LA REFORMA INTEGRAL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA Y SU IMPACTO EN LA LICENCIATURA DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Enviado por normaestelaol • 5 de Marzo de 2014 • 1.974 Palabras (8 Páginas) • 498 Visitas
Para mejorar la calidad de la educación es necesario que se realicen cambios, cambios que impliquen la mejora de los niveles de educación puesto que llegado el momento se entrelazaran entre sí, pues el nivel de educación tiene un objetivo principal, la de proporcionar al alumno las competencias básicas, que le sean de utilidad en su vida cotidiana.
La condición de hacer obligatoria la educación secundaria le impone, como destino prin¬cipal, el establecer un escenario de formación general común y de calidad para todos los individuos, extendiéndose como fragmento del continuo de la educación primaria. A fin de contribuir a la articulación pedagógica y organi-zativa de la educación secundaria con los niveles de preescolar y de primaria la elaboración de la propuesta curricular, está guiada por el perfil de egreso de la educación básica. Los propósitos de los campos formativos propuestos para la educación preescolar y los de la educa¬ción primaria constituyen la plataforma esencial para la construcción de los propósitos establecidos para las diferentes asignaturas de la educación secundaria
La Secretaría de Educación Pública, publico el Plan de Estudios para la Educación Secundaria 2006 y los programas correspondientes a las asignaturas que lo conforman, con el intento de que los maestros y directivos conozcan sus mecanismos esenciales, para que articulen gestiones asociadas para promover el desarrollo curricular en sus escuelas, que perfeccionen sus prácticas docentes y favorezcan a que los alumnos profesen positivamente el derecho a una educación básica de calidad.
Desde que en el año 1993 la educación secundaria fue declarada como componente esencial y período de cierre de la educación básica obligatoria. Ya que mediante ella la comunidad mexicana manifiesta a todos los pueblos de este país oportunidades formales para adquirir y desarrollar los conocimientos, las habilidades, los valores y las competencias básicas para seguir apren¬diendo a lo largo de su vida; para de esta manera enfrentar los retos que impone una sociedad que se encuentra en permanente cambio, y así ejercer de manera activa y responsable como miembros de su comuni¬dad y ciudadanos de México y del mundo las competencias adquiridas dentro del contexto en el cual se desenvuelve.
En el transcurso de una década la educación secundaria se ha favorecido de una reforma curricular que puso el énfasis en el desarrollo de habilidades y competencias básicas para seguir aprendiendo; impulsó programas para apoyar la actualización de los maestros; rea¬lizó acciones de mejoramiento de la gestión escolar y del equipamiento audiovisual y bi¬bliográfico. Pero al parecer estos esfuerzos han sido en vano o no han sido suficientes para superar los retos que implica elevar la calidad de los aprendizajes, así como atender con equidad a los alumnos durante su permanencia en la escuela y asegurar el logro de los propósitos formativos plas¬mados en el currículo nacional.
Tomando como base en el artículo tercero constitucional y en acatamiento de las facultades que le otorga la Ley General de Educación, la Secretaría de Educación Pública plasmó en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 el compromiso de impulsar una reforma de la educación secundaria que tomara en cuenta, además de una renovación del plan y de los programas de estudio, el apoyo permanente y sistemático a la profesionalización de los maestros y directivos del nivel, el mejoramiento de la infraestructura y del equipamiento escolar, así como el impulso a nuevas formas de organización y gestión que fortalecieran a la escuela como el centro de las decisiones y acciones del sistema educativo.
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En el marco de la exposición de la reforma integral de educación básica (RIEB) donde lo que se pretende es constituir los niveles de preescolar, primaria y secundaria en un trayecto formativo, en el que se intenta que haya equilibrio entre los conocimientos específicos, las habilidades y las competencias, a fin de fundamentar las bases para enfrentar las insuficiencias de la sociedad futura.
Esta articulación de la educación básica proviene del enfoque que envuelve el cúmulo de contextos y elementos que forman en lo posible que los graduados alcancen los modelos de práctica en: las aptitudes, los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores que en parte o tal vez en su totalidad comprende a:
1. El currículo.
2. Los maestros y las prácticas docentes.
3. Los medios y materiales de apoyo.
4. La gestión escolar.
5. Los alumnos.
Para prosperar en la articulación de la educación básica se ha determinado un perfil de egreso que delimita el tipo de ciudadano que se espera formar en su paso por la educación obligatoria; igualmente, compone un referente obligado de la ense¬ñanza y del aprendizaje en las aulas, una guía de los maestros para laborar con los contenidos de las numerosas asignaturas y una base para apreciar la validez del proceso educativo.
El perfil de egreso plantea un conjunto de rasgos que los estudiantes debe¬rán tener al término de la educación básica para desenvolverse en un mundo en constante cambio. Estos rasgos son el resultado de una cuadro que subraya la necesidad de mejorar las competencias para la vida, en el que no sólo incluyen as¬pectos cognitivos sino los relacionados con lo afectivo, lo social, la naturaleza y la vida democrática, y su beneficio supone un trabajo compartido entre los campos del conocimiento que integran el currículo a lo largo de toda la educación básica.
Dentro del plan y los programas de estudio han sido manifestados los rasgos deseables del egresado de educación básica, para responder a las exigencias de los ámbitos formativos que deben de obtener los jóvenes de las escuelas secundarias, para así dotar¬los de conocimientos y habilidades que les permitan desenvolverse y participar activamente en la construcción de una sociedad democrática. Esto como resultado del proceso de formación a lo largo de la escolaridad bá¬sica, el alumno en él se pretende que el alumno:
o Utiliza el lenguaje oral y escrito con claridad, fluidez y adecuadamente, para interactuar en distintos contextos sociales. Reconozca y aprecie la diversidad lingüística del país.
o Emplea la argumentación y el razonamiento al analizar situaciones, iden¬tificar problemas, formular preguntas, emitir juicios y proponer diversas soluciones.
o Seleccione, analiza, evalúe y comparta la información proveniente de di¬versas fuentes y aproveche los recursos tecnológicos que estén a su alcance para profundizar y ampliar sus aprendizajes de manera permanente.
o Emplea los conocimientos adquiridos a fin de interpretar y explicar pro¬cesos sociales, económicos,
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