Los Docentes Del Futuro

LOS DOCENTES DEL FUTURO

La formación de docentes en la actualidad es una tarea más compleja que hace unos años, debido a los cambios socioculturales a los que se enfrentan día a día los estudiantes; obligando de cierto modo a una renovación, es por esto que las instituciones encargadas de las facultades de educación deben desarrollar en estos, una fuerte fundamentación pedagógica para que adquiera un dominio a la investigación y la aplique en su papel de docencia; que tenga la capacidad de aplicar nuevos métodos de enseñanza aprovechando las nuevas tecnologías y la didáctica, favoreciendo así la relación entre quienes enseñan y quienes aprende, obteniendo como resultados una buena integración entre su práctica y sus saberes. También tener en cuenta que la construcción docente debe tener ciertas renovaciones en los programas para adquirir nuevas tendencias aplicables de la mano con los fundamentos pedagógicos en la educación. Estamos seguros de que los profesores capaces de enseñar estos saberes deben no sólo adherir a los valores y a la filosofía subyacente pero, aún más, disponer de la relación con el saber, la cultura, la pedagogía y la didáctica, sin las cuales este hermoso programa sería letra muerta.

¿Cómo debe estar formado un buen docente?

Es oportuno que los futuros maestros desarrollen las actitudes necesarias que utilizara al momento de enfrentarse en el campo laborar, que tenga la oportunidad de vivir experiencias que los enriquezca como futuros formadores integrales en el ámbito académico. Que sean integrados a los diferentes ámbitos tanto políticos como culturales, y económicos, como concepto de prácticas sociales y materialicen las problemáticas en relación con el campo pedagógico, despertando así la capacidad de investigación para que sea contextualizada en un escenario. La formación de docentes competentes es la meta de la madurez de las concepciones teóricas y proyecciones en la acción de la práctica pedagógica, cuyo resultado es la actividad docente como profesional, transformadora y formadora de ciudadanos autónomos, esto implica independencia intelectual, frente a los cambios continuos que se dan en la sociedad del tercer milenio, aunque ella tenga un sentido utópico, debido a factores que la imposibilitan, algunos de orden interno del docente y otros externos, del contexto que normalizan la práctica pedagógica. Teniendo en cuenta todos estos aspectos la configuración de docentes requiere de un gran estudio del sentido ético en tanto base de la relación humana, que conozca y defienda los derechos humanos para un mejor desarrollo de su trabajo y en todos los ámbitos que tenga que desarrollarse ya que estos están siendo de una u otra forma violados, tanto en razón de la educación y en los aspectos como personas.

Para llevar a cabo todas estas expectativas los departamentos formadores de docentes deben innovar en proyectos eficaces como el fortalecimiento de la comunidad académica, promover la capacidad de investigación y aplicación pedagógica en los campos de estudio, incentivar y estimulas esta gran labor docente, aumentar el conocimiento científico y la participación en las políticas públicas, nuevas redes de trabajos que permitan la integración oportuna de los saberes y la utilización de las nuevas tecnologías; adquiriendo la capacidad de relacionar la práctica y la teoría. Con respecto a esto, el discurso teórico de la práctica pedagógica, articulado a su desarrollo práctico, determina su autonomía, resinificada como la comprensión del quehacer docente desde el enfoque hermenéutico –

...