Lesiones En La Gimnasia Ritmica

Las lesiones que sufren las gimnastas durante su vida deportiva se pueden diferenciar, al igual que en los demás deportistas, en dos grupos. Por un lado están aquellos traumatismos puntuales, similares a cualquier especialidad deportiva, provocados por la propia actividad debidos a torceduras, malos apoyos, golpes, contusiones, sobrecarga muscular, entre otros; y aquellas lesiones que son provocadas por la ejecución continuada y repetitiva de un gesto técnico concreto y específico de la Gimnasia, como son todas las patologías relacionadas con la columna vertebral, causadas por la hiperextensión lumbar forzada y, las sufridas en los codos, los hombros, las rodillas, entre otras zonas corporales.

La Gimnasia Rítmica es clasificada por Balius (1987) como "Deporte

Vertebralmente Negativo". "La práctica de esta especialidad obliga necesariamente a la realización de movimientos de flexo-extensión, inclinación y rotación vertebral, de forma continuada forzada a la máxima intensidad e inevitable. Se trata de una especialidad donde es imposible proteger el raquis y alcanzar al mismo tiempo rendimientos deportivos máximos..." Afirma el autor Ramón Balius Matas, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte.

Esta clasificación de "vertebralmente negativo" la hace en función de la repercusión que se produce sobre el raquis basada en: el tipo de movimientos vertebrales que comportan y su carácter simétrico o asimétrico; en la mayor o menor intensidad de estos movimientos, así como la necesidad intrínseca e inevitable de alcanzarla; en la necesidad intrínseca e inevitable de fenómenos sobreañadidos de carga o choque.

Según el Congreso Nacional de Medicina del Deporte en Madrid (1978) el 32.84% de las gimnastas presenta problemas en la columna vertebral. El Dr. González Lago, traumatólogo y cirujano ortopédico, (1990) Madrid, en su estudio realizado sobre gimnastas españolas pertenecientes a las Selecciones Nacionales de las tres especialidades gimnásticas, llega a cuatro argumentos concluyentes, los cuales indican que la Gimnasia Rítmica se puede considerar como un deporte de riesgo para la columna lumbar, que ésta práctica es también la especialidad gimnástica donde más alteraciones ístmicas aparecen, resaltan la hiperlordosis lumbar como un factor de riesgo y acotan la importancia de la detección precoz de signos predisponentes.

Por su parte, Hutchinson (1999) llevo a cabo un proyecto de investigación, sobre 7 gimnastas pertenecientes al Equipo Nacional de Los Estados Unidos de Norteamérica, de 16 años y 34 horas de entrenamiento a la semana. Este autor especifica las distintas zonas corporales donde se producen las lesiones, sin definir su etiología, y clasifica esta modalidad gimnástica como deporte de riesgo para la columna vertebral.

En los Estados Unidos de Norteamérica, cada año 86.000 lesiones relacionadas con la práctica de gimnasia son tratadas en Hospitales o consultorios. El gimnasta debe prepararse consecuentemente, para el riguroso trabajo físico y emocional que este deporte exige. Con la complejidad de las rutinas, el riesgo de potenciales lesiones se incremente. Estas comúnmente se presentan en tobillo, pies, espalda baja, rodillas, muñecas y manos, con frecuencia por sobre uso o simple estrés. Las lesiones rara vez son graves, pero si se dejan sin tratamiento pueden causar dolor crónico y fracturas Oseas.

De acuerdo con el artículo publicado por Juan

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