LIBERTAD ENTRE CARNICEROS
Enviado por felocagri • 24 de Noviembre de 2014 • 1.313 Palabras (6 Páginas) • 228 Visitas
Y entonces veía caer lágrimas, a través de sus lentes, y con voz quebrada me decía, “solo queremos ser libres”.
Él era un hombre (sí un hombre ya de unos 22 años), estaba frente a mí, respondía muchas preguntas sobre su homosexualidad, algo que en esta época y en este país aún a veces es mal visto, es tabú, es misterio, es algo anormal, pero después de escuchar las vivencias de este joven, creo que no es ni anormal, ni debe ser mal visto.
Este muchacho, de una familia normal y que tuvo una infancia fantástica con su madre, su padre, sus hermanos, dice haber sido feliz hasta llegar a la adolescencia donde empezó a notar que sus gustos eran diferentes: no se sentía cómodo con las mujeres y a pesar de que tuvo novias nunca se sentía pleno, pero veía en los hombres “fuerza, vitalidad, energía” algo que las mujeres no le inspiraban, a pesar de que las respeta y las idolatra diciendo que para el las mujeres son seres eternamente, inspiradores, delicados y misteriosos, pero no llenan su alma.
Entre anécdotas, sonrisas y lágrimas me contaba cómo ha sido vivir entre un mundo de apariencias, ya que en el “mundo gay, no puedes confiar “ni en tu sombra” - me dice con una mirada fuerte y segura- . “¿Por qué?”, le pregunté. Él simplemente me decía que “este mundo es una mierda. Todos te ven como un trofeo. La apariencia es lo primordial, las cosas son muy vacías, no sabes quién es real, quién está contigo realmente”. Entonces ¿por qué eres así?, a lo que él, sin haberle formulado la pregunta me decía: “igual es como soy, y así soy feliz, y debo ser fuerte”.
Entre otras preguntas, me contaba que nunca fue violado, que había vivido pleno a pesar de su “falso mundo”, que a veces se sentía frustrado porque muchas veces debía tener una doble vida, donde aparentaba ser heterosexual, (“gracias a Dios no botaba plumas”, me decía entre risas), y otro mundo, donde era abiertamente gay, homosexual, su familia sabe de su condición, y le facilita las cosas, es una persona “feliz”.
Le causa mucha molestia la palabra “marica”, pues es ofensiva, pero en su entorno sabe como controlar las emociones ante esta situación. En medio de todo me doy cuenta que es una persona decidida, con sueños, con talentos, presencia. Sigue siendo un humano, no el monstruo aberrante que otras personas creen que es.
Su sueño frustrado es ser bailarín, pero es un gran estudiante, tiene talento, se expresa muy bien, tiene buen aroma, ¿por qué lo consideramos monstruo?
Habló sobre las fiestas, las rumbas, la promiscuidad, drogas, cosas que el vivió y aprendió, donde el mas alegre a veces es el mas triste, donde el que más rumbea es el que esta más solo. Cosas que suplen otras cosas, cosas que la gente “normal” ve como locura y descontrol. Donde el tamaño del pene o del trasero vale más junto con la camiseta de marca o el pantalón y como se ciñe al cuerpo. Luces, apariencias, cosas que lo cansaron, pues hacían de su mundo algo mas vacío, se enfrasco en si mismo, en su mente, su cultura, su paz interior.
Me cuenta de su familia, muestra algunas fotos, tiene un sobrino, y me dice que a veces se siente discriminado hasta en su propia familia. Siente que por su condición creen que intentará abusar de su sobrino de tan solo 2 años. Se le aguan los ojos, recuerda historias de sus amigos que fueron violados, la forma en como salieron adelante, y hoy en día son empresarios exitosos, y me dice que “el talento no tiene genitales”.
Entonces entramos en un tema bastante delicado, donde vi que para él es bastante importante su rostro. Se torna mas serio, pero iluminado. Tiene argumentos, tiene ganas de luchar. Preguntaba sobre la adopción, defendía su posición que al igual que las mujeres lucharon por su libertad personas con diferente
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