COMENIUS Y EL VALOR DE EDUCAR
Enviado por dpvilleg • 15 de Noviembre de 2012 • 906 Palabras (4 Páginas) • 509 Visitas
Comenius es conocido como el padre de la Pedagogía, pues fue él quien la estructuró como ciencia autónoma (1). La Didáctica Magna es una de sus obras más importante, en ésta se desarrollan sus contribuciones a las técnicas de enseñanza y sus principios educativos en donde coloca al niño, en el sistema educacional, como el centro de atención de los maestros (2).
Su fuerza está en el convencimiento de que la educación tiene un importante papel en el desarrollo de las personas, la educación está orientada a la formación del alma y al cultivo respetuoso de los valores morales y patrióticos (4); y en el esfuerzo que hizo para que el conocimiento llegara a todos, hombres y mujeres por igual, sin malos tratos, buscando la alegría y motivación de los alumnos (2)
Según Piaget “La actualidad más sorprendente de Comenius radica en haber asentado los fundamentos de la educación para todos los hombres y para todos los pueblos. Al escribir su Didáctica Magna, contribuyó a crear una ciencia de la educación y una técnica de la enseñanza, como disciplinas autónomas. Es en definitiva uno de esos autores a los que no es necesario corregir para modernizarlos. Basta solamente con traducirlos.” (1)
Para Comenius, la educación tiene un importante papel en el desarrollo de las personas especialmente en los primeros años de vida; por lo que planteaba que “el aprendizaje debe comenzar en el hogar”, donde es necesario educar y formar al niño con una visión sana y dignificante de la vida, ya que para él “solamente es firme lo que en la primera edad se aprende” (3), dando así mucha importancia al papel de los padres como los primeros educadores.
La familia es la institución más importante en los primeros años de vida; es en la cual nos refugiamos cuando sentimos miedo, donde estamos más a gusto, recibimos cariño y desde donde empieza nuestra socialización y el aprendizaje de nuestro papel dentro la sociedad.
Es en el entorno familiar, donde el niño aprende aptitudes tan fundamentales como hablar, asearse, vestirse, obedecer a los mayores, etc., que lo convierten más o menos en un miembro estándar de la sociedad; luego el niño terminará de afianzar estas aptitudes y de obtener otras para la socialización dentro de la escuela, con el grupo de amigos, en el trabajo, etc. (5)
Sin embargo, como señala Fernando Savater en su libro “El valor de Educar”, el entorno familiar original ha sufrido modificaciones y una crisis, que inciden directamente en su función socializadora y educadora; éste ha ido perdiendo protagonismo e inclusive interés en ayudar a la formación de los niños, “los niños accedan a la escuela con un núcleo básico de socialización insuficiente para encarar con éxito la tarea del aprendizaje” (5). Los padres están olvidando su papel, ellos ya no
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