Derecho procesal III

Notas de para las conferencias del Siglo XVIII.

A finales del S/XVIII el conflicto entre la burguesía  monárquica y la nobleza feudal marcaba la contradicción de la época, la burguesía era portador de un nuevo modo de producción más revolucionario, el capitalismo y su lucha contra el feudalismo explicaba también e cierto modo la liberación de las clases trabajadoras de las arbitrariedades y abusos de la nobleza feudal.

En este sentido la burguesía se arrogaba el derecho de representar a toda la sociedad incluida a los trabajadores en ese antagonismo con las clases feudales.

Sin embargo a esta situación el antagonismo explotados explotadores existía aunque mediatizado por el antagonismo antes mencionado, en este sentido Engels reconoce que al lado de todo gran movimiento burgués  que se desataba estallaban movimientos independientes de aquella clase que era improcedente más o menos desarrollado del proletariado moderno.

Tal fue en la época de la Reforma y de las Guerras campesinas en Alemania la tendencia de los Anabaptistas de Tomas Muncer, en la gran Revolución Inglesa los Leveyars y en la gran Revolución Francesa Baveuos.

Francia devino en el S/XVIII en el paradigma de estas contradicciones a diferencia de los ingleses y holandeses que materializaron sus revoluciones en el SXVII la burguesía francesa se levantará a fines del S/XVIII. Sin embargo la memorable Toma de la Batilla en 1789, marcará el inicio de la revolución más radical y de más trascendencia de toda la época moderna.

Un proceso de tales características no podía ser sino el resultado de una larga preparación, el auge del pensamiento filosófico, político y cultural que se conoce como Iluminismo o Ilustración francesa será precisamente la separación ideológica y cultural de esta gran gesta revolucionaria.

No es fortuito que desde esos momentos anteriores se prefiguraran en el pensamiento las líneas políticas y los ideales sociales que caracterizarían la futura revolución, muchos ilustrados del primer momento como Voltaire marcan el ideal de la monarquía constitucional y las tendencias más conservadoras de la burguesía mientras que un hombre como Rousseau devino paradigma del gobierno radical de los Jacobinos de la llamada Montaña.

El Siglo de las Luces o el de la Ilustración devinieron términos utilizados para describir las tendencias en el pensamiento y la literatura de la Europa y en toda América durante el Siglo XVIII previas a la Revolución Francesa.

La frase utilizada con mucha frecuencia por los escritores de este período convencidos de que emergía de siglos de oscuridad e ignorancia y se colocaban en una nueva edad iluminada por la razón, la ciencia y el respeto a la humanidad, los precursores de la ilustración pueden remontarse al S/XVII e incluso mucho antes.

Sobre las creencias comunes a filósofos y pensadores en este período lo más importante fue una fe constante en el poder de la razón, la época vio el impacto intelectual causado por la exposición de la teoría de la gravitación universal de Newton, si la humanidad podía resolver las leyes del universo las propias leyes de Dios, el camino estaba abierto para descubrir también las leyes que subyacen al conjunto de la naturaleza y a la sociedad, se llegó a asumir que mediante un uso juicioso de la razón un progreso ilimitado sería posible, progreso en conocimientos, el orden técnico y que tendría también consecuencias en valores morales.

Mas que un conjunto de ideas fijas la Ilustración implicaba una actitud, un método de pensamiento, de acuerdo con Kant el lema de la época debía ser “Atreverse a conocer” pues el deseo de reexaminar y cuestionar las ideas y los valores recibidos explorar nuevas ideas en direcciones diferentes de aquí las inconsistencias y contradicciones que a menudo aparecen en los escritos de los pensadores del S/XVIII cuyos defensores de la Ilustración no fueron filósofos en el sentido y la acepción del término, fueron más bien vulgarizadores comprometidos en un esfuerzo para ganar adeptos, les gustaba referirse a si mismo como “El partido de la humanidad” en un intento de orientar a la opinión pública a favor imprimieron panfletos, folletos anónimos y crearon un sin número de periódicos y diarios.

Francia conoció más que ningún otro país un desarrollo sobresaliente de estas ideas y el mayor número de propagandistas de las misma, por allí el filósofo Montesquieu fue uno de los primeros representantes del movimiento comenzó a publicar varias obras satíricas contra las constituciones existentes así como su estudios sobre las instituciones políticas “El espíritu de las leyes” 1748.

Fue en París donde Diderot autor de varios trabajos filosóficos emprendió la edición de la enciclopedia, esta obra en la que colaboraron varios autores fue concebida como un compendio de todos los conocimientos y a la vez como un arma polémica para representar las posiciones de la ilustración y atacar a sus oponentes.

Durante la primera mitad del S/XVIII los líderes de la Ilustración libraron una ardua lucha contra fuerzas considerables, muchos fueron encarcelados por sus escritos y la mayoría sufrió persecución por parte de las organizaciones políticas instituidas, así como descalificaciones y condenas por parte de la iglesia.

En muchos aspectos sin embargo las últimas décadas del siglo marcaron un triunfo de este movimiento en Europa y en América hacia 1770 la segunda generación de Ilustrados  recibió pensiones del gobierno quien asumió la dirección de academias intelectuales ya establecidas, el enorme incremento en la publicación de periódicos y libros aseguró una amplia difusión de sus ideas.

Los experimentos científicos y los escritos filosóficos llegaron a estar de moda en amplios sectores de la sociedad incluidos los miembros de la nobleza y del clero, la Ilustración dejó una herencia perdurable en los S/XIX y XX marcó un paso clave en el declinar de la iglesia y en el crecimiento del secularismo actual, en ella se desarrolla la forma mas avanzada de materialismo filosófico y de dialéctica materialista surgida antes del marxismo, sirvió como modelo para el liberalismo político y económico y para la reforma humanitaria a través del mundo occidental del S/XIX.

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