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Formador De Enseñantes


Enviado por   •  16 de Diciembre de 2012  •  1.709 Palabras (7 Páginas)  •  474 Visitas

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LA FORMACIÓN DE ENSEÑANTES (PROFESORES) SEGÚN LOS MODELOS Y ENFOQUES DE GILES FERRY

Los modelos que propone Giles Ferry se denominan: Centrado en las adquisiciones, centrado en el proceso y centrado en el análisis. Y sus enfoques son: Funcionalista, científico, tecnológico y situacional.

Al plantear sus modelos y enfoques, Ferry hace referencia al análisis del discurso teórico-práctico sobre la importancia de los sistemas educativos y la relación que existe con los modelos pedagógicos para mostrar los alcances y limitaciones de la relación teórico-práctica de la pedagogía. Resalta la importancia los avances que ha realizado la investigación-acción en la relación entre la práctica y entre los saberes. Destaca la función de los enseñantes como transmisores de conocimientos.

Además, se preocupa por aclarar las necesidades y determinaciones en la formación de los enseñantes y realiza un recorrido para ver la realidad de de dicha formación de docentes a través de tres rubros relacionados entre sí.

o La formación doble del enseñante como una formación académica y como una formación profesional.

o Una formación profesional (la diferenciación del status profesional de los enseñantes no está bien definida).

o La formación de formadores.

La pedagogía de las adquisiciones no deja de recurrir a experiencias y proyectos, además de ejercicios de observación y análisis de situaciones. Pero las propone sólo en términos de adquisiciones programables y verificables. La pedagogía centrada en el proceso prevé todo tipo de nociones y de saber-hacer para su apropiación, así como diversos tipos de dispositivos para el análisis del comportamiento, pero sólo en términos de experiencias que obedezcan a un itinerario integrador. Finalmente el análisis integra los saberes, el saber-hacer, las experiencias vividas, tratando de darles sentido.

El primer modelo “centrado en adquisiciones”, se caracteriza porque reduce la noción de formación a la de aprendizaje en su acepción más estricta y la formación se organiza en función de los resultados constatables y evaluables cuya obtención pretende garantizar un nivel definido de competencia en términos de conocimientos, de comportamientos, de sus actuaciones o habilidades.

De igual forma, hace referencia a que la formación consiste en convertir al docente en un intelectual que domina todas las disciplinas con el objetivo de darlas a conocer a sus alumnos, en donde él es la máxima autoridad, imponiendo disciplina y su propia didáctica para transmitirla. En este sentido, la formación consiste en adquirir el saber, la técnica, las actitudes, el comportamiento con la finalidad de saber trasmitirlos. Así como memorizar e integrar conocimientos.

Un formador de profesores es especialista en una asignatura y asegura los trabajos prácticos de su enseñanza. El aprendizaje se organiza en función de resultados constatables o medibles, cuya obtención define la competencia para enseñar del buen profesor. En este modelo la práctica sigue siendo una práctica de enseñanza ajustada a un programa y a las exigencias del examen al cual los estudiantes deben someterse. Se reconocen formaciones tradicionales. Además, implica una concepción de la relación teoría-practica donde la práctica es una aplicación de la teoría. Por último, los profesores en formación continua, de ninguna forma participan en la definición de los objetivos ni en sus avances.

El segundo, el “modelo centrado en el proceso”, la noción de aprendizaje se concibe como una acepción más abierta, en donde todo tipo de experiencias se buscan desde el inicio, y el trabajo de formación corresponde más al proceso que a las diversas adquisiciones, lo importante aquí es vivir las experiencias sociales e intelectuales individual o colectivamente dentro del campo profesional y el acento recae en el desarrollo de la personalidad.

Asimismo, formarse significa siempre adquirir y aprender. El concepto de enseñanza incluye al formante como un individuo particular que procesa sus experiencias. El comportamiento del formador, así como las estrategias y materiales para la enseñanza, no generan directamente el aprendizaje sino la aprehensión que hace el formante de las situaciones vividas.

Las experiencias constituyen el método, pero la teoría apoya la formalización de éstas y permite la apertura del campo de representaciones y anticipación sobre otras experiencias. Una de sus fuentes teóricas: el Psicoanálisis. La formación no obedece a la aplicación técnica o a las adquisiciones científicas, sino a la transferencia del saber hacer adquirido en la experiencia formativa, el cual constituye una herramienta para afrontar otra situación en la que se tiene que participar profesionalmente.

El “modelo centrado en el análisis” se fundamenta en lo imprevisible, postula que aquél que se forma emprende y prosigue a todo lo largo de su carrera un trabajo sobre sí mismo, en función de la singularidad de las situaciones por las que atraviesa. Implica el análisis de diversas situaciones para comprender sus exigencias, tomar conciencia de sus fallas y deseos, y concebir a partir de ello un proyecto de acción adaptado a su contexto.

En este modelo formarse es siempre un proceso cuyas implicaciones son complejas, donde los efectos formadores y deformadores son parciales, pero principalmente pueden ser inesperados y paradójicos. Se funda en lo imprevisible y lo no dominable. Fundamenta su formación en una articulación entre la teoría y la práctica, donde el tipo de beneficio que aporta es de regulación. El objetivo de la formación es “saber analizar”, entendido como aprendizaje privilegiado que organiza

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