ASERTIVIDAD EN EL CBTIS
Enviado por sergiochacon • 2 de Julio de 2013 • 2.831 Palabras (12 Páginas) • 434 Visitas
ASERTIVIDAD EN EL TRABAJO DOCENTE DEL CBTIS No160
INTRODUCCION:
Consiste en presentar el estudio realizado dentro del tema de la enseñanza de los docentes , desde el enfoque constructivista; así como también los aspectos que aportan (alcances y limitaciones). Los resultados de esta investigación podrán permitir, colateralmente. Buscar estrategias que beneficien a todos los profesores en servicio.
La concepción tradicional, que consideraba al profesor como un mero transmisor de contenidos y un evaluador de resultados se ha visto superada por la complejidad de la vida del aula. Las diferentes y crecientes exigencias que recaen sobre los enseñantes, la diversidad de intereses que confluyen en la escuela, la heterogeneidad del alumnado, la aparición de nuevos y potentes medios de difusión del conocimiento, son algunos de los factores que implican una concepción diferente de la del profesor como técnico. La propia administración educativa perfila un docente práctico-reflexivo.
Marco Teórico.
En la formación del Docente, es el proceso permanente de adquisición, estructuración y reestructuración de conductas (conocimientos, habilidades, valores) para el desempeño de una determinada función; en este caso, la docente. Tradicionalmente, se otorgó el monopolio de la misma a la formación docente inicial.
Sin embargo, los modelos de las prácticas educativas y del pensamiento (también de sus componentes implícitos), así como la instrumentación de estrategias de acción técnico-profesionales, operan desde la trayectoria escolar del futuro docente, ya que a través del tránsito por diversos niveles educativos el sujeto interioriza modelos de aprendizaje y rutinas escolares que se actualizan cuando debe asumir el rol de profesor. La historia educativa del docente constituye, por tanto, otro fuerte condicionamiento que incide en el ejercicio profesional real y en sus plataformas tácitas.
Asimismo, es sabido que, adicionalmente, opera otra determinación:
La socialización laboral, dado que los docentes principiantes o novatos adquieren en las instituciones educativas buena parte de las herramientas necesarias para afrontar la complejidad de las tareas cotidianas. Esta afirmación se funda en dos razones: la primera, que la formación inicial no prevé muchos de los problemas de la práctica diaria; la segunda, que los diversos influjos de los ámbitos laborales diluyen, en buena medida, el impacto de la formación básica docente. En tal sentido, las propias instituciones educativas donde el profesor se inserta se constituyen también en formadoras, modelando sus formas de pensar, percibir y actuar. El peso de dichas trayectorias y, en general, de las determinaciones mencionadas (incluida la socialización laboral) reafirma el valor de la formación docente continua entendida como un proceso permanente que no se limita a la fase de formación inicial o culmina con la de graduación sino que se plantea, al decir de M. C. Davini, como un proceso de largo alcance a través del cual se modela el pensamiento y comportamiento socio profesional del docente. Entonces, se hace necesario el desarrollo de acciones de formación en servicio, de perfeccionamiento y actualización, en una permanente interacción entre los egresados —insertos en el contexto laboral— y las instituciones formadoras. Este proceso suele ser prioritario en el caso de la educación de jóvenes y adultos de la región latinoamericana, cuyo abandono por parte del Estado en varios países ha provocado, como es sabido, un severo deterioro del subsistema, incluyendo una deficiente formación específica de los educadores en todas sus fases. No se trata de compensar los errores de la formación inicial ni evitar el impacto de la socialización profesional sino de brindar las herramientas necesarias que acompañen al docente en toda su trayectoria profesional.
Sin esto, es difícil pensar en la práctica docente como un proceso de construcción de conocimiento.
En todo caso, y a la luz de las características propias de la práctica docente antes expuestas (fuertes condicionamientos, plataformas tácitas), afirmamos que la formación y, en especial la formación docente en servicio, cobra valor transformador en la medida que se ubica como eje estructurante de la práctica educativa. Y ello nos remite a la cuestión de los
modelos de formación docente
Concepto
Es la capacidad de expresar tus sentimientos, ideas y opiniones, de manera libre, clara y sencilla, comunicándolos en el momento justo y a la persona indicada.
Asertividad es tener la capacidad necesaria para desenvolverse eficazmente en un medio social y laboral normalizado.
Asertividad es respetarse así mismo, respetar a los demás ser directo, honesto y apropiado. Mantener el equilibrio emocional. Saber decir y saber escuchar. Ser muy positivo y usar correctamente el lenguaje no verbal.
Es la capacidad que posee una persona de desarrollar el éxito en la vida, a través de un proceso dinámico que posibilita el ajuste constante de conductas, pensamientos y expresiones sinceras desde lo más profundo de su ser.
Mejoras de la Formación Docente
A continuación, se describen algunos aspectos de política educativa dirigidos a la configuración de esta nueva propuesta:
a) Ingreso a la carrera docente
La enseñanza debe ser valorada como una ocupación valiosa e indispensable para el desarrollo del país. Es necesario llevar a cabo estrategias que permitan atraer a buenos estudiantes a la carrera docente, así como mejorar los requisitos y procesos de selección. El atractivo para los posibles aspirantes debe radicar, en buena medida, en su interés por la enseñanza como carrera de vida, en la que existan perspectivas razonables para la satisfacción personal dentro de la profesión. La regla general debe ser seleccionar candidatos no sólo con las mejores calificaciones académicas posibles, sino también con rasgos de personalidad deseables.
b) Formación inicial
Se requiere de un modelo curricular que permita a los futuros docentes adquirir las competencias básicas para la enseñanza, centrada en los propósitos, enfoques, contenidos y prácticas de la educación básica, así como desarrollar capacidades que favorecen el aprendizaje permanente y autónomo, tanto a partir de la experiencia como del estudio sistemático. Esta formación ha de lograrse en condiciones organizativas y de funcionamiento de los planteles que estimulen el aprendizaje profesional. En este sentido, la preparación y dedicación del personal docente encargado de la formación inicial de maestros es un factor clave;
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