Cuento la vida
Enviado por Pinkuneki Meow • 26 de Octubre de 2015 • Apuntes • 1.603 Palabras (7 Páginas) • 155 Visitas
-el ensordecedor y un tanto irritante sonido que la alarma provoco a aquellas horas de la madrugada lograron despertar instantáneamente al cansado joven, la expresión en su rostro mostro un poco de enojo como reacción ante la alarma la cual continuaba su insistente pitido, su brazo izquierdo se estiro con esfuerzo tropezándose torpemente con algunos de los objetos sobre el pequeño mueble, sus dedos palpaban de un lado a otro en busca del reloj.. al lograr callar el ruido, su brazo se regreso a la cama con la intención de descansar un poco mas, pero a pesar de eso.. sabía que no tendría el tiempo que desease ese día para permanecer en cama, después de casi una semana de inactividad, aquellos habían sido los peores días de su vida.. por el hecho de que esta vez, se encontraba totalmente solo.. sus ánimos habían decrecido al punto de no desear nada mas, quedarse en cama acostado todo el día o ver un poco de tv había sido su rutina diaria desde que llego a vivir a ese departamento, el lugar no era totalmente de su agrado, su anterior vida le había otorgado el privilegio de tener todas las comodidades que cualquier persona en el mundo desearía.. aquellos lujos habían durado alrededor de 12 años.. el vivir de ese modo del cual no estaba acostumbrado lograba deprimirle bastante y no solo eso, la falta de personas a su alrededor lo habían llevado a un aislado rincón de tristeza y soledad, sus ojos se abrieron lentamente aun muy adormilados.. solo para observar en dirección a la ventana descubierta, el sol apenas comenzaba a salir por lo que el cielo se veía mas como una especie de atardecer.. tiempo sin despertar tan temprano, jamás pensó en que llegaría el día en que levantarse por las mañanas le fuera un fastidio, sus adormilados brazos hicieron presión contra la cama levantando su cuerpo sobre este hasta lograr sentarse por encima de las cálidas cobijas, su espalda se recargo contra la cabecera del mueble y colocando sus piernas juntas a la altura de su pecho, las abrazo al mismo tiempo que ocultaba su rostro entre las rodillas.. como si se tratase de un niño, sensaciones de humedad trataban de apoderarse por completo de sus ojos los cuales mantenía cerrados.. pero no había mas, no habían mas lagrimas que dejar escapar, estas se habían desvanecido con los días. después de unos minutos aquellos morados ojos se abrieron una vez mas esta vez con la intención de ver al reloj, aun quedaba tiempo, pero de lo mas profundo de su ser, no deseaba continuar gastándolo en tales degradantes condiciones, bajo de la cama poniéndose de pie en el frio suelo y abrió la puerta para llegar a la pequeña cocina, tomando la palanca del refrigerador, lo abrió solo para notar lo vacio que este se encontraba, una mano apretó ligeramente su estomago.. no estaba hambriento, pero no había comido nada desde la noche anterior, lo mas saludable hubiese sido comer aunque sea un poco de aquella carne humana, cerro la puerta sin mas y dirigiendo nuevamente sus pasos a la habitación, con la intención de tomar un cálido baño y después vestirse, si continuaba perdiendo mas minutos llegaría tarde a su primer día de trabajo en aquel nuevo lugar, alrededor de 30 minutos fueron suficientes para que su aspecto fuese arreglado totalmente, el baño no había durado demasiado, sus ropas ya estaban portadas en su delgado cuerpo, lo mas elegante posible, una camisa blanca abrochada hasta el cuello, dejando un botón suelto para que esta no molestara tanto en su cuello y unos pantalones negros pegados totalmente a su figura, además de un cinto en su cadera ayudando a sostener su camiseta fajada por debajo del pantalón, se miro al espejo una vez mas terminando de peinar uno que otro mechón rebelde difícil de ocultar, sus pertenencias como ropa ya habían sido empacadas en unas cuantas maletas, no era mucho a pesar de todo el dinero que poseía, no era el tipo de persona que contaba con una gran cantidad de atuendos en su armario, tenía solo los que consideraba suficientes para pasar los días.. era hora, debía partir de aquel departamento antes de que se hiciera tarde, se dirigió donde el par de maletas, una mas péquela que la otra y las tomo a ambas para después salir al corredor del edificio, días antes ya había avisado de su retiro a la dichoso encargado de las habitaciones, pero las cosas aun no habían sido aclaradas del todo, se tomaría tiempo después para regresar las llaves del departamento y así abandonar por completo ese lugar, no lo necesitaría mas, ya que habían aceptado su solicitud de trabajo en una nueva mansión.. no podía pensar en dedicarse a trabajar en otro tipo de ambiente, la mayor parte de su vida la había dedicado a servir a otros, planeaba continuar con la costumbre.. termino por bajar los pisos hasta llegar a la primera planta del edificio y después salir a la calle en busca de un taxi, para su suerte justo fuera de ahí solían encontrarse bastantes taxis, no le fue difícil conseguir uno, la dirección del lugar la había memorizado, por lo que no necesitaba guiarse de algún mapa o algo por el estilo, con ayuda del hombre propietario del auto de servicio, subió ambas maletas en los asientos y enseguida el mismo, el vehículo se puso en marcha a tan distinguido vecindario, las casas en esa zona eran mas lujosas que en el resto de la ciudad, la mayoría contaba con barandales metálicos color negro dejando vista a aquellos hermoso jardines repletos de flores en condiciones muy buenas, su atención por el momento se encontraba hacia la ventana y todo lo que pudiese ver al exterior, la velocidad del vehículo despendio hasta terminar parándose frente a una enorme casa, mas grande que las anteriores vistas, a comparación de las otras, el jardín de enfrente no era tan amplio, pero el lujoso aspecto no faltaba, salió a la banqueta bajando su equipaje consigo, pago al hombre y por ultimo, termino quedando solo nuevamente frente al lugar, sostenía con fuerza las agarraderas de las maletas.. su corazón comenzó a latir un poco mas rápido.. por alguna razón se encontraba nervioso.. ¿Cómo seria su vida de ahora en adelante?¿con que clase de personas conviviría? Esas y muchas mas preguntas surgían en su mente, sin mas que esperar, dio un pequeño suspiro y se acerco a la reja metálica de la entrada y avisando de su presencia por lo que parecía ser una especie de parlante adherido a los ladrillos que sostenían el peso del metal de la gran puerta, esta automáticamente se abrió después de unos segundos, enseguida sus pasos se adentraron en la propiedad, había una gran puerta de madera al final del corto camino empedrado, esta se abrió dando a notar la presencia de un hombre, al parecer de la tercera edad portando un traje negro elegante.. como un mayordomo, probablemente porque eso es lo que era , coloco su equipaje en el suelo y con calma hizo una reverencia frente al hombre de cabellos canucios, este solo le miro sonriente y de igual forma se reverencio ante el joven-
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