Conflicto

EL CONFLICTO INDIVIDUAL

Cada vez que se presenta un estimulo (objeto, situación o conducta capaz de ocasionar una reacción) a la persona, ésta decide si el estimulo cae dentro de alguna de las categorías siguientes:

a) Agradable, conveniente, interesante, adecuado a sus objetivos, benéfico, etc; y por tanto está motivada para acercarse a él, o aceptarlo, o dejar que se acerque. En este caso se trata de una valencia positiva.

b) Nocivo, agradable, inconveniente, doloroso, dañino; está en contra de sus objetivos, etc; y por ende queda motivada para evadirlo, rechazarlo, alejarse de él, o no permitir que se le acerque. En este caso se trata de una valencia negativa.

c) Indiferente. No despierta su interés, es inocuo y no presenta otra reacción que el percibirlo y analizarlo: valencia cero. Apersona permanece a la expectativa. En caso de que exista algún cambio, este constituye un nuevo estimulo y el proceso se inicia nuevamente.

Nivel fisiológico

En este estrato el mecanismo de análisis y decisión está ya inter construido dentro de la persona. Los reflejos incondicionales constituyen un buen ejemplo: si nos quemamos un dedo al encender un fósforo, inmediatamente retiramos la mano. El organismo percibió el estimulo, lo analizó y “decidió” que era necesario retirar la mano. El proceso es automático y escapa nuestra voluntad; nos damos cuenta del suceso solo después de que ocurrió.

Nivel inconsciente

Experiencias anteriores determinan cuales estímulos son agradables, convenientes o adecuados. En el mecanismo de análisis y decisión es desconocido por nosotros; por ejemplo, una persona que padece claustrofobia no puede viajar en un elevador; siente miedo de los espacios cerrados , pero no sabe por que. Ya antes se a apuntado que entre más “normal” sea una persona, menor será el grado en que estos mecanismos inconscientes operen.

Nivel emocional

En este caso la afectividad es preponderante en la decisión; por ejemplo, estimamos mucho a una persona y cuando la vemos venir, nos alegramos y extendemos la mano para saludarla con efusión. Parte de la afectividad se encuentra fincada en experiencias anteriores, en aspectos inconsientes (por ejemplo, alguien nos cae mal a primera vista y no sabemos porque) y en facetas culturales. Por ejemplo: los ideales de belleza están culturalmente determinados. En nuestra cultura si vemos a una mujer con los labios cortados, en los cuales se coloca aros de madera (boca de pato) resulta feísima, pero en su tribu será más bella entre más grandes sean.

NIVEL DE HÁBITOS

El habito constituye una respuesta uniforme y automática ante el mismo estimulo. Es una consecuencia del aprendizaje; por ejemplo, adquirimos el hábito de lavarnos los dientes después de comer. Ante el estimulo “terminar de comer” viene la respuesta en forma automática: “lavarse los dientes”. El habito, en este caso, tiene por objeto ahorrar tiempo y esfuerzo. No es necesario que cada vez que terminemos de comer reflexionemos y analicemos la conveniencia de lavarse o no los dientes, para tomar una decisión al respecto. Se decide una vez y después se automatiza se automatiza la reacción. Algunos hábitos están ligados con problemas de la personalidad (con algún factor inconsciente o quizá es fruto de aprendizajes inconvenientes), por ejemplo, fumar excesivamente. Cuando el hábito, también por problemas de personalidad, es llevado al extremo, surgen las manías, cuales se encuentran ligadas a desequilibrios mentales.

NIVEL CONSCIENTE

Aquí se exige un análisis de estimulo y una decisión voluntaria. Por ejemplo: un contador requiere una máquina para calcular. Llega un agente vendedor y le ofrece un aparato de cierta marca. El contador analiza el costo, las condiciones de venta, la rapidez con la cual realiza las operaciones, la capacidad numérica de la maquina, y si le resulta conveniente, la acepta; en caso contrario la rechaza. Para llegar a determinar si es conveniente o no, pesa cada uno de los factores, toma en cuenta las diversas alternativas (es decir, otras maquinas) y así sucesivamente. El estimulo que será analizado por la persona puede presentarse en forma material o psicológica. En el primer caso la persona percibe un objeto o una situación real, mientras que en el segundo la situación o el objeto se presentan solo en la imaginación, aunque pueden ocurrir después en la realidad. Por ejemplo: Por ejemplo: una muchacha piensa que le gusta a un muchacho; entonces imagina que haría si este se le declarara. En un nivel puramente imaginativo, analiza el posible estimulo y decide aceptarlo si este se presenta realmente en caso de que la valencia sea positiva, o rechazarlo si es negativa, o esperar y observarlo si la valencia es cero. En los casos más graves la patología psicológica o en algunas enfermedades del sistema nervioso central, las alucinaciones son estímulos totalmente psicológicos. Por ejemplo, la persona puede “ver” monstruos que quieren devorarlo y manifiesta pánico.

Las valencias son totalmente subjetivas: algo puede ser atractivo para una persona mientras es repulsivo para otra. La motivación para acercarse o aceptar, o para alejarse, evadir o rechazar, constituyen fuerzas (o motivaciones)

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