USO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

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Plantel: Satélite.

Materia:

Aprender aprender

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Integrantes:

Lic. Plata Villa Lay Minel

Lic. Trujillo Reynoso Alejandra.

Profesora:

Raquel Flores Delgado

Fecha de Entrega:

13 de Octubre 2011.

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Los seres humanos son individuos con actitudes y pensamientos complejos, que en ocasiones el mal manejo de las emociones les impide mantener el control de alguna situación a la que se enfrenta, emitiendo una respuesta de sí, que a ellos mismos les sorprende en su forma de actuar basándose en las características de su personalidad, en esos momentos cuando no saben cómo identificar lo que están sintiendo, es debido a una falta de identidad emocional, por ello en este trabajo se hablara de la inteligencia emocional, ya que esta nos permite sentir y entender la conducta de los seres humanos logrando el control de los impulsos.

Involucrarse y conocer más sobre uno mismo ayudara a mejorar la sociedad formando un circulo aún mejor en el cual todos dependemos de todos, por ello, el objetivo de este trabajo es mencionar la importancia que tiene la inteligencia emocional, dentro del campo laboral, así mismo conocer las escuelas y autores que la fundamentan y explican, defendiendo cada uno su postura.

Las teorías que sustentan la Inteligencia Emocional surgen por la inquietud de la humanidad, pues siempre han querido conocer las peculiaridades del hombre, no existe una definición científica, sin embargo, Salovey y Mayer (1990) la definen como “la habilidad para manejar los sentimientos y emociones propios y de los demás, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y la acción...”. ^[1]

La Inteligencia Emocional proviene de dos conceptos; la inteligencia y la emoción. La inteligencia, es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos para resolver una determinada situación. Por otro lado, la emoción es una experiencia muy compleja y para expresarla utilizamos una gran variedad de términos, además de gestos y actitudes. Algunas de estas emociones son; la felicidad, tristeza, sorpresa, disgusto, coraje, miedo.  Esta implica la capacidad de una persona  para concienciar, regular, adecuar y transformar de modo real su despliegue interno de fuerzas, tendencias, predisposiciones e impulsos emocionales, muchos de ellos inconscientes, los cuales expresa en forma de conductas, humor, temperamento, etc.

La importancia de la inteligencia emocional gira en torno a la relación que existe entre sentimientos, carácter e instintos morales. El impulso es un instrumento de la emoción; la semilla de todo impulso es un sentimiento que estalla por expresarse en la acción. En esencia todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentar a la vida que la evolución nos ha inculcado.

ESCUELAS QUE FUNDAMENTAN LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

El conductismo,  tuvo una fuerza considerable en la psicología de la primera mitad del siglo, de modo que muchas de sus posturas históricas representan teorías aprendizaje en el cambio en la o la forma del comportamiento (estimulo-respuesta), como función de cambios ambientales, por lo tanto afirman que aprender consiste en la formación de asociación de estímulos y respuestas. Sin embargo los teóricos conductuales explican el aprendizaje en términos de fenómenos observables, y  sostienen la adquisición del aprendizaje no necesita incluir sentimientos y pensamientos, al consideran y reconocer  que en efecto existen, pues se encuentran en el medio  y en la historia de cada ser humano, el conductismo basan su método en mecanismos que no incluyen en la mayoría de las situaciones a estos dos componentes.

Por el contrario la escuela enfocada en el cognoscitivismo, muestra un interés en la forma en que los organismos conocen, así como obtienen algún conocimiento acerca de su mundo y la manera en como utilizan el mismo para guiar sus decisiones y ejecutar acciones afectivas, estos teóricos intentan, comprender la mente y sus habilidades o logros en percepción, aprendizaje pensamiento, y el uso del lenguaje. A través de la historia de la humanidad el sistema cognitivo ha evolucionado, siendo así un sistema que tiene su desarrollo dentro de la vida de cada persona; el sistema cognoscitivo actúa como un instrumento de ajuste y como ayuda para guiar la acción intencional.

La escuela cognitiva afirma que primero es necesario pensar acerca de un estímulo o situación y comprenderla, relacionándolo con lo que sabemos, antes de poder reaccionar de manera emocional. Es posible que la balanza varié de una situación a otra y que las emociones predominen en algunos de los casos al tiempo que los proceso cognitivos ocurran antes en otros contextos, en lo que están de acuerdo ambas partes es que podemos experimentar emociones que implican poco o ningún pensamiento consiente. Puede ser  que no sepamos porque les tenemos miedo a los ratones, comprendiendo de manera objetiva que no representa ningún peligro, y aun así asustarnos cuando los vemos. Por lo tanto es claro que nuestras emociones influyen de manera importante en nuestro comportamiento.

USO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La Inteligencia Emocional, en el ámbito laboral es un factor muy importante con el cual trabajamos día a día, por lo que Goleman (1995) decide hacer una propuesta, pues para este autor "es la capacidad para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros.”^[2] El decía que está  presente en nuestra área de trabajo, ya sea con uno mismo, con algún compañero de trabajo o con el jefe, o en la relación familiar, esposo, padre, madre, hijo, etc. Durante cada minuto de nuestra vida estamos sintiendo algo, ya sea desde maripositas en el estomago cuando vemos al chico o la chica ideal, alegría porque se acerca la hora de salida del trabajo,  ansiedad porque el jefe nos dará un regaño, rabia porque alguien no muy querido te ordeno que hicieras alguna tarea. Clínicamente está comprobado que nuestras emociones no se quedan en la casa cuando venimos al trabajo, ni tampoco las emociones y vivencia en el trabajo en quedan en el sino que las llevamos con nosotros a la casa. Un breve ejemplo de esto es que en muchas ocasiones encontramos el trabajo perfecto, pero hay factores externos que lo hacen insatisfactorio; como el ambiente físico, el grupo de compañeros, el jefe, el tipo de clientes que manejamos, etc. Por una parte podemos decir que estos factores los percibimos, pero si primero identificamos esas emociones que nos retienen, buscamos controlar aquellas que nos hacen daño, utilizamos positivamente las agradables y posterior buscamos entender a nuestros colaboradores, compañeros, superiores, mejorando así las relaciones, de esta forma superamos los factores negativos que nos afectan.  

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