El liderazgo transformacional, una alternativa ant e el liderazgo autocrático

El liderazgo transformacional, una alternativa ant  e el liderazgo autocrático

(Por: Oscar Joel Espinal Lainez)

La evidencia respecto al liderazgo exitoso en educación se justifica con las siguientes frases: “El liderazgo es el segundo factor intra escuela después del trabajo docente en el salón de clases, que más contribuye al logro de aprendizajes en los estudiantes, igualmente los efectos del liderazgo usualmente son mayores en establecimientos donde son más necesarios, para el logro de aprendizajes” (Leithwood, Seashore Louis, Anderson y Wahlstrom 2004). El papel y las tareas de la gestión y coordinación que hoy tenemos en las Direcciones Municipales de Educación (DMu) son orientadas a través de las herramientas técnico pedagógicas que nos brinda FORTA, exigen una mayor relación para el buen funcionamiento en cada una de las estructuras de participación (Local, Municipal y Departamental) lo que garantizaría la efectiva participación de las diferentes instancias ya definidas en el DECRETO

35-2011 Ley de  Fortalecimiento a la Educación Pública y Participación Comunitaria ( APF, CED, CODDE, COMDE). En este contexto analizaremos como algunos tipos de liderazgo actualmente vigentes en el Sistema Educativo hondureño desestimulan o contribuyen al no cumplimiento de los 28 indicadores del Plan Estratégico Institucional ( PEI ) en la mejora de las áreas como acceso, cobertura,  eficiencia gestión, participación y  calidad educativa, que consecuentemente deben en gran medida ir de la mano  con las buenas práctica de un liderazgo democrático y transformador, esencial para desarrollar las competencias propias de un excelente gestor educativo.

Como DMu. deseamos fomentar en el personal docente que tiene funciones técnico pedagógicas y especialmente las de dirección de los centros educativos, un liderazgo transformacional, donde los docentes, padres de familia y estudiantes se comprometan al logro de las metas educativas. Para esto es necesario fomentar una nueva cultura de participación que motive a la comunidad educativa con la autorrealización, la autoestima y el crecimiento personal, ejerciendo en los miembros del grupo, cambios de visión que impulsen a las personas a dejar a un lado los intereses personales para buscar el bien colectivo. En este sentido estamos hablando del liderazgo transformacional mismo que genera un impacto positivo en sus seguidores porque se identifica, con sus creencias, valores y sus objetivos, tienen la capacidad de entusiasmar a sus seguidores y de transmitirles confianza y respeto. El líder transformacional presta atención a sus seguidores, de manera que promueve su desarrollo y su crecimiento, los estimula de manera intelectual e intentan hacer cosas nuevas. Se muestra disponible hacia ellos, de manera que les comunica altas expectativas y él se muestra confiable y dispuesto a ayudarlos. 

        La aspiración anterior muchas veces se torna en frustración cuando podemos observar hoy en día, como los directores de los centros  educativos practican un liderazgo autocrático o autoritario, diametralmente opuesto al modelo que nosotros planteamos y que recomiendan los expertos en gestión y administración educativa; En el liderazgo autocrático los líderes de la organización tienen el poder absoluto sobre sus trabajadores o los equipos que dirigen; Con conocimiento de causa hemos observado como muchos directores, docentes o seudo dirigentes en las APF, con este tipo de liderazgos han mantenido anarquizada la comunidad educativa pues no permiten participar a los miembros en las decisiones, de manera que acaban dominando e induciendo respuestas sumisas. El líder autocrático indica a los subordinados lo que espera de ellos, no cree en la iniciativa del resto del grupo, por lo que tampoco la estimula. Considera que él es el único competente y que los demás no son capaces de dirigirse a ellos mismos. Este líder es un vigilante que lo sabe todo y está por encima de todas las iniciativas del resto de personas, tiene centralizada toda la autoridad y se basa en un poder legítimo para poder aplicar tanto recompensas como poder coercitivo; Centraliza las decisiones para ordenar de manera eficaz a los equipos de trabajo y de este modo conseguir los objetivos propuestos por la organización. Espera que todo el mundo dentro de la organización le obedezca. La coerción es una de las características principales de este liderazgo y hace referencia al ejercicio de poder del líder sobre los subordinados, este tipo de líderes enfatizan el control. Suelen ser solitarios y especializados en ciertas áreas, suelen ser grandes conocedores de la organización, les preocupan los competidores y están centrados en controlar la organización a todo detalle. El líder autocrático es quien dirige a los subordinados, dado que considera que él es el más competente, y pide a los  docentes que obedezcan y que se adhieran a sus decisiones siendo el centro de atención, quien de manera unilateral decide todo aquello que hace referencia a la institución, limitando la participación de todos sus compañeros. Hace que todas las decisiones estén centradas en el control y en la autoridad y muchas veces mira al centro educativo como su Hacienda personal, basándose en el poder legítimo, que le da un Acuerdo de nombramiento.  (Cualquier parecido con la realidad de nuestros centros educativos es pura coincidencia.)

Todo lo anterior contrasta con ciertas características empíricas de los Directores que laboran actualmente en los centros educativos especialmente del Nivel Medio, mismos que debido a la legislación que regulaba la Educación Nacional a través de la Ley Orgánica de Educación y el Reg Gral. De Educ. Media (DECRETO 79 -1966) podían ser directores cualquier docente sin importar el área de formación, inclusive Maestros de Educ. Primaria. Hoy en día hemos avanzado con la aprobación de EL DECRETO 262-2011, Ley Fundamental de Educación, mismo en su Art. Art. 33 establece que los cargos administrativos deben ser ocupados por los profesionales que tengan la formación profesional para el cargo. En este sentido aspiramos que en los próximos años el vicio del liderazgo tradicional quede superado y que el nuevo relevo generación en la dirección de los centros educativos sea un liderazgo transformacional capaz de crear un clima organizacional satisfactorio que potencie las relaciones positivas entre los miembros, guiando en momentos de crisis. Que motive a los compañeros con los que trabaja y que practique la tolerancia. Que facilite el trabajo en equipo cultivando los valores solidarios y democráticos, procurando que los profesores, padres de familia y estudiantes se involucren  a través del Consejo Escolar de Desarrollo (CED) en la solución de la problemática del centro educativo y de la comunidad. Para los líderes transformacionales es importante el “liderazgo compartido”. Para ellos el trabajo en equipo es importante, porque se logran mejores resultados y adquieren un papel de “rol simbólico de autoridad”. Saben y se sienten responsables de la organización, Son un ejemplo de disponibilidad, de ser honestos, responsables y de trabajar duro para poder alcanzar los objetivos, ser consecuentes con los valores organizacionales. Intentan reducir al mínimo los errores. Para ello, intentan anticiparse a éstos para que no se produzcan, pero cuando tienen lugar los errores, no se lamentan ni toman represalias, simplemente intentan que se transformen en experiencias de aprendizaje de los  errores se aprende. A nuestros líderes educativos en las diferentes instancias administrativas de la SEDUC recomendamos respetuosamente un auto análisis en base al perfil ideal al cual aspiramos como gestores educativos hoy al frente de un centro educativo, una dirección Distrital, Municipal o Departamental.

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