LIDERAZGO DIRECTIVO Y SU INFLUENCIA EN LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS DOCENTES DEL COLEGIO BILINGÜE DIOCESANO
Enviado por Enderson Jimenez • 31 de Marzo de 2019 • Apuntes • 1.815 Palabras (8 Páginas) • 102 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JOAQUÍN DE TURMERO - ESTADO ARAGUA
LIDERAZGO DIRECTIVO Y SU INFLUENCIA EN LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS DOCENTES DEL COLEGIO BILINGÜE DIOCESANO
AUTOR: Fernando Guanipa
San Joaquín De Turmero, Marzo, 2019
PERSPECTIVA TEÓRICA
LIDERAZGO PARA EL CAMBIO EDUCATIVO
Los entornos educativos son en sí mismos organizaciones dinámicas de constante desarrollo y cambio. Los actores directos de estos cambios están representados por los sujetos directivos o equipos de dirección y control. Los cuales deben poseer características integrales y adaptadas a los contextos actuales para contribuir con los objetivos y la promoción institucional. Entre las variables que coexisten para mejorar el dinamismo dentro de las instituciones se podría mencionar el liderazgo.
El liderazgo es considerado un variable que acompaña a un determinado individuo, que recae como una característica de sus acciones. Pero sin embargo el concepto de liderazgo no es reciente. Según Bass (1981) puede ser reconocido como un arte antiguo p.3. Por otra parte, Rojas y Gaspar (2006) manifiestan que el liderazgo es el arte de la conducción de seres humanos p.18. Esto resalta el fenómeno social de este concepto y la veracidad de lograr influenciar o dimensionar un conjunto de acciones sobre uno o varios individuos para lograr algún tipo de objetivo o meta.
El logro de estas experiencias conlleva un conjunto de características específicas, de metas orientadas sobre los fines últimos de cada organización. Estas acciones recaen sobre un solo sujeto el cual se identifica como líder el cual para Gómez-Rada (2002) afirma que el/la líder debe ser una persona que desea satisfacer las necesidades de su grupo, en un clima de seguridad y tendencia a la unidad.
Es fundamental reconocer la necesidad de que exista un líder y además el ejercicio del liderazgo; el cual enfocado a los entornos de aprendizaje es pues un liderazgo directivo, no solo para coordinar distintas áreas sino para lograr una dinámica de interacción adecuada dentro de la institución y los actores directos e indirectos implicados en el proceso educativo
De esta manera, el liderazgo directivo se relaciona, pues, con la cultura, valores, misión y visión en la institución educativa. Gimeno (1995) manifiesta que:
“El director, desde la mirada del liderazgo educativo, lo que hace es erigirse en representante de la cultura organizativa, a la vez que, desde esa posición propicia, en el sentido de alienta y deja que se manifiesten, nuevas reestructuraciones como resultado del desenvolvimiento de esas formas culturales p. 22.”
Por lo tanto, es necesario reconocer que dentro de las características de un directivo educativo se construyen principios de correlación organizacional que dan paso al logro y el cumplimiento de las metas de la institución. Es pues en el criterio de liderar educativamente una experiencia de cambio para dar nuevas perspectivas a los procesos de las instituciones y los sujetos de convivencia.
GESTION EMOCIONAL DE LA PRACTICA EDUCATVA
Los actores directos de la practica educativa son los docentes, encargados del proceso de educar, influenciados por sus aprendizajes y capacidades de transmitir información y formación educativa. Estos están sujetos a directrices curriculares y a su vez a gestiones directivas que deberán facilitar las acciones dentro del entorno de enseñanza. Los docentes no son en sí mismo sujetos estáticos en ellos intervienen variables en contingencia; por una parte, están las demandas existen de la gestión educativa (liderazgo educativo) y por otra las características o habilidades individuales para hacer frente a los acontecimientos diarios a los entornos educativos.
El reconocimiento de las habilidades propias para gestionar adecuadamente las demandas del entorno y las características individuales se reconoce como la iinteligencia emocional la cual para Bar-On (1 997), la define como: un conjunto de habilidades personales, emocionales, sociales y de destrezas que influyen en nuestra habilidad para adaptarse y enfrentar las demandas y presiones del medio.
Es evidente que los entornos educativos intervienen diversas variables influenciadas por las características individuales y colectivas de los sujetos que participan en las intuiciones. Estos sujetos están marcados por la forma como interactúan entre si y las corresponsabilidades no solo educativas sino emocionales que se implican en la practica docente.
Por otra parte Para Mayer y Salovey (1997) definen la inteligencia emocional como:
“un conjunto de habilidades que explican las diferencias individuales en el modo de percibir y comprender nuestras emociones. Más formalmente, es la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento, para comprender emociones y razonar emocionalmente, y finalmente la habilidad para regular emociones propias y ajenas. (p. 10)”
Reconocer estas características es el proceso fundamental para valorar las dinámicas cambiantes que genera la práctica docente. Las Habilidades técnicas o pedagógicos no representan las únicas necesarias para lograr una práctica docente educativa sino reconocer la necesidad de que se logre el proceso educativo a través de una gestión integral de habilidades globales entre si.
GERENCIA DE LA GESTION EDUATIVA
La administración y de igual forma la administración educativa requieren de un conjunto de características y habilidades para lograr sus fines. Estas destrezas deben ser inherente al líder o al directivo sobre el cual rea la responsabilidad de gestionar adecuadamente estas organizaciones. Estas características se fundamentan en la comprensión de los principios del liderazgo debidamente orientados a los sistemas organizativos refieren a Valencia (2008) citando a Likert (1968) el cual:
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