LOS DOCENTES Y SU RESPONSABILIDAD EN EL BAJO RENDIMEINTO EN LAS AREAS DE LAS CIENCIAS
Enviado por ricarqui49 • 15 de Noviembre de 2013 • 1.854 Palabras (8 Páginas) • 311 Visitas
ACT. No. 10 TRABAJO COLABORATIVO No. 2
ANTEPROYECTO
REALIZADO POR:
RICARDO ALFREDO QUINTERO PINTO
JOSE MARIO DIAZ
GRUPO
100103_190
TUTORA:
JULIANA PATRICIA CARO PERDOMO
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD
ESCUELA DE INGEMNIERÍA DE SISTEMAS
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION
2013
LOS DOCENTES Y SU RESPONSABILIDAD EN EL BAJO RENDIMEINTO
EN LAS AREAS DE LAS CIENCIAS
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los futuros docentes en el área de las ciencias y específicamente la Física y la Química en los últimos años han venido teniendo grandes problemas por causa del bajo rendimiento de los alumnos tanto en la secundaría como en el estudio universitario. El problema podría deberse a la concepción que se tiene sobre las materias de ciencias, su enseñanza y su aprendizaje. Así, esta problemática involucra aspectos relacionados con los alumnos y con los docentes.
Es muy importante que se identifiquen las causas que llevan a que los estudiantes tengan bajo rendimiento al iniciar estudios en el área de las ciencias e igualmente la problemática que tienen los docentes respecto a su formación entendiendo que un buen profesor lo hace la experiencia y la implementación de acciones que contribuyan a la superación de posibles obstáculos estando a la vanguardia.
2. OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Conocer los factores que causan la apatía y el bajo rendimiento en algunas áreas de las ciencias. Enfocándonos en la formación que están adquiriendo los nuevos docentes y los métodos que utilizan para su enseñanza.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
• Determinar los motivos del bajo rendimiento de los estudiantes en el área de las ciencias y específicamente en física y química.
• Indagar sobre la percepción que tienen los estudiantes frente a la problemática planteada.
• Averiguar por medio de entrevistas las causas del bajo rendimiento, el por qué del bajo rendimiento y cuál es motivo de la apatía al estudio del área de las ciencias.
• Determinar la influencia de la sociedad y mitos que se crean alrededor del estudio de las ciencias.
3. JUSTIFICACION
Debido al aumento del bajo rendimiento de los estudiantes en el área de la ciencias y la apatía frente al estudio de estas materias se hace necesario realizar un estudio acerca de cuales son las causas o factores que influyen en el bajo rendimiento de los estudiantes en el área de las ciencias y así identificar qué grado de responsabilidad tienen los docentes frente a esta problemática.
Es necesario desarrollar un programa dirigido a estudiantes y a docentes donde se concientice al estudiante de la importancia que tiene el conocimiento adquirido mediante el estudio de la diferentes áreas de las ciencias específicamente la física y la química, y se creen nuevos métodos para la enseñanza de los docentes con actividades prácticas y llamativas y que permitan reducir el alto índice de bajo rendimiento de los estudiantes en éstas áreas.
PREGUNTA DE INVESTIGACION
¿Qué tanta influencia tiene la enseñanza del docente en el bajo rendimiento de los estudiantes en el área de las ciencias?
4. MARCO TEORICO
En la investigación educativa hay dos temas importantes que reclaman mayor atención. Uno de ellos está referido al papel que se le atribuye al docente en la producción del fracaso escolar; el otro concierne al reconocimiento por parte del docente de su contribución en la fabricación o construcción de ese problema educativo.
Si insistimos en el primer asunto, sencillamente es porque estamos convencidos de la necesidad de destacar la importancia que tienen las actuaciones del docente en el aula en las posibilidades de éxito o de fracaso de los alumnos en la vida escolar; por supuesto, siempre en el entendido de saber que esta cuestión, compleja por lo demás, ha sido enfocada de maneras distintas en variados estudios.
Por otra parte, si persistimos en el segundo de los tópicos antes mencionados, es debido a que juzgamos fundamental la búsqueda de una mayor concienciación sobre las serias dificultades que surgen en los intentos de combatir el fracaso escolar cuando el docente se siente con poca o ninguna responsabilidad en la generación de ese problema.
Aún más, si nuestras reflexiones en este trabajo las dirigimos a estos dos puntos – sobre cómo es visto y cómo se ve a sí mismo el docente ante el fracaso escolar – se debe a que sentimos la urgente obligación de reconocer con mayor coraje, sin caer en simplismos de ningún tipo, la significativa influencia que tienen en el comportamiento y en los logros de los alumnos, el pensamiento y la acción del docente en la vida escolar. Pensamos que tal reconocimiento, inscrito dentro de una perspectiva pedagógica optimista, constituye, sin lugar a dudas, un paso inicial necesario para tratar de potenciar las prácticas de enseñanza que desarrollamos como docentes, en tanto que compartimos la idea de que “...no todo está decidido de antemano y que hay, desde luego, lugar para examinar todos los recursos de la situación pedagógica antes de sumirnos en fatalismos de todo género, sean económicos, sociológicos o biológicos “ (Charles Delorme, 1985: 23). Se trata, entonces, parafraseando al autor de esta cita, de que cada uno, desde el lugar en que nos situemos, definamos los espacios de transformación y acometamos la investigación de lo posible.
No obstante - es necesario advertirlo de entrada - la asunción del planteamiento anterior en modo alguno quiere decir que estemos de acuerdo con la idea de atribuirle sólo al docente, bajo un pensamiento disyuntivo y reduccionista, la responsabilidad de todo lo malo que ocurre en la escuela y en el aula de clase, o en todo caso la culpa por los resultados educativos adversos que suelen considerarse en la expresión fracaso escolar. De ninguna manera significa que nuestro punto de vista esté alimentado por esa cultura individualista y de aislamiento con la que se experimenta la enseñanza – criticada por Remei Arnaus (1999) - según la cual“...los éxitos o fracasos educativos son problemas relacionados con las capacidades y circunstancias individuales” (p. 608), y “...todo en el aula depende del profesorado” (Ibídem, p.604). Por supuesto, esto no nos impide que intentemos reivindicar, a manera de premisa, algo que Charles Delorme (1985) señalaba hace ya más de quince años: “...para que se produzcan cambios significativos en el sistema educativo hace falta partir de los problemas cotidianos
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