La Autoridad Docente
Enviado por mariafernandez99 • 29 de Julio de 2013 • 4.417 Palabras (18 Páginas) • 852 Visitas
LA AUTORIDAD DOCENTE QUE HACE CRECER.-
Índice
Introducción
Capítulo I
¿Qué es la autoridad?
Capítulo II
¿Cuál es la diferencia entre poder y autoridad?
¿Qué es una relación educativa basada en la autoridad?
Capítulo III
Crisis de autoridad del profesor
Capítulo IV
¿Cómo se adquiere la autoridad?-
Conclusión
Bibliografía
Introducción.-
El tema en el que se basa la presente monografía refiere al ejercicio de la autoridad del docente, la distinción entre poder y autoridad, la crisis de autoridad docente, cuáles son sus causas y consecuencias, y cómo se adquiere la autoridad del maestro.
Se propone pensar la autoridad como un reconocimiento, nadie puede nombrarse a si mismo autoridad, sino es mirado por otros como tal. Este reconocimiento se da cuando la autoridad se emplaza desde la autorización, desde otro que reconoce en mí alguien que busca “hacerme crecer”.
Espero que el presente trabajo pueda ayudarme como futura docente a formar mi propio estilo de liderazgo en el aula, teniendo como parámetros principales los conocimientos, los valores, la ética y la credibilidad.
Capítulo I.-
¿Qué es la autoridad?-
El concepto de autoridad presenta una historia larguísima, en la cual se fueron estableciendo numerosos significados del término.
Etimológicamente la palabra autoridad procede del vocablo latino auctoritas, que a su vez, se deriva del verbo latino augere que significa, entre otras cosas, hacer crecer, acrecentar.
En la Roma republicana, la auctoritas estaba asociada al consejo de los ancianos. El acto de voluntad de la comunidad, expuesto a errores y a falsos movimientos, como los del niño pequeño que necesita el incremento y la confirmación por parte del consejo de los ancianos, también se asociaba al dominio de la oratoria, al conocimiento propio de los senadores. Esta autoridad era muy distinta del poder o potestas atribuida a los magistrados, que eran quienes tenían potestad para hacer cumplir las leyes e incluía el poder de usar la fuerza. (Gallino L. 2005. “Diccionario de sociología.http://es.scribd.com/doc/122896599/Diccionario-de-sociologia-Escrito-por-Luciano-Gallino-pdf).
En el Emilio (1762) Rousseau sostiene que “es fundamental que la autoridad del tutor no se ejerza por la fuerza, sus palabras no deben ser ordenes ni mandatos. La autoridad le viene dada al tutor por su conducta, en ningún caso por imposición, si no todo lo contrario, es aceptada por el discípulo y puesta a su servicio para orientarle y guiarle en su desarrollo natural. El discípulo reconocer en el tutor una sabiduría que él no tiene, reconoce su virtud y confía en su tutor y le obedece sin contradecir su propia voluntad”.
Max WEBER construye una definición de autoridad basada en la relación entre la dominación y su legitimidad, esto es, el consentimiento de la misma. Para él la autoridad se constituye en la medida en que existe un mínimo de voluntad de obediencia por parte de aquellos sujetos sobre los cuales ésta es reclamada. Ese mínimo de voluntad es lo que legitima la autoridad ya que esa voluntad de obediencia supone el reconocimiento y el consentimiento al mandato reclamado: los sujetos no obedecen a quienes a su juicio no consideran legítimos (Weber, M.; Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, trad. J. Medina Echavarría, ed. J. Winckelmann, FCE, México, 1964).
Para ARENDT la autoridad es antes que nada y más que nada, orden jerárquico: la autoridad no deriva de la fuerza ni de una razón común, sino de una asimetría (una desigualdad en la relación) cuya pertinencia y legitimidad reconocen aquellos que participan de esa relación (Ponce de León, F; (2008) “El concepto de autoridad en Hannah Arendt”. Revista Tales. Año 2008 N°1. Madrid http://revistatales.files.wordpress.com/2010/11/nro1_7.pdf)
Según Beatriz Restrepo haciendo referencia al concepto de autoridad desarrollada por el filósofo alemán H. G. Gadamer, en su obra “Verdad y Método” explica que: “Frente a la modernidad que ve en la autoridad una imposición, que afecta por tanto el ejercicio de la autonomía y la libertad del individuo, Gadamer ve en ella, fundamentalmente un ejercicio de reconocimiento. En esta perspectiva la autoridad no se impone, se recibe; no se ejerce con eficacia a menos que previamente se haya recibido reconocimiento por parte de aquellos (o aquel), sobre quienes (o sobre quién) se quiere ejercer. Así las cosas, expresiones corrientes en nuestra cultura como: “hay que imponer autoridad” son desacertadas y, con frecuencia, generadoras de conflicto”. (Beatriz Restrepo. Autoridad y Norma desde la ética. Seminario: Ley, Autoridad y Norma. Ciudad Don Bosco. 1999 http://viref.udea.edu.co/contenido/pdf/021-la%20autoridad.pdf).
Emilio Tenti Fanfani dice que la autoridad del maestro, es una condición necesaria del aprendizaje, que se expresa en una relación, “una construcción permanente en la que intervienen los dos términos del vínculo-el docente y sus alumnos -, y que varían según los contextos y las épocas”. (Tenti Fanfani E (2004) “Viejas y Nuevas Formas de Autoridad Docente”. Revista Todavía. N° 7Buenos Aires, Fundación Osde, Argentina).
Tras analizar las definiciones de estos cinco autores, puedo inferir que son coincidentes en que la autoridad tiene que provenir del reconocimiento, o sea de la aceptación por parte de quienes se pretende ejercer.
¿Cuál es la diferencia entre poder y autoridad?.-
Antonio Galindo distingue entre los conceptos de poder y autoridad que considera como dos tipos de influencia que provienen de fuentes distintas:
El poder- sostiene- es la capacidad de influencia de un sujeto que le viene dada por el lugar o cargo que ocupa dentro de la organización.
Por el contrario, la autoridad es la capacidad de influencia que posee un sujeto, cuando le viene dada por la credibilidad que tiene ante las personas y el reconocimiento que de ella se hace en esa organización.
PODER
AUTORIDAD
Señala que hay figuras de poder (ostentan cargos) que no tienen ninguna autoridad (no son creíbles o no se les reconoce) o figuras de autoridad (gente muy creíble y reconocida) que no tienen cargo, pero sí influyen, dado que tienen credibilidad. Da el ejemplo este autor en los directores de centros educativos que mandan por el cargo que ocupan, pero no tienen autoridad ninguna. Y, en cambio, pueden existir personas en las mismas organizaciones con mucha credibilidad, pero que no son personas que ostenten puestos altos. Hasta una limpiadora de un centro podría tener autoridad. Concluye diciendo que se puede tener influencia
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