El Docente Ideal, Un Concepto Ambiguo

INTRODUCCIÓN

Para el siguiente trabajo, voy a abordar la práctica del docente, como es que pone en juego sus conocimientos, habilidades y saberes dentro del aula de clase, y ver como a veces, aun cuando el docente al frente de un grupo tiene los conocimientos, tiene grandes referentes teóricos no logra aplicarlos de la manera más eficaz dentro del aula.

Así mismo, puede que las estrategias que utiliza para movilizar los conocimientos del alumno no suelen ser las acertadas, y aun así los docentes las siguen aplicando, a veces sin detenerse a reflexionar si de verdad lo que realizan benéfica al grupo.

Y como es que, todos esos elementos van formando el concepto de docente, como poco a poco las acciones que va realizando le van creando una identidad, que, a cumplirlas en su totalidad, crean a un docente ideal.

Para ello se tomará en cuenta las jornadas en las que me he visto inmersa siendo estas, las proveedoras de información de primera mano para la realización del trabajo y poder dar una mejor confrontación de lo que en clase se ha visto.

EL DOCENTE IDEAL, UN CONCEPTO AMBIGUO:

Contraste entre lo deseado y lo vivido

Hoy en día la formación del docente está encaminada a ser algo ideal para la sociedad, se le exige que sea una persona competente, estratega, con gran cantidad de conocimientos, saberes, que movilice en la situación que lo requiera, que haga uso de ello en cuanto las circunstancias en las que se encuentre se lo demanden, así mismo se pretende que el docente proporcione a sus alumnos ambientes en los cuales ellos construyan su propio conocimiento, es decir que cumplan un papel de mediadores dentro del aula escolar.

Algunos autores hacen mención de ello, tal como Tardif en el texto los saberes del docente y su desarrollo profesional dentro el cual nos menciona que: El profesor ideal es el que conoce su materia, su disciplina y su programa, además de poseer ciertos conocimientos relativos a las ciencias de la educación, pedagogía y que desarrolla un saber práctico, basado en su experiencia con los alumnos. Siendo esto entonces el docente debe estar sumamente preparado para lograr una práctica satisfactoria, lograr que los alumnos lleguen al conocimiento, entonces, ello dependerá en gran medida de lo preparado que pueda estar el docente.

Esto de igual manera le permite al docente atender a aquellos imprevistos que tanto están presentes en el aula, ya que, si la actividad que está llevando a cabo con los alumnos no es de su interés, el docente, al tener el objetivo claro de su intervención, tendrá la capacidad suficiente para implementar una nueva actividad que responda ya no solo al objetivo de la clase, sino de igual manera al interés de los alumnos.

Y sin embargo la imagen del docente ideal no solo consiste en que éste tenga grandes cantidades de conocimiento sino que sea capaz de ponerla en acción (tal como se comentaba anteriormente en cuanto a la solución de los imprevistos) Entonces no solo deberá saber, sino también saber hacer, poner en juego sus saberes, conocimientos, actitudes y valores, todo ello con el fin de que los alumnos alcancen nuevos conocimientos, es decir, encaminarlos a ser personas competentes.

Para lograr ese fin, también es necesario que el docente emplee estrategias que le permitan atender a la diversidad que se encuentra dentro de su aula, algunos autores como Gimeno Sacristan nos menciona que, una manera de conocer lo que los alumnos desean, necesitan, y saben es abrir espacios en el aula espacios de conocimiento compartido que se enriquecerá constantemente con las aportaciones de cada uno de los alumnos según sus posibilidades y competencias.

Aquí el docente se da la oportunidad de conocer a su grupo de una manera más minuciosa, al permitirles un espacio para la expresión, en donde cada alumno demostrara que tanto ha logrado construir en cuanto a su conocimiento y esto lo puede tomar el docente como una evaluación a su clase, para que de ello posteriormente, cree los espacios que los niños necesitan para llegar a nuevos conocimientos. Sin embargo en muchas ocasiones esto se logra visualizar en los preescolares en proceso, ya que muchas veces se le presta la atención a los niños, se les escucha y se detecta lo que necesita, sin embargo por cuestión de tiempos, el número de alumnos que se tienen o bien la poca habilidad para atender a ello, solo se queda en ese diagnóstico y no se procede a atender a los alumnos según sus necesidades.

Entonces lo vemos aquí que el cumplir con los ideales que se tienen de la figura del docente, no solo bastará con contar con los conocimientos, sino también ponerlos en juego, así mismo, se deber romper con algunos esquemas, algunos patrones que los docentes suelen repetir en sus prácticas (después de haber estado en contacto con ellas en algún momento de su trayecto formativo) para alcanzar o acercarse mas a ese concepto de docente ideal.

Navia, por ejemplo nos plantea que, algunos docentes repiten los patrones tradicionalistas como el estímulo sanción para controlar la disciplina del grupo, lo cual a la larga perjudica al alumno ya que lo orilla a buscar estrategias de como evadir los castigos, más que para apropiarse de conocimiento, y digo que a la larga, ya que en la práctica docente, el aprendizaje y en la vida misma se encuentra el estímulo-sanción, estas estrategias conductistas las tenemos presentes en todo momento porque son útiles, porque llegan a ser necesarias para el aprendizaje optimo, la tarea de ello está en no abusar del proceso.

Muchas veces se observa dentro de los preescolares que los docentes, para facilitar el trabajo, deciden basar en ello (los métodos conductistas) el desarrollo de sus clases, lo cual les permite un mejor control del grupo, y erróneamente elogios por parte de algunos compañeros, quienes consideren que eso es “tener un buen grupo” o que solo así “el alumno podrá aprender”.

Entonces habría que resaltar que el docente no solo es docente por colocarse al frente de un grupo, sino que es algo más complejo, ya se mencionaba que debe ser estratega, competente, conocedor, capaz de conocer a su grupo, es flexible y una parte importante que debe ser crítico y reflexivo, esto lo menciono en relación a la disciplina de la que Navia nos hace mención, ya que dice que en ocasiones esos métodos los utilizan los docentes porque durante su formación lo vivieron, y fue tan constante que lo visualizaron como algo tan cotidiano, que no se detuvieron

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