LAS EMOCIONES COMO FORMAS DE IMPLICACIÓN EN EL MUNDO. EL CASO DE LA IRA

COMPRENSION ESCRITURA Y PROCESOS LECTORES I (RESEÑA CRÍTICA)

NOMBRE:

CRISTIAN NEIL MORENO PARRA

UNIVERSIDAD:

UNIMINUTO

FACULTAD

EDUCACION

CARRERA:

LICENCIATURA EN EDUCACION FISICA

CIUDAD Y FECHA

BOGOTA 27 DE NOVIEMBRE DEL 2018

LAS EMOCIONES COMO FORMAS DE IMPLICACIÓN EN EL MUNDO. EL CASO DE LA IRA

López Carrascal Luisa Fernanda, 8 de septiembre de 2015. Las emociones como formas de implicación en el mundo. El caso de la ira. Universidad de Antioquia. Medellín

Actualmente es asesora en la dirección del centro de lenguas de la universidad pedagógica nacional, se ha desempañado en cargos de dirección y docencia en instituciones como las universidad, Católica del norte de Coquimbo, chile, la universidad del mar de Antofagasta, la universidad de Barcelona, la universidad del bosque y de la universidad nacional de Colombia. Es autora de numerosos artículos de revistas científicas y de libros, de los cuales se destacan: “spells 1. Letters to Learn English” (2009), “la filosofía entre la ficción y la realidad”(2006), “How to Use Learning Outcomes and Assessment Criteria” (traduccion,2005), “Borges y la refutación del idealismo” (traducción,1996)

El artículo nos deriva una gran información sobre la parte de dimensión moral de las emociones, relativamente de la ira, desde una postura cognitiva- evaluadora de Martha Nusbaum y Robert Salomón. Ya que este punto de vista representa una gran alternativa que hace frente a la posición estoica que propone extraer las emociones, especialmente aquellas que como la ira es una emoción destructiva e irracional. El aporte que hace el filosofó Aristóteles, es fundamental, especialmente en lo que dice su afirmación de que las emociones pueden ser apropiadas o no, pero n racionales o irracionales. La ira, además es una pasión “la más sombría y desenfrenada de todas”, es “sorda a los consejos de la razón”, es una “locura breve”, destruye a las personas y las naciones, “es ávida de venganza, y no está conforme con la naturaleza del hombre (De ira, I 1).

Estas emociones como enojo, enfado, cólera, furor, ira, rabia, resentimiento e indignación, difícilmente pueden distinguirse unas de otras, así como hay quienes que llegan a considerar que se diferencian solo en cuanto en su intensidad: Tener rabia es estar muy enojado, y cólera e ira se definen en los diccionarios como enfado o enojo muy violento (Hansberg, 1996). Por lo porno cabe señalar el desprestigio de tales emociones consideradas negativas, violentas y desestabilizadoras.

Se exploran algunos argumentos de dos pociones o teorías respecto al origen de las emociones: fisiológica y cognitivista. En segundo lugar, se muestra aspectos fundamentales de la estructura y naturaleza moral de alas emociones desde el punto de vista de la teoría cognitiva-evaluadora

I ¿Fuerzas ciegas o emociones inteligentes?

La idea de que estas emociones son fuerzas ciegas, animales, irracionales, divorciadas de la cognición y del juicio, está vinculada con las teorías fisiológicas de fines del siglo XIX ya que se conciben las emociones como ciertas sensaciones (James, 1984). Ya que toda emoción remite a un objeto o persona cuya presencia genera una reacción, y una valoración ya sea de manera consciente o inconsciente, puesto que si no hay un objeto, dicha emoción seria solamente un temblor o una contracción del estómago, sin relación alguna con el pensamiento y entonces deberíamos darle más significado (Nussbaum, 1997 y 2008).

Ya Aristóteles  habla sobre la misma cuestión: en el caso de la ira, el filósofo la llama “un deseo ardiente de desquite o algo por el estilo” y a la vez la describía como  “una ola de sangre y calor en torno al corazón”(Del Alma, 403a), desconociendo otra evidencia de que las emociones se derivan de estados cognitivos, juicios y creencias “ninguna emoción, en especial la ira, es una mera respuesta neurológica evolucionada” (Salomon,2007:33). Puesto en que en este caso Salomón insiste en que la mayoría de las emociones son más amplias y no tan sencillas como se ve si no que por el contrario tiene una estructura evaluativa mucho más compleja y refinada.

II la estructura de las emociones: creencias intencionalidad y eudaimonia

Como lo afirma Nussbaum: “las emociones encierran siempre una valoración o una evaluación ya que llevan consigo la combinación del pensamiento sobre un objeto  y el pensamiento sobre la relevancia o importancia de dicho objeto” (2008: 45). No obstante Nussbaum reconoce también en que dichas emociones están asociadas en los animales bien sea por condiciones de supervivencia y tener un carácter adaptativo, pero también puede llegar a tener un alcance eudaimonisitco mayor tratándose de las emociones humanas

En palabras de Nussbaum: “La vida humana presenta algunas características invariables que son dictadas por la naturaleza de nuestro cuerpo y del mundo en que habitamos. Somos una especie físicamente débil y cognitivamente madura a una edad temprana, mientras aún estamos indefensos desde el punto de vista físico” (2008: 179).

Este mismo espíritu lo encontramos en Solomon (2007) quien también nos proporciona además el argumento universalista para comprender la universalidad de la ira:

 Una emoción podría ser universal en virtud de las condiciones y circunstancias comunes de la vida humana, por ejemplo, el hecho de que todos precisamos comida y agua, y tenemos necesidades y deseos, el hecho de que sentimos dolor, enfermamos y morimos (…) lo que los existencialistas denominan…la condición humana, y bastaría para explicar por qué tenemos tantas emociones en común, especialmente el miedo, la ira, la tristeza, el asco y alguna forma de afecto o, cuando menos, un sentimiento de dependencia. Las circunstancias de la vida son tales que todos nos enfrentamos a peligros, nos sentimos frustrados u ofendidos por nuestros congéneres, nos sentimos decepcionados y sufrimos por las pérdidas, encontramos cosas repugnantes, nos sentimos más próximos a algunas personas que a otras (2007: 336).

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