El Fin De La Historia De Un Mueble
Enviado por vickygr123 • 6 de Noviembre de 2012 • 1.268 Palabras (6 Páginas) • 1.574 Visitas
El fin de la historia de un mueble
Eliseo Verón
Contratos
Umberto Eco anunciaba el fin de de una primera época en la historia, todavía muy corta, de la televisión y el comienzo de una televisión diferente. A la primera la llamó la paleo-televisión y a la segunda, cuyo advenimiento anunciaba, la neo-televisión. La característica principal de la neo-tv, decía Eco, es que habla cada vez menos del mundo exterior (lo que la paleo-tv hacia o fingía hacer); habla de sí misma y del contacto que está estableciendo con su público.
El público espera que la TV cumpla con su deber:
Diciendo la verdad
Diciéndola según criterios de importancia y de proporción
Separando la información de los comentarios
Los programas de imaginación o de ficción “habitualmente llamados espectáculos, son los dramas, las comedias, la ópera, los Films, los telefilms. En estos casos, el espectador realiza lo que se llama suspensión de la incredulidad y acepta ‘por juego’ considerar como verdadero y dicho seriamente lo que es, por el contario, el efecto de una construcción fantástica. “Se piensa”, comenta Eco, “que los programas de información tienen una importancia política [la gesta según Martin Serrano], mientras que los programas de ficción tienen una importancia cultural” [la parábola según Martin Serrano]
Eco subraya la oposición “entre las personas que hablan mirando la cámara y aquellas que hablan sin mirar a cámara”, “… el actor no mira a cámara para crear, justamente, una ilusión de realidad”. La mirada a cámara se asocia, en cambio con la televisión, con otro tipo de verdad. El que mira a la cámara está diciendo al espectador, señala Eco, “no soy un personaje imaginario, estoy verdaderamente aquí y es a usted a quien estoy hablando”.
La paleo televisión es caracterizada por Casetti y Odin a través de dos aspectos fundamentales: su “contrato de comunicación” y la manera en que se estructura el “flujo” de la oferta. El contrato de comunicación de la paleo-televisión es esencialmente pedagógico: los televidentes son una especie de “gran clase” y los profesionales de la televisión los “maestros”. La comunicación pedagógica tiene tres características:
1. Su objetivo es la transmisión de saberes.
2. Se trata de una comunicación voluntarista
3. Supone una fuerte jerarquización de roles: hay los que saben y los que esperan la comunicación de estos.
En la paleo-televisión el flujo está sometido a una grilla de programación estructurante: los programas se diferencian claramente uno de otros, están definidos por géneros (ficción, información, deporte, etc.), que facilitan la identificación del contrato específico de cada uno, y se ubican en una sucesión establecida de horas del día y de días de la semana.
La neo-televisión, de acuerdo con Casetti y Odin, implica un cambio de “modelo relacional” y los tres grandes aspectos de la paleo-televisión entran en crisis. De pedagógica, la televisión se vuelve próxima y accesible. El televidente comienza a intervenir expresando sus deseos y preferencias en tiempo real, por teléfono. Los géneros centrales de la neo-televisión son los talk-shows y los juegos: la pantalla chica se convierte en un espacio de conversación, y la vida cotidiana se vuelve el referente primero de la televisión. Se multiplican los programas “ómnibus” que mezclan los géneros y se montan cada vez más fragmentada. La neo-televisión coincide con la emergencia del video-clip.
Para Casetti y Odin en la neo-televisión no hay contrato; “no invita a los espectadores a poner en marcha un conjunto de operaciones de producción de sentido y de afectos, sino simplemente a vivir y a vibrar con la televisión: la relación contractual de tres polos es reempleada por una relación directa (…) pasar de la paleo-televisión a la neo-televisión es pasar de un funcionamiento en términos de contrato de comunicaciones a un funcionamiento en términos de contacto” (Castti y Odin, 1990:20)
En la paleo-televisión mirar la tv era entonces un acto social, más aun, un acto de socialización. En la neo-televisión, el proceso relacional es fundamentalmente indivualista.
Tres etapas
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