LAS EMOCIONES, UNA PARTE ESENCIAL PARA EL APRENDIZAJE

LAS EMOCIONES, UNA PARTE ESENCIAL PARA EL APRENDIZAJE

La neuroeducaciòn es la identificación de las emociones que nos son favorables o de utilidad para potenciar un aprendizaje significativo, lo cual nos permitirá descubrir e identificar cómo el cerebro aprende enfocándonos en la mejora de las estrategias para el desarrollo en la educación, así como también en los procesos de enseñanza, es decir, vincular el aprendizaje de la mejor manera en el desarrollo de nuestro cerebro enlazando el pensamiento, los sentimientos y los actos en un todo en común. Nuestra sociedad ha ido cambiando y con ella han ido creciendo un sinfín de necesidades de innovación en todos los sentidos uno de ellos es la educación, los niños de la actualidad no muestran los mismos intereses ni necesidades que los niños de épocas pasadas por tal motivo la educación en las escuelas no puede seguir con los mismos métodos de hace años ya que nuestra sociedad demanda un cambio para su bienestar.

Un cambio ante estos métodos es la neuroeducaciòn ya que se basa en el funcionamiento del cerebro en la enseñanza-aprendizaje, analizando las reacciones a estímulos para que después se transformen en conocimientos, para que el proceso mencionado anteriormente funcione de la mejor manera las emociones y la motivación son palabras claves, es de suma importancia conocer las emociones para entender la cualidad de la enseñanza “la emoción es la energía que mueve al mundo” (Mora 2013 p. 40).

Por esta razón el incorporar la neuroeducaciòn en el aula puede transformar la manera de impartir clases y de desarrollar las diferentes materias, el simple hecho de describir, fechas o conceptos no son captados de forma efectiva por el estudiante, es por lo tanto un trabajo importante para el docente el despertar en el alumno curiosidad e interés por aprender el que los alumnos muestren inquietud por preguntar lo que desconocen les ayuda a buscar respuestas por si mismos ya que la curiosidad es esencial para aprender.

Se continúa agregando también la importancia de las emociones, no se puede aprender si el tema no es emocionante, es decir si el contenido no despierta en los estudiantes la inquietud y la emoción por adquirirlo, dicho contenido se le va dificultar, tal vez logre aprenderlo, pero será un aprendizaje forzado e incluso lo puede aprender solo porque lo tiene que aprender no porque sea de su interés. El juego es una estrategia para lograr despertar el interés en los niños y que el aprendizaje sea significativo para ellos, especialmente en los primeros años ya que se involucran múltiples emociones con las que el niño adquiere habilidades y capacidades a través de la interacción de sus movimientos y sus sentidos, el niño absorbe todo lo que lo rodea, lo imagina, lo compara y lo aprende. La motivación y la emoción que se genera durante el desarrollo del juego son fundamentales para crear un aprendizaje significativo para los alumnos además fomenta el trabajo cooperativo y disminuye el comportamiento individualista o el comportamiento competitivo, influye de manera positiva en el rendimiento escolar de los niños.

Dichas habilidades mencionadas anteriormente implican también las relaciones sociales y con ellas las formas de comunicarnos tanto verbal como expresivamente, las cuales nos permiten relacionarnos con las demás personas y el entorno que nos rodea, el utilizar estrategias educativas que aumenten la interacción a edades muy tempranas en los alumnos da como resultado una facilitación del aprendizaje siguiente, a la par que el desarrollo de sus habilidades de comunicación, interacción y de expresión. (Mora 2013 p.50)

La interacción sensorial influye de forma muy marcada en las diferentes habilidades del niño, esto es lo que ocurre cuando se aprende manipulando, lo que es más significativo en el aprendizaje del alumno ya que lo dirige a la discriminación de los sentidos y la memoria. Todo lo relacionado con la atención está relacionado con los sentidos por eso es una necesidad la búsqueda de los estímulos que conecten el desarrollo de enseñanza- aprendizaje en los alumnos, al llamar la atención el hecho quedará impreso de forma imborrable en su memoria. Es por ello que es muy conveniente la utilidad de activar la curiosidad del estudiante de la mejor forma posible como instrumento perfecto para la captura de su atención y, por lo tanto, para asegurar su aprendizaje.

Un ejemplo de esto podría ser:

En una clase de historia con el tema de la revolución, el poner a los alumnos a leer los hechos y fechas puede implicar un desinterés por parte de ellos, pero si en lugar de esto realizamos una narración o actuación de lo sucedido e incluso haciéndolos participes en dicha representación, se puede despertar la atención y con ello el interés por aprender el tema.

Otro ejemplo que se puede describir es:

En la asignatura de ciencias naturales con el tema del plato del buen comer, el indicar a los alumnos que realicen un cuestionario sobre los cinco grupos de alimentos podría ser un poco rutinario y desfavorecedor, sin embargo, si la indicación es el clasificar e identificar los grupos de alimentos con material concreto, real, manipulable, que pueda ser percibido por los sentidos el interés por aprender se va a dar de una manera natural y con ello se lleva a un aprendizaje imborrable y significativo.

Todo lo que nos envía al entendimiento del conocimiento como lo es la atención, la curiosidad, la memoria o la toma de decisiones requiere de emociones. El detectar fallos o una desmotivación emocional en el aprendizaje también va de la mano con la neuroeducaciòn, se ve relacionada con el poder detectar a tiempo las dificultades que puedan intervenir en las etapas más temprana de la enseñanza, y el poder actuar sobre los mismos de forma inmediata para evitar las barreras en dicho proceso. También se busca que mediante el conocimiento de las dificultades se reconozca lo que interviene en el rendimiento educativo, y así potenciar sus habilidades para aumentar

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