Desmotivación Del Profesorado

Las Desmotivaciones del Profesorado

Excelente maestro es aquél que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un gran deseo de aprender.

Arturo Graf

Si, a menudo he escuchado hablar de los maestros, y también hablar a los maestros, sobre cosas buenas, como los logros que han tenido, las vidas que han cambiado, todo lo que han mejorado y que seguirán mejorando, hablar de sus alumnos, de la satisfacción que les da el escuchar que les llaman “Maestros” y lo felices que son de ser maestros. Pero como no todo es “miel sobre hojuelas” también he escuchado las cosas malas, y las no tan buenas; esas cosas que hacen que los maestros hoy no estén tan felices como un maestro debería.

La educación como se me ha dado siempre me ha parecido buena, ha cumplido con mis expectativas, me ha ayudado a salir adelante, pero no por eso no estoy al tanto de los problemas educativos, he tenido buenos y malos maestros, con estrategias excelentes, deficientes y en algunos casos pésimas, con una formación inadecuada (nunca me ha parecido del todo que ingenieros, abogados, administradores de empresas y profesionistas de otros campos sean maestros de educación básica) y todo lo habido y por haber en el mundo de los docentes, y con lo leído en los últimos días he llegado a entender un poco más los problemas de la educación.

Escribiré esto no sólo para explicar los problemas del profesorado, porque esos los sabemos todos, no tendría caso explicar los problemas de la educación si ya los sabemos, porque se me ha encomendado y porque en realidad es lo importante, se explicará el por qué.

He leído “Desmotivaciones del Profesorado” de Jurjo Torres y me ayudó a comprender esas cosas que siempre escuché pero nunca entendí, menciona 16 desmotivaciones principales, que son:

1.- Incomprensión de las finalidades de los sistemas educativos.

2.- Formación inicial muy deficitaria-

3.- Pobreza de las políticas de actualización del profesorado.

4.- Concepción tecnocrática del trabajo docente.

5.- Un currículum obligatorio sobrecargado de contenidos.

6.- Una administración del sistema educativo burocratizante.

7.- Falta de servicios de apoyo y de una inspección escolar.

8.- Ausencia de una cultura democrática en los centros escolares.

9.- Problemas de comunicación con el alumnado.

10.- Dificultades para relacionarse con las familias.

11.- El profesorado como único responsable de la calidad de la educación.

12.- Ambiente social de escepticismo y banalización.

13.- Políticas de mercantilización y privatización.

14.- Falta de incentivos al profesorado más innovador.

15.- Una continua ampliación de las funciones encomendadas a la educación.

16.- Mayor visibilidad en los efectos del trabajo del profesorado.

He visto a la educación reformarse y actualizarse tantas veces que algunas me parecieron inútiles, y he visto también sufrir a los maestros porque no pueden entender lo que deben hacer, porque no entienden lo que enseñan y no saben para qué, este asunto de que la sociedad esté en constante cambio resulta un verdadero dolor de cabeza para los docentes, en especial para los que llevan más años de experiencia, creo que el ser humano tiende a resistirse al cambio, y es algo que de alguna manera encuentro comprensible, después de todo, tenemos derecho a hacer lo que mejor nos funcione, lo que nos de resultados; tal vez la mejor manera de combatir este problema es hacer que los maestros convivan más con las innovaciones tecnológicas, que traten de convivir más con sus alumnos, así se solucionaría otro problema, sería maravilloso que los maestros fueran ese ejemplo que solían ser, pero para que los maestros vuelvan a ser respetados es necesaria una buena educación valoral, y esa no sólo se da en las escuelas, se empieza en los hogares, si los alumnos vieran en sus maestros el ejemplo, si lo respetaran, si tuvieran confianza (que el maestro debe ganarse siendo una persona amable, hablando con sus alumnos, abriéndose a ellos para que exista una relación más cercana) aprender y enseñar sería más fácil, sería como debe ser.

Alguna vez escuché (y vi también) a algún maestro decir que no sabía cómo enseñar, que no tenía idea de qué debía hacer para que sus alumnos aprendieran, y aquí aparece otro problema, la formación resulta insuficiente, los 4 años de estudio no son capaces de instruir y dar lo necesario a los profesores, una propuesta que también leí, y que me pareció más adecuada que aumentar los años de estudio fue implementar un plan de “tutorías” donde el maestro recién egresado tuviese a un docente con experiencia para que lo orientara en situaciones que le resultaran complejas; podría funcionar, tener alguien a quién preguntarle mientras el recién egresado aprende a resolver las situaciones

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