Impuesto Al Consumo
Enviado por terryxd16 • 8 de Agosto de 2014 • 3.114 Palabras (13 Páginas) • 248 Visitas
EL IMPUESTO AL CONSUMO: UNA CRITICA
La economía neoclásica mantiene desde hace mucho tiempo que, desde el punto de vista
fiscal, un impuesto a las ganancias es mejor que un impuesto específico al consumo ya
que, además de los ingresos obtenidos (aún asumiendo que sean iguales en ambos casos)
el impuesto al consumo distorsiona la asignación de recursos de las preferencias de los
consumidores.
Igual que en otros casos, cuando los economistas se apresuran a juzgar diversos cursos de
acción como “superiores” u “óptimos” debe señalarse que el supuesto ceteris paribus que
subyace en ese juicio -en este caso, por ejemplo, que el ingreso total es el mismo- no
siempre se mantiene en la vida real. Debemos comprender que la naturaleza misma de
específico impuesto puede conducir a que en última instancia un ingreso fiscal resulte
mayor o menor que otro. Supongamos, por ejemplo, que todos los impuestos que hoy
existen fueran abrogados y que la misma suma total a partir de ahora se recaude a través
de impuestos de capitación. Esto haría que cada persona de determinado país pague el
mismo impuesto para financiar el gobierno central, las provincias y los municipios. Esto
significaría desde luego que habría que dividir los ingresos fiscales totales por el número
de habitantes, por ejemplo, mayores de edad. Esto eventualmente podría arrojar una cifra
sencillamente imposible de pagar. Por tanto, el economista no puede decir que el
impuesto a la renta o, a los efectos, cualquier otro impuesto, es mejor que otro desde el
punto de vista del contribuyente puesto que el ingreso fiscal total es muchas veces una
función del tipo de impuesto de que se trate. También debe incluirse en este análisis que
el economista no puede desconocer que cuando se habla desde el punto de vista del
contribuyente se debe de tener en cuenta las estructuras subjetivas de valoración. Incluso
si el ingreso total que debe pagar el contribuyente resulta ser lo mismo en el caso del
impuesto A y en el caso del impuesto B puede, aun en ese caso, tener una apreciación
muy distinta respecto de cada uno de los dos impuestos. Debe tenerse presente que los
impuestos a las ganancias se recaudan a través de un examen de virtualmente todos los
aspectos privados del contribuyente. Cada contribuyente está obligado por ley a tener
comprobantes de sus ingresos y deducciones y llenar una serie de planillas y responder
diversas preguntas.
Formas del impuesto al consumo
No es nuevo el debate por parte de los economistas acerca de si es mejor un impuesto al consumo o un impuesto a las ganancias. Antes de entrar al segundo paso de nuestro análisis, es decir una crítica del impuesto al consumo como sustituto del impuesto a las ganancias, debe señalarse que muchas de las propuestas significan agregar nuevos impuestos al consumo a la ya muy complicada estructura fiscal. En otros términos, alobservar que los niveles del impuesto a las ganancias han llegado a límites difíciles de sobrepasar, algunos economistas proponen agregar nuevos impuestos al consumo.
Pero empecemos ahora analizando el impuesto al consumo como si la propuesta
consistiera en sustituirla por el impuesto a las ganancias, manteniendo, claro está el
ingreso fiscal en el mismo nivel. Esto fue originalmente propuesto por Irving Fisher(1).
En esta propuesta habría una tasa a las ganancias a las cuales habría que deducir su
consumo neto. A este mecanismo complicado inventado por Fisher debe agregarse el
impuesto al valor agregado. En este caso, en lugar de cada individuo, cada empresa
estaría sujeta al seguimiento burocrático ya que cada una debería declarar su ingreso y
sus gastos pagando cierto impuesto al ingreso neto o agregado. Esto produciría una
malasignación de los recursos ya que, por ejemplo, habría un fuerte incentivo para la
integración vertical dado que cuanto menos transacciones comerciales tengan lugar,
menor serán las veces que repercuta el impuesto. También como ha sucedido en distintos
lugares donde se aplica el impuesto al valor agregado aparecen incentivos de facturas que
no corresponden a transacciones reales al efecto de inflar los gastos y así reducir el valor
agregado. A mi juicio, manteniendo los demás factores constantes, un impuesto a las
ventas es más simple y distorsiona menos los precios relativos que el impuesto al valor
agregado. Un tercer tipo de impuesto al consumo sería un impuesto concentrado en las
ventas minoristas que es en última instancia una variante del impuesto a las ventas. Los
impuestos de este tipo tienen la ventaja, sobre el impuesto a las ganancias y el impuesto
al valor agregado, de que las intromisiones gubernamentales resultan menores.
Analicemos los méritos o deméritos de un impuesto al consumo frente a un impuesto a
las ganancias, dejando por ahora de lado el asunto de la interferencia burocrática. El
impuesto a las ganancias se basa en el principio de la habilidad o la capacidad de pago. El
impuesto al consumo, por otra parte, grava una manifestación indirecta de la capacidad
contributiva.
Proporcionalidad y progresividad
Una de las supuestas virtudes del impuesto al consumo es que el impuesto a las ganancias
es generalmente progresivo mientras que el impuesto al consumo es proporcional. En
primer lugar, tengamos en cuenta que, por ejemplo, el impuesto al consumo que concibió
Fisher es progresivo.
Pero tenemos que analizar si la progresividad realmente es el problema. Tomemos dos individuos. Uno que gana $10.000 al año y el otro $100.000. Tomemos dos sistemas alternativos de impuestos: uno proporcional y el otro progresivo. En el sistema progresivo, nuestro caso, las tasas van del 1 al 15%. Supongamos ahora que el sistema proporcional sea del 30%. Esto quiere decir que en el sistema progresivo la persona de más bajos ingresos pagaría $100 al año y el más rico $15.000. Sin embargo, en el sistema proporcional el de más bajos ingresos pagaría $3.000 en lugar de $100 mientras que el más rico pagaría $30.000 en lugar de $15.000. Desde luego que el estado gasta siempre los ingresos que recibe en diversos grupos y siempre hay así subsidios cruzados puesto que el que recibe fondos del gobierno de una u otra manera no necesariamente coincide con lo que pagó y, debe notarse que tampoco hay aquí ventajas netas de un grupo patrimonial frente a otro(2). En última instancia, hay dos grupos antagónicos que se crean como lo ha
...