Honra y Recompensa
Enviado por Washington Rodriguez • 4 de Marzo de 2019 • Resumen • 1.750 Palabras (7 Páginas) • 1.027 Visitas
HONRA Y RECOMPENSA
La recompensa le espera porque aún sigue teniendo el poder de conmovernos, ya que al ver la honra restaurada en las hijas e hijos de Dios. La honra tiene el poder de mejorar mucho su vida. Todo su esfuerzo no ha servido de nada por la pérdida de tiempo, dinero, trabajo y recursos solamente para desmayar en el momento del cumplimiento. Por tanto, lo que cuenta no es cómo comenzamos la carrera, sino cómo la terminamos
Pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera. Nuestro padre desea recompensarnos, tanto entonces como ahora, cuando prestamos atención a su consejo. Se nos dice: “El justo será recompensado en la tierra” “No erréis, toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
El bien proviene de Dios. No le atribuya a Dios lo dañino o perjudicial: Él es el dador del bien. La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella.
Un oficial romano trata a Jesús como a alguien muy importante y le rinde el debido respecto, yo también tengo autoridad porque honro a mi país y a mis superiores respetando su autoridad. Por lo cual ese oficial sabía que Jesús ejercía autoridad en la esfera espiritual invisible, ese oficial tenía más fe. Era la unión de la honra que le demostró a Jesús y su entendimiento de la autoridad. La motivación era la honra.
Una mujer griega acude a Jesús en busca de ayuda, por lo que Él admiraba la fe de aquella mujer gentil, ella sabía quién era Jesús y le honró persistentemente, primero con su tenacidad y luego por no insultar o irse a pesar de recibir eso ella. Por cuanto él honrará a los que le honran y los que le desprecien serán tenidos en poco. La honra es una clave esencial para recibir del cielo.
El principio de la honra siempre se aplicará, siempre sigue siendo válido. Dios dice: “Yo honro a los que me honran y humillo a los que me desprecian”, recibir a alguien es honrarlo, el que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. Entendamos que Él no buscaba su propia honra, sino más bien ser ejemplo del Principio de Honra ante aquellos a quienes fue enviado.
“Y les advierto que ya no volverán a verme hasta el día que digan: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Porque no me percibirán o me verán de nuevo hasta que honren a quienes yo envíe en mi nombre, por cuanto toda autoridad me ha sido dado en el cielo y en la tierra”. Los profetas en el Antiguo Testamento funcionaban como los portavoces del Señor, si honramos a quienes están por encima de nosotros recibimos una recompensa.
La honra es valorar, dar respeto y hasta reverencia, por cuanto su significado es reverenciar, respetar, tratar con deferencia y sumisión, por lo tanto la sumisión a la autoridad es un aspecto de la verdadera honra.
La autoridad delegada tiene cuatro divisiones: Civil, eclesial, familiar y social. Al hablar de social, se incluye a patrones, jefes, maestros, entrenadores y demás, quienes están por encima de nosotros, quienes están en nuestro nivel y quienes están bajo nuestra autoridad.
Las autoridades civiles son nombrados por Dios, Al honrarlas, honramos a Aquel que los nombró, por lo que dios a su vez, nos honrará a nosotros, el punto es que Dios nos dice que honremos cada área de autoridad delegada y al hacerlo, se aplica el principio de la honra. Seremos recompensados. Sin embargo que sea de modo parcial o completo está determinado por el grado en que valoremos la autoridad.
Siempre debemos tener en mente que toda autoridad legítima viene de Dios y es dada para protección, provisión y paz, quien no tiene honra en su corazón por la autoridad, no es salvo ya que no es por casualidad el nombramiento que hace Dios. Cuando nos oponemos a la autoridad delegada por Dios, nos oponemos a Dios mismo.
Es necesario tener temor de Dios en nuestro corazón para seguir tratando como valioso a quienes nos han maltratado. Nos dice que toda autoridad proviene de Dios, pero no dice que toda autoridad es piadosa. David es la única persona en la Biblia a quien se le llama “un hombre conforme al corazón de Dios” bajo la autoridad de Saúl, que no fue ningún accidente, sino el plan de Dios. A pesar de las penurias que le hizo pasar Saúl, David siguió honrando y sometiéndose a su Rey. También nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza. La sumisión trata con nuestra actitud, mientras que la obediencia se relaciona con nuestros actos. La actitud del corazón es donde reside el temor del Señor y la honra resulta de la abundancia del temor santo.
Un contraste
Él demostró muy buena disposición y luego nos preguntó que podía hacer él por nosotros. Yo procedí a decirle que estábamos allí para recibir nada de él, sino para darle gracias por su servicio y luego orar por él antes de irnos. Él entonces se relajó y dijo: “Esto es un regalo para mí”, pero ustedes han venido a darme algo hoy. Eso nunca ha sucedido antes. Después oraron por él y por su esposa, quienes quedaron muy conmovidos. Todo eso sucedió como resultado de honrar al congresista y orar por él en su oficina.
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