“EXPERIENCIAS EDUCATIVAS CON NUEVOS FORMATOS ESCOLARES”

ALUMNA: BARBARA VIVIANA GOIRIS

TÍTULO: “EXPERIENCIAS EDUCATIVAS CON NUEVOS FORMATOS ESCOLARES”.

La Resolución 174/12 del CFE que se refiere a las Trayectorias Escolares, convoca  a las jurisdicciones a diseñar acciones en pos del fortalecimiento de las trayectorias escolares. En el punto 4 señala: “…se vuelve prioritario proponer y construir distintas formas de escolarización que permiten superar prácticas y saberes que esperan lo mismo, de la misma manera y al mismo tiempo. Parte de las dificultades en la trayectoria escolar se vinculan con la existencia de formas rígidas de organización que responden a un modelo homogeneizador”.

Uno de los conceptos a tratar es trayectoria escolar, determinado por el sistema educativo que define, a través de su organización y sus determinantes A su vez hay dos concepciones en torno a esta idea que son dos conceptos muy sencillos: trayectoria teórica y trayectoria real.

La trayectoria teórica expresa itinerarios en el sistema que siguen la progresión lineal prevista por éste en los tiempos marcados por una periodización estándar. Implica ingresar a tiempo al sistema escolar, permanecer, avanzar un grado por año y aprender. Esa es la teoría de la trayectoria escolar y el diseño del sistema.

Tres rasgos del sistema educativo son especialmente relevantes para la estructuración de las trayectorias teóricas: la organización del sistema por niveles, la gradualidad del curriculum, la anualización de los grados de instrucción.

La trayectoria real es cuando los niños y jóvenes transitan su escolarización de modos heterogéneos, variables y contingentes. Son las que se encuentran en las escuelas, difieren de la teórica. En las escuelas hay discontinuidades y rupturas. Hay alumnos que: ingresan tardíamente al sistema,  abandonan temporariamente,  tienen inasistencias reiteradas o prolongadas, repiten de año una o más veces,  presentan sobreedad, tienen un rendimiento menor al esperado, etc.

Hay desafíos nos plantean las trayectorias escolares:

1. Invisibilización en las transiciones escolares: en las trayectorias reales muestran enormes cantidades de puntos críticos donde se producen las entradas, las salidas, las repitencias, los cambios, las mudanzas, los ausentismos temporarios, etc., en la medida en que esto sucede, un riesgo fuertísimo que plantean estas trayectorias no encauzadas a la manera de lo que espera la teoría de la trayectoria escolar, es que los sujetos se nos vuelvan invisibles. Un ejemplo muy claro es el de la transición de la primaria a la secundaria. Cuando un niño egresó de la escuela primaria, la escuela primaria no tiene mucho que hacer con él porque “ya egresó”. Cuando todavía no ingresó a la escuela secundaria, la escuela secundaria no tiene mucho que hacer con él porque “todavía no es” alumno de la escuela. Claro, cuando la obligatoriedad sólo era de la escuela primaria, esto era un problema pero no tenía la gravedad que tiene hoy en día, cuando se ha establecido desde hace ya muchísimos años, más años de escolaridad; en el marco de la ley de educación nacional, obligatoriedad hasta la finalización de la escuela secundaria.
2. Relaciones de baja intensidad con la escuela: son las relaciones en las cuales los chicos van a veces y a veces no van, van un día pero no tiene la menor idea de lo que pasó el día anterior ni les preocupa averiguar qué es lo que pasó, donde no llevan los útiles y no les importan mucho las consecuencias de no hacerlo.
   Si la relación con la escuela es indisciplinado, si la relación de baja intensidad va acompañada además de indisciplina en términos de incumplimiento de pautas de convivencia establecidas por la escuela, entonces probablemente eso sí termine en una implosión algo más violenta y seguramente con una salida de la escuela del alumno.
3. Ausentismo de los estudiantes: Hay de diversos tipos. Cada una de estas formas de ausentismo rompe un supuesto, que es el supuesto de presencialidad. Hay dificultades para dar la respuesta pedagógica adecuada a estas formas de presencia en la escuela que no cumplimentan con aquella expectativa que es la ausencia  de todos los días, todo el tiempo, etc. Por ej. Ausencia de las jóvenes embarazadas.
4. (Sobre)edad: es una manera escolar de mirar la edad de los sujetos. Los sujetos, no tienen sobreedad, tiene edad: 6 años, 8 años, 14 años. Esa edad se convierte para la escuela en un problema por aquello de las trayectorias teóricas. La escuela supone que los chicos de cierto grado escolar deberían tener cierta edad y en una cierta categoría (sobre)edad para referirnos a ese desfase entre la edad cronológica de un sujeto y la edad que debería tener quienes asisten a la escuela en un cierto grado escolar. Ricardo Baquero dice, “la sobreedad es una enfermedad que se contrae solamente en la escuela”. En la escuela hay una expectativa respecto de la edad que es una expectativa “razonable”, porque así se estructuró la escuela.
5. Bajos logros de aprendizaje: cuando las trayectorias escolares son discontinuas como suelen ser en algunas de estas trayectorias no encauzadas, van acompañadas de lo que podemos llamar “bajos logros de aprendizaje”. Los alumnos portan unas certificaciones escolares que debieran ser garantía de determinados aprendizajes. La propia escuela que emite esa certificación, se supone que da crédito de ciertos aprendizajes pero lo hace a sabiendas de que esos niños y niñas no tienen los aprendizajes esperados.

Otro concepto a tratar es el formato escolar fuera de la escuela: El formato escolar se organiza en base a una lógica escolar graduada. Según esta lógica, la edad cronológica de los sujetos debe corresponderse con el grado al que asiste, en correlación a la vez con una supuesta etapa de desarrollo del sujeto. El trípode edad-grado-etapa de desarrollo define buena parte de la actividad escolar, trípode en el cual, la variable tiempo desempeña un rol peculiar. La organización gradual y homogénea y los tiempos asignados al cumplimento de la actividad en las prácticas cotidianas parecen sustentarse en los ritmos de aprendizaje de los sujetos. La organización escolar marca rumbos determinados de desarrollo, unilineales y progresivos, los cuales suelen ser concebidos como el desarrollo natural del sujeto, al que éste debe ajustarse.

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