LEGITIMA DEFENZA

LEGITIMA DEFENZA

Derecho penal en que toda persona puede responder en defensa propia ante una agresión, con el fin de defenderse…… Si un ciudadano no pudo ejercerla, es responsabilidad del estado llevarla acabo

LA SOBREPOBLACION DE LAS CARCELES HACE QUE EL COSTO DE MANTENERLOS SE ELEVE

La cárcel no cambia a las personas, una vez liberados, vuelve con más potencia a sus mismas andadas, siempre tendrá la huella genética del delito para seguir con sus proyectos ilícitos. Son pocos los casos que llegan a reformase. Por otro lado, ir a la cárcel no siempre causa temor al delincuente que ya no tiene nada que perder, porque sabe que perdió todo desde el momento que empezó a matar, a secuestras, o violar, de modo que una condena de unos años o hasta la cadena perpetua, no le da ni un grado de lamentación, para algunos incluso la pena de muerte.

Entonces ¿cuánto gasta el Estado en mantener a personas condenadas en la cárcel? ¿Cuánto es el dinero que aportamos para mantener a delincuentes? Las cárceles se llevan una parte importante del presupuesto estatal. Hace un tiempo, el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informó que mantener las condiciones carcelarias del ex presidente Alberto Fujimori le cuesta al Estado peruano nada menos que s/. 440 mil al año. Además, se informó que la base naval donde se encuentran los terroristas Abimael Guzmán, Oscar Ramírez, Montesinos, entre otros, le cuesta S/. 100 mil al año al erario nacional.

El ministerio Público a los peruanos nos cuesta 1600 millones de soles al año. El Poder Judicial nos cuesta dos mil millones de soles. El sector justicia y las cárceles nos cuesta dos mil millones de soles. En el Perú hay 780 mil presos y un presupuesto para ellos de 607 millones de soles. Es decir, CADA PRESO les cuesta a los contribuyentes peruanos que pagan IGV y consumiendo, cuando pagan su renta anual: 7 mil 800 soles anuales. Sin tomar en cuenta lo que se gasta en los efectivos policiales que pone el Ministerio del Interior. “Pero basta que este señor salga y robe un celular al día para que en tres o cuatro semanas supere largamente los 7 mil 800 soles” (Carlos Urrunaga.)

Prácticamente los peruanos honestos y conscientes trabajamos para que los delincuentes pasen de la mejor vida en las cárceles, y un presupuesto anual de 607 millones de soles que tiene que destinarse para ellos, cuando muy bien ese presupuesto podría destinarse muy bien para la realización de obras en el país y para la remuneración digna de los trabajadores.

Por ello algunos países, sin ir muy lejos, EE.UU, con dos sistemas de partido político,(los Republicanos y los Demócratas), que pueden estar en desacuerdo con cualquier otro tema, menos con la delincuencia, que frente al crimen organizado hablan un solo lenguaje y tienen una sola ley que determina la pena de muerte a ese delincuente. Más que una ley de muerte civil, las autoridades peruanas deberían ser bastante drásticas con la delincuencia, de tal forma que no le cueste un solo sol de gasto al erario nacional.

Otro factor a favor, es que en los últimos 10 años, la población penitenciaria se ha duplicado y ya sobrepasan los 71 mil internos. Tenemos una sobrepoblación de 124% de reos. Ello significa que casi 40 mil internos no tienen cupo en las cárceles peruanas.

Para solucionar esto, el estado debe crear nuevas plazas, lo que es inversiones de millones de soles. Pero si vemos el crecimiento poblacional de las cárceles, prácticamente cuando se construyan esas plazas, se necesitaran más. Por ejemplo, si se construyen 5 mil plazas nuevas, prácticamente cuando construyamos esas plazas, van a estar 5 mil presos más con lo cual hemos mantenido el déficit, pero no lo habremos reducido. Esto puede llegar a la liberación de muchos presos por falta de lugar o el presupuesto. No solo eso, sino que también se fomenta a los intentos de fuga, los cuales pueden traer consigo más muertes.

Por último, hay estudios que revela que quienes realizan delitos capitales no tienen tratamiento efectivo, por lo que la rehabilitación no es exitosa y solo resulta siendo un gasto de recursos absolutamente perdido. Un psicólogo español señaló que un 70 % de los violadores no piensa en sus víctimas ni simpatiza con ellas siendo en vano su proceso de rehabilitación y el coste de mantenerlo de por vida.

 Pero acá nuestras autoridades peruanas son tan blandas, flexibles y hasta condescendientes con el delincuente. Aun cuando un delito es fehaciente, un juez o un fiscal corrupto cualquiera, interpretando a su manera la ley o bajo el acomodo de miles o millones de soles de pago, el delincuente camina como Pedro en su casa en la ciudad. Más que una ley de muerte civil, las autoridades peruanas deberían ser bastante drásticas con la delincuencia, de tal forma que no le cueste un solo sol de gasto al erario nacional.

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