Importancia de la calidad vincular

El infante va obteniendo conocimientos a través de un proceso de edificación, el cual se desarrollará tanto a nivel personal, como colectivo. En los primeros años de vida del niño, tendrá mayor relevancia dicho proceso, que influirá directamente en el desarrollo cognitivo y socioafectivo de él. El apego determina en gran medida el desarrollo a lo largo de nuestra vida y nuestro comportamiento como posibles figuras de apego.

La familia, es el factor principal en cuanto al aprendizaje del pequeño, por tanto, el vínculo afectivo que la familia, en cualquiera de sus formatos, construya, de ello dependerá, la forma en la que crezca y se logre desarrollar de la mejor manera, el pequeño.

Por tanto, el apego es la conexión afectiva entre el niño y sus padres. Los seres humanos poseen de manera innata la predisposición de prendarse a una persona que logre percibir como protectora y lo cuide. El cual, ejerce un papel primordial en cuanto a la regulación del estrés en momentos de angustia, ansiedad o enfermedad. Por esto, los niños que tienen apego son propensos a buscar cercanía hacia el cuidador especifico en los momentos de emociones negativas.

Los infantes pueden formar variadas formas de relaciones de apego. Por ejemplo: En un lado tenemos a los niños que mantienen un apego seguro en cuanto a sus padres, y por otro lado se encuentran aquellos niños con una relación de apego inseguro. Las disparidades anteriormente mencionadas las cuales están presentes en cada chico no son determinadas genéticamente si no, por el contrario, se establecen por las interacciones que posea el pequeño con el medioambiente social durante sus primeros años de vida.

En la medida que los padres se desenvuelvan de manera más sensible o insensible con el niño estarán cumpliendo un rol primordial en el manifiesto de apegos seguros o inseguros. Según considerables descubrimientos ratifican la premisa de que los padres que son más sensibles generan apego seguro del niño, el cual se caracteriza por ser una relación que es duradera en el tiempo, estable, relativamente consistente, y es permanente durante la mayor parte de la vida de una persona. Asimismo, dichas investigaciones consiguieron asimilar la importancia de la aptitud que tenía la madre para pensar en su hijo en cuanto a condiciones psicológicas; por lo que lo definimos se define como la posibilidad de mantener en su propia mente una efigie del niño como alguien que posee sentimientos, así como deseos e intenciones individuales, por tanto, en cuanto a la suficiencia materna será posible predecir el tipo de apego que tendrá su hijo.

La función del cuidador es estabilizar al infante, entonces existe una conducta estresante que es la del bebe y una conducta adecuada de contención que es la que se espera que adopte el cuidador, entre ambas conductas se da el espacio de atención.

Para generar el apego, este debe ser estable y duradero en el tiempo es decir el apego tiene que ser entendido como un proceso continuo de vinculación entre él bebe y su cuidador primario y no como un momento particular.

Es importante destacar que aquellos niños que conservan una contigüidad a su figura de apego tendrán una conformación mas optima de la personalidad, para de esta manera instaurar relaciones de afectividad que permiten un entorno con mayor seguridad en cuanto a las propias capacidades y habilidades al momento de aprender cosas nuevas y de la misma manera, mantener una buena autoestima en todos los contextos y en la edad adulta.

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