La Carne

LA CARNE

La condición carnal del hombre parece a los oajos de alguno un mal. La carne fue creada por Dios, fue asumida por el hijo de Dios, la carne es transfigurada por el Espíritu de Dios, por lo cual el cristiano puede decir creo en la resurrección de la carne.

Pablo no ve en la carne algo malo, pero si sujeta a pecado. Tiene miedo, sufre, desea, grita de júbilo, estáa incluso dotada de voluntad.

Para el NT como para el AT el hombre es carne y eso caracteriza a la persona humana su condición terrena. Fuera de Dios todo es carne, sencillamente vivir en la carne es vivir en la tierra, ser visible. La caducidad y la impotencia, quien dice carne, dice fragilidad e impotenciade criatura, el hombre siendo criatura, es por si mismo impotente de entrar al reino de Dios, tampoco conocer las realidades divinas, más bien pretende ser sabio según la carne, pero lo cierto es que el espíritu vivifica y la carne no sirve de nada.

La carne formada por Dios es digna de admiración. La carne indica el fondo de la persona, así, Adán ve otro él en la mujer que Dios le presenta, pero no dice que tiene como él, un alma, sino que exclama: esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne, hay una comunión profunda, carne única que viene a ser los esposos.

El hombre por la carne es polvo pero por el hálito que Dios le presta está en relación con el mundo celestial. Antiguamente los griegos pensaban que el cuerpo es la prisión del alma, la carne se convierte en el lugar mismo de la sensualidad considerada como mala y degradante del espíritu. La carne que nos arrastra al pecado, a la esclavitud, pero por el espíritu, nos conduce a su dueño, es decir a Dios.

Hay una lucha, pero en esta perspectiva: cuando el hombre, deposita su confianza en la carne, en su condición de criatura, misma que está vinculada con el pecado.

En Sara según el espíritu y en Hagar según la carne

Isaías proclama que Dios debe ser nuestro único apoyo, Jeremías dice: maldito el hombre que confía en otro hombre y de la carne hace su apoyo y aleja su corazón de Yahveh. Pablo nos dice: no se gloríe ninguna carne delante de Dios, sino en Cristo Jesús. El pecado fue vencido por Cristo, quien tomando este cuerpo de carne, condeno al pecado en la carne misma. Desde ahora el cristiano ha crucificado a la carne en Cristo.

Debemos de caer a la conciencia de nuestra condición de criatura, y dejar de confiar en nuestra condición carnal, en nuestra debilidad, sino, en la fuerza de la muerte del Salvador, fuente del espíritu de vida.

La carne formada por Dios por ende es digna de admiración. La carne indica el fondo de la persona, así, Adán ve otro él en la mujer que Dios le presenta, pero no dice que tiene como él, un alma, sino que exclama: esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne, hay una comunión profunda, carne única que viene a ser los esposos.

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