LA AUDITORIA COMO HERRAMIENTA DE CONTROL.

LA AUDITORIA COMO HERRAMIENTA DE CONTROL  

En tiempos modernos donde cada día se experimentan en los distintos ámbitos sociales retos que apuntan a la interconexión global que respondan a   estándares de calidad, servicios rápidos, eficientes, con satisfacción de expectativas   y ante la respuesta de  fenómenos  como la apertura económica, la implementación de políticas públicas de carácter financiero,  la necesidad del sector privado de prestar bienes y servicios que satisfaga las  necesidades del mercado, se hace necesario plantear, el   diseño de herramientas que permitan en debida forma evaluar la fidelidad de la  información, minimizar errores y desde luego evitar maniobras fraudulentas que coloquen en riesgo  cada una de estas variables.

Para ello, se plantea  la auditoria en un sentido general,  como un proceso que no solo apunta a dejar en evidencia los errores que dimanan  del manejo de las organizaciones ( vistos tanto desde el sector público como en el sector privado), sino que “auditar se constituye en el proceso de acumular y evaluar evidencia, realizado por una persona independiente y competente acerca de la información cuantificable de una entidad económica específica, con el propósito de determinar e informar sobre el grado de correspondencia existente entre la información cuantificable y los criterios establecidos” ( cita tomada capitulo generalidades, principios, normas y responsabilidades, 1. Alvin A. Arens y James K. Loebbecke, Auditing:An Integrated Approach, 2ª.ed,Preintice-Hall, englewood Cliffs, NJ, 1980, p.3).  Es posible entonces precisar que bajo este precepto,  y desde la perspectiva de los sistemas financieros, se constituye la auditoria en una herramienta paralela a la contabilidad que facilita la medición y por lo tanto refleja la validez  frente a la adecuada implementación de los procesos, el cumplimiento de las normas, la apropiada aplicación de las políticas de dirección de la organización y  facilita el cotejo de la realidad financiera frente al deber ser de toda organización que se regula bajo parámetros específicos de preciso cumplimiento y las buenas practicas organizacionales.

Relacionando de manera directa a la auditoria con el ámbito de  lo contable,  se tiene que es posible estar frente a distintos momentos de la auditoria según la necesidad que se tenga. Es por ello por ejemplo, que es dable auditar  los sistemas financieros, como ejercicio que permite revisar el movimiento de las finanzas de la organización y por lo tanto proveerá al contador de las herramientas necesarias para medir la realidad de la empresa. Puede entonces definirse la auditoria de estados financieros “como el examen de los estados financieros básicos preparados por la administración de una entidad económica, con objeto de opinar respecto a si la información que incluyen está estructurada de acuerdo a con las normas de información financiera aplicables a las características de sus transacciones”^[1].  Este tipo de auditoria representa un apoyo directo en el ejercicio del trabajo contable.

Dentro de las diversas formas o modalidades de realizar auditorías,  y con la finalidad de dar otro sentido a este concepto, es posible  referenciar  la auditoria de  los sistemas de gestión de las cuales se considera que “Las auditorias de sistemas de gestión son mucho más amplias que las auditorias financieras, y a menudo, más complejas.  La auditoría de sistemas de gestión puede ayudar a la dirección a mantener y aumentar la eficiencia a pesar de la creciente complejidad del negocio. Muchos directivos están ocupados con la gestión diaria para conseguir detenerse en una lectura minuciosa de la información sobre la marcha y situación de cada departamento”^[2]. Entonces este tipo de auditoria otorga amplitud al ejercicio autónomo del auditor en virtud a que le permite ir más allá, y ejercer funciones de apoyo a la dirección frente a la eficacia en el control de las labores de gerencia con relación a la vigilancia del desempeño de las demás dependencias.

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