Motivación y metacognición, más que una relación

Motivación y metacognición, más que una relación

¿Qué es la metacognición?

Cuando hablamos de metacognición hacemos referencia al conocimiento de los procesos psicológicos que activa la persona para su construcción. Es decir, es el conocimiento de un individuo sobre los propios procesos cognitivos que pone en marcha a la hora de aprender. Este fenómeno incluye conocimientos sobre qué se ha aprendido, cómo se ha aprendido y cuándo se ha aprendido. Esto permitirá la autorregulación y, como consecuencia, facilitará la planificación de estrategias y acciones que se deben utilizar en cada situación, la supervisión del proceso y la evaluación y la transferencia de conocimiento a una nueva actuación. Consecuentemente, el alumno, será capaz de autoregular de manera más efectiva su aprendizaje de acuerdo a las necesidades, intereses, exigencias y tiempo establecido.

De acuerdo con Wilson y Conyers (2014), las investigaciones muestran que la instrucción explicita en la metacognición puede facilitar el éxito académico.

¿En qué consiste la motivación?

El estudio de la motivación en relación con el aprendizaje escolar remite en el intento de comprender qué es lo que sirve de incentivo al alumno para realizar ese aprendizaje – qué es lo que lo “mueve” a aprender - y como se refleja esto en los elementos como el grado de aceptación o rechazo a las tareas escolares y la mayor o menor tendencia a perseverar en la realización de estas tareas.

Hay una relación entre el éxito, el fracaso y la motivación: el éxito alimenta la motivación y la motivación facilita la obtención del éxito. El fracaso reduce la motivación y la falta de motivación lleva al fracaso. Si el estudiante consigue sus objetivos, gana confianza en sí mismo, está más convencido que tiene habilidades y capacidades necesarias para aprender. Esto lo motiva a tener más objetivos y a dedicarle más esfuerzo, la cual cosa lo llevará a conseguir mejores resultados, y aumentará su nivel de motivación.

La relación entre metacognición y motivación.

La motivación es la resultante dinámica de una variedad de fuerzas internas y externas. Así, la motorización interna y los mecanismos de procesamiento que los estudiantes usan en este proceso dinámico tienen un papel importante en el diseño del resultado motivacional. Por ejemplo, hay una gran diferencia si alguien conscientemente saca importancia a las influencias negativas y se concentra en los aspectos que le permiten controlar y que le hacen avanzar, o si la misma persona se centra en las experiencias negativas sin hacer el esfuerzo de avanzar.

¿Cómo influye el locus de control y la atribución causal en la motivación?

Cuando hablamos de qué tipo de atribución causal hace el alumno hablamos de como se explica él mismo sus éxitos y sus fracasos. Depende de qué atribución realice dependerán las expectativas que genere delante de una nueva tarea y consecuentemente que actuación realizará. De esta manera, la atribución causal que otorgue el alumno sobre el porqué de su resultado condicionará las expectativas futuras delante de tareas similares y consecuentemente también la motivación, actuación y el resultado. “Las características de las atribuciones causales y las consecuencias psicológicas experimentadas (expectativas y emociones) influyen en el estado motivacional de la persona y por tanto determinan la conducta futura de éxito”. (Manassero, M.A., Vázquez, A. 1995).

...