La autorregulación

OBJETIVOS

Objetivo general

     Conocer las habilidades de autorregulación y auto gestión mediante la recopilación de datos para lograr el éxito personal, académico y en la vida.

Objetivos Específicos

     Reconocer las cualidades y habilidad de las personales mediante la aplicación de una técnica terapéutica para prevenir, manejar y resolver conflictos interpersonales de forma constructiva.

     Aplicar una metodología de intervención educativa que permita proporcionar herramientas y apropiar en los estudiantes estrategias de autorregulación para mejorar su desarrollo personal y rendimiento académico.

Introducción

     La autorregulación puede ser entendida como una capacidad esencial en la vida del ser humano, la cual le permite modificar sus componentes de la experiencia emocional para lograr el adecuado funcionamiento social, afectivo y personal de su vida; así quienes dispongan y desarrollen esta capacidad pueden experimentar menores conductas desviadas y mayor resistencia a padecer algún tipo de trastorno emocional. (Company, Oberst , & Sánchez, 2012). Es importante destacar que una eficaz autorregulación emocional promueve el bienestar personal y social, lo cual será evidenciado en el siguiente trabajo; además existen diversas estrategias que facilitan a la autorregulación, sean estas físicas, intelectuales, espirituales, terapéuticas y artísticas, entre otras, las cuales están influenciadas por las condiciones propias del sujeto acorde a su realidad. (Villouta , 2017)

     Finalmente es importante mencionar que para lograr el correcto desarrollo de esta capacidad humana es necesario mantener presente diversos aspectos, que influyen en su evolución así como también permiten la adaptación del ser humano según su contexto, su salud física y psíquica y principalmente posibilitan a que el individuo establezca correctas relaciones interpersonales; entre las que podemos encontrar el autocontrol, confiabilidad, integridad, adaptabilidad, innovación y responsabilidad, dichas subcompetencias poseen sus respectivas definiciones y características. (Villouta , 2017). En el presente trabajo se explicará todo lo relacionado a la adaptabilidad, innovación y responsabilidad y se destacará el valor significativo que poseen.  

ADAPTABILIDAD

     La adaptabilidad requiere la flexibilidad necesaria para considerar una determinada situación desde perspectivas muy diferente, pero también exige de la fortaleza emocional que nos permite estar cómodos con la inseguridad y permanecer en clama ante lo inesperado. Otra competencia que fomenta la adaptabilidad es la confianza en uno mismo, especialmente la seguridad, que nos permite ajustar rápidamente nuestras respuestas e incluso abandonar sin reservas nuestros presupuestos anteriores en el caso de que la realidad así lo exija. Pero, además, la apertura al cambio está también ligada a otra competencia cada vez más valorada, la innovación. (Fragoso, 2015)

     El proceso típico de adaptación a los nuevos desafíos incluye una primera fase, que comienza con la negación de los hechos, prosigue con la aceptación de su inevitabilidad y termina desencadenando una corriente de ansiedad hasta que se produce la adaptación. Cualquier organización que quiere reinventarse a sí misma deberá cuestionar seriamente sus presupuestos, perceptivas, estrategias y hasta su misma identidad, algo que resulta sumamente complicado dado al apego emocional que las personas sentido por todo aquello que ah habitualmente compone nuestra vida laboral. (ALGAMA, 2017)

      Si alguna competencia resulta necesaria en nuestro entorno es la capacidad de adaptación. Las personas que la poseen disfrutan con los cambios y saben sacar provecho de la innovación. Permanecen abiertas a los nuevos datos, pudiendo renunciar a sus antiguas creencias para adaptarse a los nuevos tiempos; no les molesta la incertidumbre que puede provocar lo nuevo o lo desconocido y siempre se hallan dispuestos a arriesgarse y buscar nuevas formas de hacer las cosa. (ALGAMA, 2017)

Componentes de adaptabilidad:

     Según García y Giménez  (2010) mencionan que existen un modelo de inteligencia emocional que está compuesto por diversos aspectos: componente intrapersonal, componente interpersonal, componente del estado de ánimo en general y componentes de adaptabilidad:

• Solución de problemas: capacidad para identificar y definir los problemas y, generar e implementar soluciones efectivas.
• Prueba de la realidad: habilidad para evaluar la correspondencia entre los que experimentamos y lo que en realidad existe.
• Flexibilidad: habilidad para realizar u ajuste adecuado de nuestras emociones, pensamientos y conductas a situaciones y condiciones cambiantes.

Entrenar la adaptabilidad

     Cuida tu cerebro: sigue una alimentación equilibrada, realiza una actividad física constante, respeta diariamente las horas de sueño que necesitas y mantén el hábito diario de la lectura.

     Identifica al menos 5 tareas que haces diariamente de forma casi automática, y cambia de forma consciente durante 21 días tu forma de realizarlas, (por ejemplo, cepillarte los dientes con la otra mano, cambiar la ruta que sigues para ir a la oficina, etc.).

RESPONSABILIDAD

     Una de las subcompetencias importantes en la autorregulación es la responsabilidad la cual permite orientar el desarrollo y autocontrol de las emociones y conductas que manifiesta la persona, quien tiene la responsabilidad de reflexionar sobre las emociones que expresa y da a conocer en su contexto, las cuales no deben alterar la convivencia con las demás personas de la comunidad. La autorregulación de las emociones no será posible si las personas no son responsables de adquirir los medios necesarios para influir sobre sus emociones, siendo conscientes de las fuentes de información de las mismas, sean estas de carácter externo o causadas por el propio sujeto; para esto es necesario que el individuo se prepare y se capacite en la regulación de sus emociones de forma autónoma para de esta manera lograr su correcto desenvolvimiento en el medio con criterios tanto grupales como personales y principalmente sea responsable de lo que siente, piensa y transmite a los demás ya que es ella la máxima autoridad que puede controlar estas dimensiones. (Sáiz & Pérez, 2016)

     Las personas al formar parte de una sociedad no es suficiente que actúen conforme a lo que piensan y sienten sino que también deben respetar y asumir las reglas y roles establecidos en la sociedad por esto es necesario que regulen sus emociones para que estas sean acorde al contexto en el que se encuentran y con la situación que experimentan; de esta forma todos los aspectos mencionados contribuyen al proceso de socialización, la correcta convivencia y el desarrollo de la persona en su dimensión personal y social; cuando la persona asume la responsabilidad en sus emociones y la forma de darlas a conocer en el medio podrá reconocer las situaciones problemáticas y actuar de manera correcta para buscar alternativas que solucionen el problema, además puede darse cuenta de las situaciones cuando se ve rodeado de variables que pueden causar en él emociones que pueden hacerle perder el control sin embargo gracias a su consciencia y la responsabilidad de ser el principal autor de sus emociones será capaz de autorregularse, y así es como ejerce autoridad ante sus emociones y  no se deja dominar por ellas. (Sáiz & Pérez, 2016)

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