Diureticos De Asa

Generalidades sobre la presión arterial alta (hipertensión)

La presión arterial es la medición de la intensidad con la que la sangre ejerce presión contra las paredes de las arterias cuando circula por el cuerpo. Es normal que la presión arterial suba y baje durante el día, pero si se mantiene elevada, es un indicador de presión arterial alta. Otro nombre para la presión arterial alta es hipertensión. Cuando la presión arterial es alta, comienza a dañar los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones. Esto puede causar ataques cardíacos, apoplejía y otros problemas. Se denomina “asesino silencioso” a la presión arterial alta ya que generalmente, no causa síntomas mientras provoca daños.

La presión arterial se mide con dos números: sistólico y diastólico. Una persona con una presión sistólica de 120 y una presión diastólica de 80 tiene una presión arterial de 120/80 o de “120 sobre 80”.

El número sistólico muestra la intensidad con la que la sangre ejerce presión cuando el corazón está bombeando sangre.

El número diastólico muestra la intensidad con que la sangre ejerce presión entre cada latido, cuando el corazón está relajado y llenándose de sangre. Los adultos deben tener una presión arterial inferior a 120/80. Un valor de 140/90 o más se considera presión arterial alta. Muchas personas tienen una presión intermedia, que se denomina prehipertensión. Las personas con prehipertensión necesitan realizar cambios en el estilo de vida para disminuir la presión arterial y ayudar a prevenir o retrasar la presión arterial alta.

Se conocen varios factores que elevan la presión arterial, entre estos esta el sobrepeso, el exceso de alcohol, los antecedentes familiares de hipertensión, el consumo excesivo de sal y la edad avanzada. La presión arterial también puede elevarse si usted es poco activo, si no come suficiente potasio y calcio, y si tiene una afección denominada resistencia a la insulina.

La presión arterial alta, generalmente, no causa síntomas y en esta es necesario un tratamiento ya que si no es controlada, la presión arterial alta puede dañar el corazón, el cerebro, los riñones o los ojos. Este daño causa problemas como enfermedad coronaria, apoplejía e insuficiencia renal.

Por otro lado las personas que sufren de crisis hipertensivas que consiste en presión arterial que aumenta demasiado rápido puede presentar síntomas como problemas visión, nauseas y vómitos.

Diuréticos de asa

Los diuréticos de asa inhiben la reabsorción desde el asa ascendente de Hellen en el túbulo renal, y son útiles sobre todo en situaciones en las que es necesaria una diuresis eficaz y rápida, como la reducción del edema pulmonar agudo secundario a insuficiencia ventricular izquierda. También se utilizan para tratar el edema asociado a enfermedades renales o hepáticas y se administran a dosis altas en el tratamiento de la oliguria por insuficiencia renal crónica. Los diuréticos de asa pueden ser eficaces en pacientes que no responden a los diuréticos tiacídicos.

Los diuréticos de asa, o diuréticos de techo alto, como la furosemida, son los más potentes y rápidamente producen una diuresis intensa dependiente de la dosis de duración relativamente corta. La furosemida por vía oral produce diuresis en los 30-60 minutos de la administración, con el efecto diurético máximo en 1-2 horas. La acción diurética dura 4-6 horas. La furosemida intravenosa produce diuresis a los 5 minutos, con el efecto diurético máximo en 20-60 minutos y diuresis completa en 2 horas.

Debido a su duración de acción más corta, el riesgo de hipopotasemia puede ser menor con los diuréticos de asa que con los diuréticos tiacídicos; si es preciso, se pueden administrar

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