Historia y prospectiva de la educación. Análisis de artículo
Enviado por Verónica Álvarez • 25 de Julio de 2022 • Trabajo • 1.856 Palabras (8 Páginas) • 126 Visitas
I.S.F.D. Y T. N° 155
PROFESORADO DE EDUCACION PRIMARIA
HISTORIA Y PROSPECTIVA DE LA EDUCACION
DOCENTE: Lic. Patricio Urricelqui
ESTUDIANTE: Verónica Alvarez
TRABAJO PRACTICO N°1
La nota periodista de análisis, titulada “Generación del 80: el progreso como ideal”, pertenece al diario La Nación, en su versión digital. Fue escrita en marzo del 2017 por el historiador Roy Hora.
La Nación, el tradicional diario argentino, fue fundado en la ciudad de Buenos Aires en 1870 por Bartolomé Mitre, dos años después de terminar su mandato como presidente de la República. En sus inicios, el diario tenía orientación partidista, de hecho, su nombre hace referencia a su partido político, el “Partido Nacionalista”. Hasta 1890 mantuvo un ideal liberal y nacionalista. De acuerdo a Puiggrós, Mitre, se ubicaba dentro de la corriente de la pedagogía liberal oligárquica, que sostenía la modernización de la educación a través de las ideologías elitistas de la educación francesa. (Puiggrós, 1996, pág. 29)
Durante la presidencia de Avellaneda (primer candidato del Partido Autonomista Nacional), La Nación fue clausurado a pedido de Sarmiento. Antes de la asunción de Roca en la presidencia, el diario se declara en oposición al PAN, al roquismo y la llamada generación del 80 (elite gobernante entre 1880 y 1916). La Nación se declara plataforma de acción política del “mitrismo”. Con la muerte de su fundador, en 1906, afirma una inclinación liberal conservadora crítica de los gobiernos peronistas y radicales elegidos a partir del sufragio secreto; continúan al mando sus hijos y en 1909 crean S.A. La Nación, actual sociedad propietaria.
Actualmente la empresa controla a través de un núcleo económico un canal de televisión por cable (LN+), varias revistas, una unidad de eventos, la tarjeta CLUB LA NACION, el sitio de noticias de internet y el Estadio Buenos Aires Arena.
Para mantener su discurso hegemónico, la burguesía utiliza diferentes medios para su concreción, uno de ellos son los medios de comunicación, la prensa escrita es una herramienta que se utiliza para incidir en la opinión pública de la sociedad. A través de sus editoriales y las agendas del día, el diario La Nación transmite la ideología conservadora y liberal de los sectores dominantes del país, manejándose con lectores pertenecientes a un cierto sesgo de clases con poder.
En el artículo de análisis, en sus paratextos, se visibiliza un período histórico crucial de la Argentina: la Generación del 80 fue la elite oligárquica que gobernó nuestro país durante 36 años, en la conformación del Estado Nación. Defendían posturas positivistas, bajo el lema de “orden y progreso” y como nos anticipa el titulo confiaban ciegamente en el progreso, progreso que se materializa en el crecimiento económico y la modernización. Para cumplir su aspiración recurrieron a una política económica liberal a través del modelo capitalista agroexportador y la eliminación de la barbarie para conservar el orden mediante el ingreso de inmigración europea para afianzar el progreso deseado.
En la nota periodista, su autor Roy Hora, detalla solo una parte de esa historia, invisibilizando el genocidio de los pueblos originarios. Fue escrita en 2017 dentro del bicentenario de la independencia, durante el gobierno macrista. Un diario como La Nación, solo reproduce la ideología de la oligarquía terrateniente, haciendo la vista gorda al padecimiento y aniquilamiento de los primeros habitantes de nuestras tierras, como así tampoco se muestra que esas clases de elite se enriquecieron a costas de las hectáreas regaladas por el Estado, fruto de la terrible “Conquista al Desierto” comandada por Roca.
Roy Hora es profesor de historia, doctor en historia moderna, investigador del CONICET y escritor de la historia económica y política de la burguesía terrateniente de la Argentina. En su artículo se vislumbra un posicionamiento conservador con respecto a la época que se describe en sus líneas. Se percibe solo una parte de la historia, lo que para él forman parte de los aspectos positivos de esa época, sin identificar la otredad y sus consecuencias. Siguiendo a Chesneaux y su cuestionamiento sobre la historia, en su libro “explicita las formas en que el saber histórico es utilizado por las clases dominantes para ejercer el poder, para mantener el poder, para desposeer también en este campo a la clase trabajadora” y la importancia de mantener una perspectiva critica de la historia.
A partir del articulo periodístico se puede discutir acerca de su contenido y las cuestiones que no están presentes, que formaron parte de la historia, de la visión del otro, de los pueblos que sufrieron para que cierta clase dominante se enriquezca y perpetúe en el poder. La intencionalidad manifiesta radica en la imposición de la ideología política y cultural de las clases dominantes sobre las clases subalternas, de acuerdo a Gramsci, el concepto de hegemonía. Esta mirada hegemónica de la historia a través de prensa escrita, para los lectores acríticos se convierten en la única versión.
En el periodo comprendido entre mediados del siglo XIX y principios del XX se produce la conformación del Estado-Nación en nuestro país. Para lograr el proyecto civilizatorio moderno capitalista, la Generación del 80 se valió de estrategias poco ortodoxas. De acuerdo a Graciela Dellatorre “la consolidación del orden civilizatorio moderno no solo se nutre de una racionalidad económica sino también de las condiciones sociopolíticas desplegadas tras la configuración de máximo nivel plasmada en el Estado Nación.” (Dellatorre, 2007). El contrato social de Rousseau, la Revolución Industrial y la Revolución Francesa abonan su matriz de pensamiento para su formación. Los gobernantes de la elite oligárquica, para desarrollar un Estado nacional parten de la idea que para insertar la economía en el mercado mundial como productoras de materias primas (modelo agroexportador), se debía ampliar el territorio y despojar a los pueblos aborígenes de sus tierras, mediante el aniquilamiento o confinamiento a tierras estériles. Las hectáreas serian repartidas entre los inmigrantes europeos, pero esto nunca sucedió, fueron entregadas a las familias más poderosas. El proceso civilizatorio se cumpliría con las masas migratorias europeas, pero los que arribaron a nuestro país no eran “aquellos noreuropeos cultos que esperaban los dirigentes argentinos. Eran campesinos sobrantes del proceso de modernización europea” (Puiggrós, 1996, pág. 67).
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