EL PROCESO EDUCATIVO EN EL PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO
Enviado por dss01 • 19 de Junio de 2016 • Resumen • 2.268 Palabras (10 Páginas) • 1.061 Visitas
CENTRO DE INVESTIGACIÓN PARA LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA[pic 1]
MAESTRÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR
SOCIOLOGIA DE LA EDUCACIÓN
Tipos de sociología
CAPITULO 2
PROFESOR:
DRA. XOCHITL ZAMORA PEDRAZA
ALUMNO:
JUAN ZAMORA RANGEL
SEGUNDO SEMESTRE
EL PROCESO EDUCATIVO EN EL PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO
El tema de la educación ha sido tratado frecuentemente y ampliamente tanto por los teóricos de la educación como por los analistas empíricos de la primera mitad del siglo XX.
De ellas se han seleccionado algunas ideas de los autores más significativos, quienes contribuyen a orientar las preocupaciones actuales.
Sociología crítica
Esta teoría nace en la llamada Escuela de Frankfurt, foco de pensamiento filosófico que no acepta mecánicamente las categorías marxistas, Podemos decir que la teoría crítica es heterogénea y que su articulación es la búsqueda por la emancipación, la no represión, la no explotación, así como la reconstrucción de una sociedad democrática y solidaria.
para los seguidores de la escuela crítica sea el proceso educativo formal el único capaz de contrarrestar los efectos nocivos de la despersonalización producida por la masificación.
Entre los elementos atractivos de esta teoría están la búsqueda de la emancipación entendida como el desarrollo de la personalidad individual.
El proyecto de la teoría crítica ha servido para desarrollar modelos de pensamiento que intentan mantener viva la idea de emancipación.
Entre los elementos atractivos de esta teoría están: la búsqueda de la emancipación entendida como el desarrollo de la personalidad individual, y la búsqueda de la solidaridad frente a un mundo cada vez más burocratizado que oprime al individuo y le hace perder el verdadero sentido de la vida.
El concepto actual de la ciencia contiene aún el momento de crítica que en otro tiempo estaba incluido en la filosofía militante, el cual es, por su esencia, democrático, ya que somete básicamente el conocimiento al control de aquella esencial racional.
Si la abstención de juicios valorativos lleva a no afanarse reflexivamente por el orden de los fines, si se ahuyentan los corazones de los estudiantes no sólo de la especulación vigorosa, sino, asimismo, de la fantasía, entonces la fidelidad frente a los hechos se muda en limitación – por medio de los hechos – y la limitación es lo contrario de la libertad.
El siglo XIX consiguió por fin acallar la contradicción del pensar a la realidad, que había sido característica del pensamiento teórico, tanto en la décimo tercera como en la decimoctava centuria con la altaescolástica y la ilustración – por no hablar del Renacimiento.
E, inconscientemente y, por tanto, con mayor seguridad aquellos aspectos de las disciplinas por los que estas son apropiadas para ponerse al servicio de la pura praxis se hicieron los rasgos determinantes del pensamiento cultivado ante todo en las universidades; ello se cumple justamente en los campos que se encuentran más alejados de la praxis.
Existe una conexión interna entre el culto de los hechos en la ciencia, precisamente en sus vástagos intelectuales, y la falta de resistencia con que la gente - en primer lugar, las llamadas personas cultas- se dejan dominar.
El que podamos dar forma correctamente al mundo, y en primer término a nuestro mundo circundante, no depende simplemente de lo que veamos, sino de cómo lo vemos: en toda teoría genuina se halla, como en las de naturaleza teológica, un momento afectivo, y verdaderamente en todo momento efectivo, uno intelectual como han sabido los grandes filósofos, de Sócrates y Platón a Leibniz y Hegel.
El texto de Marcase Notas sobre una nueva definición de cultura contrapuntea el concepto de cultura con el de civilización y le sirve de punto de partida para situar el papel de las ciencias sociales y del mundo académico:
Tomo como punto de partida la definición de cultura dada por Webster, es decir, la cultura como complejo de creencias, conocimientos, tradiciones, etcétera, que constituyen la superestructura de una sociedad.
Hablamos de una cultura (pasada o presente) solamente si sus fines y valores representativos estuvieron (o están) en cierta medida traducidos en la realidad social.
Los miembros de la respectiva sociedad deben demostrar una evidente afinidad con respecto a los valores consagrados: deben servir de base para su posible realización. En otras palabras, la cultura es más que mera ideología.
Para comenzar debemos hacer dos comprobaciones restrictivas: a) la “validez de la cultura permaneció siempre confinada a un universo específico, constituido por identidades tribales, nacionales, religiosas o de otro tipo. (las excepciones fueron condenadas a permanecer ideológicas.)
La cultura llega a ser suspendida e incluso prohibida, y la inhumanidad, a menudo, puede seguir libremente su curso. b) únicamente la exclusión de la crueldad, del fanatismo y de la violencia no sublimada es lo que permite la definición de la cultura como proceso de humanización. De todos modos, estas fuerzas (y su institución) pueden formar parte integrante de la cultura, de modo que el logro o la aproximación a los fines culturales tiene lugar mediante la práctica de la crueldad y la violencia. Esto puede explicar la paradoja de gran parte de la “alta cultura” occidental que ha sido una protesta y una acusación dirigida contra la cultura y no solamente contra su miserable traducción en la realidad, sino contra sus mismos principios y contenidos.
Con base en las aserciones precedentes, el nuevo examen de una cultura determinada implica las relaciones de los valores con los hechos, no como problema lógico o epistemológico, sino como problema de estructura social.
Algunas de las implicaciones en la distinción entre cultura y civilización pueden se mencionan en dos vertientes:
CIVILIZACIÓN
- Trabajo manual
- Jornada de trabajo
- Trabajo
- Reino de la necesidad
- Naturaleza
- Pensamiento operativo
CULTURA
- Trabajo intelectual
- Vacaciones
- Tiempo libre
- Reino de la libertad
- Espíritu (geist)
- Pensamiento no operativo
En lo que se refiere a la eliminación del antiguo contenido antagónico, ahora trataré de mostrar que no se trata de los avances de un ideal romántico cualquiera que sucumbe al progreso tecnológico, ni de la progresiva democratización de la cultura, ni tampoco de una mayor igualdad de las clases sociales, sino más bien de la falta de espacio vital para el desarrollo de la autonomía y de la oposición, la destrucción de un refugio, de una barrera contra el totalitarismo.
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