El Enfoque De Competencias

EL ENFOQUE DE LAS COMPETENCIAS EN EDUCACIÓN PREESCOLAR.

¿Una alternativa o un disfraz de cambio?

Como bien sabemos el tema de las competencias forma parte del ámbito discursivo actualmente, más sin embargo, de acuerdo a las perspectivas de sus planteamientos se trata no sólo de que se queden en el plano del discurso sino de que se incorporen a la mejora de los procesos educativos, para esto es necesario dar solución a algunas cuestiones fundamentales.

La ausencia de una perspectiva genealógica del concepto. Existen varios términos de la palabra competencia ya que este se utiliza en el campo de la lingüística, al laboral, para que de esta manera adquiera significado en la atribución de pautas de desempeño en un sujeto, para que este tenga la capacidad de resolver algún problema. Otra campo es el de la psicología en esta existen tres significados: el biológico, neurológico y el psicológico propiamente “pugna de contenidos de la psique de un individuo” (Alonso, 1998)

La transformación del concepto de competencias adquiere significados por las disciplinas o ámbitos en los que ha transitado. Es por esta razón que el termino antes mencionado tiene un sentido utilitario en el mundo del trabajo, en donde se le concibe como alguna estrategia que se apoya fundamentalmente en el análisis de tareas, a partir de la cual se busca determinar cuales son las etapas puntuales en las que se debe formar a un niño.

Por esa misma razón es favorable en este contexto abordar con mayor detenimiento los procesos de innovación para permitir que realmente sean asumidos por quienes los pueden llevar a la práctica, y estas así se puedan convertir en acciones pedagógicas reales, para concederles un tiempo adecuado para realizar una mejor valoración con respeto a sus aciertos y sus limitaciones. Pues como bien sabemos en el sistema educativo no se concede tiempo para examinar con detenimiento los resultados de la misma, ya que esos tiempos de innovación no responden a una necesidad pedagógica, sino a la dinámica que la política educativa asume en cada ciclo presidencial.

La novedad con el enfoque de competencias radica en una puntualización minuciosa de los aspectos en los cuales se debe concentrar “el entretenimiento” o “la enseñanza”. Los términos aptitudes; este termino da cuanta de diversas disposiciones de cada individuo, y habilidades; este permite remitir a la apariencia que ha desarrollado a partir de tales aptitudes, estas se encuentran de alguna forma relacionados con el concepto de competencias. Ya que a partir de aquí se derivan dos tipos de competencias; las umbral: estás reflejan los conocimientos o habilidades mínimas o básicas que una persona necesita para desempeñar un puesto y las diferenciadoras: “distinguen a quienes pueden realizar un desempeño y a quienes tiene un termino medio” (Agut y Grau, 2001)

Las limitaciones de su empleo en el campo del currículo. En el caso de la educación preescolar esta perspectiva se manifiesta en la formulación de múltiples competencias, lo que lleva, a que cada sesión de clase se suponga que se desarrollan cinco u ocho competencias de los seis campos formativos que marca el programa. En general de acuerdo con el programa de educación preescolar 2011, tiene un carácter abierto, lo que significa que la educadora es responsable de establecer el orden en el que se abordaran las competencias propuestas para este nivel educativo, seleccionar o diseñar las situaciones didácticas que considere convenientes para promover las competencias y el logro de los aprendizajes esperados. De esta manera serán relevantes en relación con las competencias a favorecer y pertinentes en los diversos contextos socioculturales y lingüísticos.

Sin embargo, en el proceso de construcción de los planes de estudio se requiere elaborar una especie de mapa de competencias, el cual solo se puede hacer a partir del análisis de tareas, ya que esta demanda descomponer un comportamiento complejo en comportamientos simples, haciendo la readaptación de objetivos comportamentales.

La ausencia de una reflexión conceptual que acompañe la generalización de una propuesta. La carencia de una necesaria vinculación teoría-práctica lleva a que la generalización de la técnica en el mejor de los casos lleve a una especie de aplicación minuciosa con desconocimientos de los fundamentos conceptuales los cuales permitan generar las adaptaciones que reclama la realidad. Pero si bien al sistema educativo parece importarle más su capacidad para declarar la asunción de una innovación que realmente lograr una acción real, consistente y de mediano plazo en el sistema, por ello se desconfía de la potencialidad de cualquier propuesta pedagógica.

Dilucidar las aportaciones que el enfoque por competencias ofrece frente a otras perspectivas. “Según Perrenaud, el enfoque por competencias remite al debate entre los paradigmas de la didáctica” (Ángel, 2006), como bien sabemos este es un tema muy poco abordado en el campo de la didáctica, ya que la mayoría de los autores que lo abordan colocan las distintas perspectivas una frente a otra, negándole su papel que históricamente han desempeñado en la educación, pero sobre todo caricaturizan el contenido de cada uno de ellos. En todo caso es una expresión del desprecio que existe en nuestro medio por los saberes que emanan de la didáctica.

En fin la función de la escuela en esta perspectiva es preparar la para la vida; la finalidad del contenido escolar debe tener valor en si mismo y no por su utilidad práctica. La función de la erudición aparece consagrada en la acción escolar. Mas que un orden de aprendizaje es necesario identificar una estrategia para allegarse a la información, sin salirse de su plano que es el de atender la solución de problemas o aspectos cotidianos; la educación en esta perspectiva es la vida misma.

Perrenaud enfatiza que una de las aportaciones más importantes de la perspectiva de las competencias es promover la movilización de la información en el proceso de aprendizaje.

El enfoque de competencias en el campo de la educación

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