Tratamiento De La Fobia Social En Niños Y Adolescentes
Enviado por YritaD • 1 de Mayo de 2015 • 9.051 Palabras (37 Páginas) • 245 Visitas
1. Introducción
La ansiedad social interfiere en el desarrollo de habilidades sociales adecuadas y, por consiguiente en el incremento de la autoevaluación negativa; Produciendosen conductas de evitación en una variedad de situaciones sociales. Los niños con este trastorno presentan una interrupción en el desarrollo de su funcionamiento que, a largo plazo puede conllevar a un mal ajuste en la adolescencia y la adultez, Además, su curso y evolución crónica se debe, en gran parte, a que no se consulta frecuentemente por este trastorno o se acude a la terapia en fases ya avanzadas .Al ser un trastorno que tiene mayor expresión externa y produce menores molestias a los padres y profesores, se hace difícil que éstos identifiquen el sufrimiento del niño y, en muchos casos, se atribuye su comportamiento a rasgos de personalidad como la timidez.
Por lo anterior este articulo tiene como objetivo realizar una revisión acerca de las principales características clínicas de dicho trastorno así como el poder analizar que trabajos se han realizado durante los 3 últimos años al respecto y con base en esto elaborar una propuesta de tratamiento que pudiera ser útil a los clínicos que a diario tratan con problemas de este tipo.
1.1. Concepto y características de la fobia social en los niños y los adolescentes
1.1.2. Concepto de fobia social
Según el DSM-IV (APA, 1994) la fobia social se define como un temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso. Este miedo se asocia a una conducta de evitación de las situaciones sociales o actuaciones en público temidas o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en las situaciones sociales o actuaciones en público temidas interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.
I.1.3. Tipos de fobia social
Se diferencia entre fobia social específica, cuando se centra en situaciones muy concretas como comer, escribir o tocar un instrumento musical en público, y fobia social generalizada, cuando el temor aparece en la mayor parte de las situaciones sociales. Este último tipo de fobia social es el que se da mayoritariamente y en el que los sujetos son más propensos a presentar deficiencias en habilidades sociales y al deterioro de las relaciones sociales y laborales.
I.1.4. Características clínicas de la fobia social en niños y adolescentes
En los niños, se necesita demostrar que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto. La ansiedad puede traducirse en lloros, tartamudez, parálisis, abrazos o aferramiento a familiares cercanos, y la inhibición o abstención de mantener relaciones con los demás llegando incluso al mutismo. Lo que se pone de relieve, más que un empeoramiento respecto al nivel previo de actividad, es una falta de consecución de las expectativas que se habían creado con respecto a su edad. Los niños mayores pueden mostrarse excesivamente tímidos en los ambientes sociales alejados de la familia, eludir los contactos con los demás, rehusar participar en juegos de equipo y mantenerse típicamente en una posición de segunda línea en las actividades sociales, procurando aferrarse siempre a sus familiares de mayor edad. Es posible que disminuya la participación de estos niños en clase, que haya negativa a asistir a la escuela o evitación de las actividades y citas adecuadas para su edad. Cuando el trastorno se inicia en la adolescencia, puede conducir a un empeoramiento del rendimiento social o académico.
A diferencia de los adultos, en los niños puede faltar el reconocimiento de que el temor es excesivo o irracional, éstos no suelen tener la oportunidad de evitar la totalidad de situaciones temidas, y es posible que se muestren incapaces de identificar la naturaleza de la ansiedad. Además, el cuadro sintomático debe prolongarse como mínimo 6 meses en los individuos menores de 18 años.
1.1.5. Prevalencia y curso
La prevalencia de este trastorno en la infancia y la adolescencia ha sido estimado en el 1.2% (Bragado, 1996) y en el 2% en la población adulta (Echeburúa, 1995). La forma de comienzo puede ser lenta e insidiosa o brusca tras una experiencia estresante o humillante. Habitualmente sigue un curso crónico o continuo.
1.1.6. Inclusión de la fobia social en las clasificaciones diagnósticas
En el DSM-IV (APA,1994) los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes son definidos de un modo diferente a como se había hecho anteriormente. Como consecuencia, desaparece el trastorno de evitación contemplado en el DSM-III-R (APA,1987) y es incluido dentro de la fobia social en el apartado general, por lo cual no proporciona ninguna categoría diagnóstica específica de este trastorno en esta población. Por el contrario, la CIE-10 (OMS,1992) incluye el Trastorno de hipersensibilidad social en la infancia que se incluye en el trastorno por evitación de la infancia o la adolescencia (similar al trastorno de evitación en el DSM-III-R).
1.2. Tratamientos de la fobia social
Con referencia específica a la intervención de la fobia social, destaca la escasez de investigaciones al respecto. Esto es debido en gran parte a que los investigadores se han centrado fundamentalmente en el estudio y diseño de estrategias de tratamiento para el niño con manifestaciones externas: agresivo, inconforme, hiperactivo e impulsivo; y no en el desarrollo de estrategias de tratamiento para el niño con manifestaciones internas: ansioso, aislado e introvertido, a pesar de su considerable prevalencia en la población infantil.
Barrios y O`Dell (1989; citado en Albano, 1995) realizaron una revisión del tratamiento de los trastornos de ansiedad en los niños y señalaron que los estudios de tratamiento predominantemente consistían en estudios de casos únicos o estudios no controlados, en su mayoría enfocados sobre miedos específicos, utilizando una variedad de métodos conductuales en un contexto
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