Competencias Laborales Y Profesionales

COMPETENCIAS PROFESIONALES Y LABORALES: LA PROFESIÓN DOCENTE Y SUS DESAFÍOS.

Introducción

Aunque cualquier institución tiene el firme propósito de ofrecer un servicio y quiere lo mejor para sus consumidores o clientes, utiliza medios y fines distintos para su formación, pues no es lo mismo un profesional a un trabajador o un académico, son campos distintos en el desempeño, pero habrá algunas cosas en las cuales se igualen como quiero señalar: el ganar dinero, tener una vivienda digna, ser feliz. El detalle es ver en qué medida lo logran y es aquí donde han surgido las diferencias que a la larga se han hecho controversias. Las competencias surgen de las necesidades laborales de calidad y certificación de los productos hechos por el hombre. Al avanzar los estudios de investigación y tratar de que los mismos esquemas de producción en el trabajo se siguieran en lo académico y que el estudiante también al salir de sus estudios tuviera desempeños de calidad y eficiencia. Lo más crítico viene a nuestro país cuando la OCDE empieza a mostrar resultados que lo que nuestros estudiantes producen no es de calidad y se descubre que entonces el problema no está en lo que producimos sino en cómo se formaron los estudiantes y quien los formó y se tratara entonces de alinear todo, de modo tal que empiezan las rubricas y los estándares de formación del docente, del alumno y sobre todo ver si el profesional tiene la capacidad y es competente en lo que hace, dice, produce, investiga y empezamos entonces un camino que hasta nuestros días sigue: todos opinan, todos forman, todos exigen, todos señalan, pero no hemos vueltos los ojos seriamente al problema que está en los escenarios que tenemos en este momento: hay un escenario cultural que no podemos cambiar de la noche a la mañana, pues el paradigma del mexicano es “total ahí se va ” y no se puede cambiar, la cultura del mexicano es que “el enemigo a vencer es el mismo” con su modo de actuar, de pensar y de decir las cosas.

Otro escenario es el social, pues el contexto que nos rodea ha cambiado, ya no podemos transmitir experiencias trascendentes a las nuevas generaciones, hay en ellos como una oposición a la disciplina, al trabajo colaborativo, a la autoformación a lo trascendente en religión, todo es efímero y se opta por lo intenso y no lo extenso que podría ser la formación de unas mejores personas, esto lleva tiempo y desgasta.

Otro escenario es el educativo, y este escenario es en donde hunde sus raíces todo este problema de las competencias, se quiere cada seis años cambiar los programas educativos y las políticas educativas al formar al hombre, para una sociedad consumista pero no crítica y creativa. La formación del docente no es la adecuada pues los encargados son todo, pero menos pedagogos. Queremos hacer competente al docente, a la escuela, al alumno, a todo mundo a los trabajadores a las instituciones pero no hemos vuelto los ojos a la familia, a los educadores más excelentes que son los papas, yo pienso que las mejores competencias que tengo hasta este momento son las que mis padres me enseñaron. No hemos vuelto los ojos tampoco a valorar el Plan educativo de José Vasconcelos que era humanista y que señalo grandes cosas,

Si del análisis de las definiciones y clasificaciones hacemos una distinción entre competencia laboral y profesional podemos concluir señalando que la competencia laboral está más enfilada a una visión más local y la competencia profesional a una visión más global. Hay tres capacidades implicadas en el concepto de competencia, ellas son:

• la capacidad de transferir

• la capacidad de solucionar problemas y

• la capacidad de satisfacer al receptor a partir de la obtención de resultados de calidad es decir, lograr los propósitos perseguidos.

De esto y más trataremos en el escrito siguiente, buena lectura

Desarrollo

Las reflexiones de los teóricos respecto de este constructo tan moderno y tan complicado en cuanto a su semántica y a su fonética es digno de las consideraciones siguientes, sobre todo porque al ser un anhelo tener un trabajador profesionalmente competente y a un docente competente nos encontramos con las preguntas siguientes ¿cómo hacerle, como lograrlo, que características deben de tener ambos, desde que criterios y parámetros los podremos evaluar a ambos? ¿Qué contenidos deben de aprender ambos? Ante esto, la crítica se lee así:

La respuesta educativa ante la formación de las competencias profesionales y laborales.

La importancia de crear a una persona que sea competente para los trabajos y necesidades que nuestra sociedad requiere y es necesario echar un vistazo al funcionamiento del sector educativo y el productivo, porque estos dos deben de ir de la mano por que en la medida que se van creando a personas competentes para una vida laboral fructífera, mejores resultados se tendrán; es por eso que la calidad de la educación está basada en la creación de una persona competente para una sociedad que está en constante cambio y requiere a profesionales que estén preparados para la solución de conflictos, y no solo eso sino que también sean capaces de detectar el origen de los mismos, puedan identificarlos, analizarlos y sobre todo resolver y dar soluciones contundentes en el momento que se requiera.

El sistema educativo “tiene como misión principal el formar al ser humano para la vida, de tal manera que pueda participar de manera contundente en el mejoramiento de una nueva y mejor sociedad”, (RUIZ IGLESIAS, 2001) teniendo una autonomía por qué no siempre se contara con una persona que lo esté guiando en el proceso de aprendizaje, en el otro polo se encuentra el sistema laboral el cual va a exigir el “fomento del desarrollo competitivo de la fuerza laboral, promoviendo y coordinando el establecimiento de normas y procesos de evaluación y certificación de competencias laborales, para fortalecer sistemas de educación y capacitación nacionales y orientarlos a satisfacer necesidades de los sectores productivos y de servicios” (RUIZ IGLESIAS, 2001)

Hoy en día se requiere de una persona competente, es decir, que la persona sea capaz de utilizar su conocimiento para la solución de conflictos o de cualquier situación en la que se encuentre; por tanto la competencia “es la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral, y no solamente de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes” (RUIZ IGLESIAS, 2001)

La competencia profesional “es la construcción de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que se obtiene no solo a través de la institución sino también mediante

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