infantil y en la adquisición de las destrezas sociales por parte del escolar. Se revisan, además, los diferentes enfoques que han estudiado las características de la familia venezolana y, específicamente, se comentan las aplicaciones del enfoque postmoderno y constructivista en las interacciones familia-escuela para abrir un diálogo más efectivo entre estos dos sistemas a favor del niño y de su desarrollo.
Las consideraciones y reflexiones que integran el trabajo forman parte de investigaciones y experiencias de más de veinte años de trabajo en ambientes educativos y con escolares (pre-escolar y escuela básica), realizadas por la autora para favorecer la integración del niño a los ambientes educativos y al aprendizaje.
Por último, se señalan algunas actitudes y estrategias para el educador como mediador entre la familia y la escuela y para promover la formación del escolar en el aula.
Palabras Claves: familia, escuela, interacción, desarrollo infantil, teoría de sistemas, el maestro como mediador.
Introducción
De todas las estructuras que sostienen nuestra sociedad, quizás, sea la familia la que más ha sufrido el impacto de los cambios acelerados y discontinuos de estos momentos históricos. Sin embargo, es también la que ha sido menos estudiada por las ciencias sociales en cuanto a delimitar los parámetros teóricos del campo de estudio para hacer más efectivos los programas de intervención social.
Actualmente existe un cierto consenso entre los investigadores en asumir un encuadre teórico holístico e interactivo para aproximarse al estudio de la familia en su ambiente natural, es decir, la comunidad. Se considera, además, que familia y sociedad forman un todo interrelacionado que da significado a la vida de relación y a la cultura. Por lo tanto, la familia dentro de su comunidad, representa el contexto más estratégico para promover el cambio social.
Por otra parte, la familia es el factor determinante del entramado de nuestras comunidades y, por ende, junto con la escuela, el agente socializador principal y natural para la estructuración de las emociones, las actitudes y los valores de las nuevas generaciones.
Partiendo de estas premisas, en el artículo analizaremos, en primer lugar, el encuadre ecosistémico para el estudio de la familia y de la escuela como sistemas sociales. En segundo lugar, las interacciones familia-escuela para dar respuestas funcionales que promuevan el desarrollo del escolar. Por último, se discutirán algunas consideraciones, desde el paradigma postmoderno, acerca de los lineamientos que deben contener los programas de intervención para lograr una interacción más funcional y constructiva entre los sistemas familiares y escolares, destacando el papel del maestro como mediador entre ambos sistemas.
Familia y escuela como sistemas sociales
Desde la óptica de la teoría de sistemas (Bertalanffy, 1950; Buckley, 1967; Bronfenbrenner, 1979), cualquier conjunto de individuos que comparte un mismo contexto e interactúa con cierta frecuencia y permanencia en el espacio y en el tiempo, tiende a generar características y pautas diferenciadas de funcionamiento que lo distingue de los demás. En este sentido, familia y escuela son los dos sistemas humanos de referencia del niño, donde establece relaciones interpersonales significativas que contribuyen a plasmar su identidad personal y cultural, así como la adquisición de destrezas y valores sociales para su posterior inserción como miembro activo y productivo del país
En este análisis, por lo tanto, familia y escuela son sistemas interrelacionados, cuya influencia en el niño y en su desarrollo no pueden separarse del contexto histórico y socio-cultural. La familia y la escuela pueden considerarse también como subsistemas de la sociedad global, los cuales tienen un miembro en común: el niño. Es en el niño y en su desarrollo que repercuten las dificultades de funcionamiento de ambos sistemas, generando disfunciones en su capacidad de adaptación. Sin embargo, generalmente se culpabiliza al niño mismo de estas dificultades, generando círculos viciosos de recriminación entre el hogar y la escuela. Por otra parte, tanto la escuela como la familia permanecen aisladas, desconociéndose en la mayoría de los casos, cuáles son las condiciones de ambos sistemas y las expectativas que éstos tienen respecto al niño y a su desarrollo.
Como consecuencia, estas circunstancias tienden a generar una triada disfuncional en la cual el niño es el “chivo expiatorio”. Sin embargo, es posible cambiar esta situación creando condiciones donde ambos sistemas formen una alianza positiva cuyo interés es el desarrollo bio-psico-social del niño.
Desde la perspectiva sistémica, la familia sería un sistema abierto, sujeto a cambios en el transcurso de su ciclo de vida y en respuesta a las crisis del contexto social. La familia como sistema necesita proporcionar a sus miembros cierta estabilidad y permanencia para que éstos compartan entre sí y construyan relaciones afectivas significativas, basadas en el intercambio de sentimientos, valores, creencias y conductas.
Los modelos teóricos derivados del enfoque sistémico enfatizan el estudio de la estructura y de los patrones de interacción de los sistemas familiares dentro de su contexto natural, denominado el ecosistema familiar, el cual incluye la comunidad, el grupo de pares, el sitio de trabajo y la escuela (Platone, 1979, 1983, 1985, 1999).
Para comprender el sistema es necesaria la indagación de las transacciones que los miembros de la familia realizan entre sí, tales como la forma de comunicarse, la presencia de problemas, y los intentos de solución de los mismos, así como la habilidad de los miembros de negociar las diferencias en sus puntos de vista. Al mismo tiempo, se observan los procesos que dan estabilidad al núcleo familiar y contribuyen a la construcción de los significados comunes, así como la permeabilidad del sistema para integrar nueva información.
En este sentido, el enfoque basado
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