Competencias

INTRODUCCION

En el corto tiempo que el enfoque basado en competencias tiene en la educación sobresalen dos temas que conviene examinar: por una parte el tema competencias reivindica una lucha centenaria en el terreno educativo: eliminar que el alumno se convierta en un retenedor de conceptos y definiciones. En la práctica escolar, evitar que el sentido de lo que se enseña en la escuela sea la escuela misma, y por ello reconoce la necesidad de que el trabajo escolar se oriente a resolver problemas del entorno que vive cada sujeto, es decir, a desarrollar competencias. Aunque también en la construcción de la propuesta de competencias apuntan a reconocer que una competencia es un desarrollo, un proceso, una cualidad, con desarrollos efectuados desde el socio-constructivismo y el pensamiento pedagógico-didáctico.

Este reconocimiento tiene implicaciones en quienes formulan las propuestas curriculares, pero también tiene amplia significación en la manera en que los docentes puedan interpretar lo que realizan en el salón de clases. La tensión entre saberes y resolución de problemas, entre calificaciones o expresiones procesuales del avance del estudiante, son otra manifestación de las diversas interpretaciones que dan lugar a discusión, sobre cual es la prioridad, si los conocimientos o las competencias.

Es por todos sabido que la reforma educativa en el plan de estudios 2011prioriza la educación basada en competencias, al aprendizaje esperado y al contenido temático, en ese orden, sin embargo en algunos exámenes o evaluaciones practicadas en la escuela van dirigidos a conocer si el alumno obtiene o no un buen aprovechamiento de los aprendizajes esperados (conocimientos), ya que mayoritariamente es teórico. Entonces surge la duda que es más importante, como maestros cual debe ser nuestro objetivo, competencias o conocimientos, teoría o desarrollo de habilidades, conceptos o evidencias de desempeño.

Los conceptos:

Primero que nada debemos saber las acepciones de estas dos palabras tan significativas, por un lado tenemos los conocimientos que para el filósofo griego Platón, el conocimiento es aquello necesariamente verdadero. En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad de las cosas, por lo que forman parte del ámbito de lo probable y de lo aparente.

En un concepto un poco más moderno se puede decir que el conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje, o a través de la introspección. Hablando más ampliamente, se trata de la posesión de múltiples datos interrelacionados que, al ser tomados por sí solos, poseen un menor valor cualitativo.

En la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, se hizo referencia a que es necesario propiciar el aprendizaje permanente y la construcción de las competencias adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad.

El concepto de competencia usado en el ámbito de la educación, resulta de las nuevas teorías de cognición y básicamente significa saberes de ejecución. Puesto que todo proceso de “conocer” que se traduce en un “saber”, entonces es posible decir que son recíprocos competencia y saber: saber pensar, saber desempeñar, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para los demás dentro de un contexto muy especifico.

Chomsky (1985), nos dice a partir de las teorías del lenguaje, el concepto y define competencias como la capacidad y disposición para el desempeño y para la interpretación.

Por competencia entendemos la capacidad de poner en práctica de forma integrada aquellos conocimientos adquiridos, aptitudes y rasgos de personalidad que permiten resolver situaciones diversas. El concepto de competencia va más allá del” saber” y el “saber hacer” ya que incluye el “saber ser” y el “saber estar “.

Un punto importante al abordar este tema es el hecho de que para ser competente se exige más que la simple adquisición de conocimientos, más que un “saber”. Las competencias implican la capacidad de utilizar estos conocimientos y habilidades en contextos y situaciones diferentes. Esta aplicación requiere comprensión, reflexión y discernimiento teniendo en cuenta la dimensión social de las acciones.

Joan Mateo, el decano de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona, propone lo siguiente:

Cuando alcanzamos la comprensión de un saber desde su lógica interna, la que permite seguir profundizando en su construcción y desarrollo, decimos que hemos alcanzado el dominio o adquisición de un conocimiento.

Cuando una realidad compleja exige seleccionar entre el universo de conocimientos, capacidades y habilidades relacionadas con dicha realidad, aquellas que se requieren para su comprensión y transformación nos encontremos frente a una competencia. Su desarrollo en la persona exige no tan sólo capacidad de gestión global de las mismas sino también un cierto grado de conjunción con determinadas actitudes y valores personales."

El conocimiento o la noción de un conceptosiguen envigor dentro de la tradición pedagógica y dentro de la vida educativa, y la pretensión desustituirla por la idea de competencia es frutode un movimiento que enfoca elprogreso en las realizaciones tecnológicas entanto que éstas alimentan e impulsan laeconomía y la industria global. La competencia, en un sentido reducido, equivale a habilidad o destrezaen un campo de actividad

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