MARCO CONCEPTUAL DEL CONTROL DE LO PÚBLICO
Enviado por jfsantamariam • 6 de Abril de 2016 • Apuntes • 5.001 Palabras (21 Páginas) • 328 Visitas
- MARCO CONCEPTUAL DEL CONTROL DE LO PÚBLICO
El desarrollo y aplicación del control de lo público, reviste para el Estado singular importancia, basado en sus objetivos y alcance, antes que en sus mecánicas instrumentalizadoras, de suerte tal que el control está relacionado con el ejercicio del poder, de los actos del gobierno, de la actividad y gestión estatal.
En los Estado modernos, la órbita del control se establece en el espacio global de las actividades del Estado, la política pública y el plan de desarrollo, de modo que su ejercicio es innato a la tarea de gobernar y la evaluación está en él meta espacio de la gestión global.
Para los administradores y gestores públicos, el control es el instrumento de retroalimentación del plan, los objetivos y metas, los procesos y las actividades y por tanto está circunscrito al meso espacio u órbita interna del ente económico, organismo o institución estatal.
Conocer y precisar los conceptos, teoría y aplicación práctica del control en sus modalidades de control interno, control de gestión y resultados, control de la política pública y la gestión global, y por lo tanto relacionarlo con todas las actividades de planeación, dirección, ejecución y evaluación de la actividad pública y de gobierno, permitirá ejercer el control de una manera efectiva y lógicamente a favor del todo de la sociedad.
El Control, se observa como la función administrativa que cumple con la tarea de corregir los resultados por medio de decisiones de ajuste a la gestión, en procura de la satisfacción de todos quienes intervienen en ella. También interviene en la reorganización y estructuración del ambiente interno, con el propósito de que la empresa mejore sus resultados en términos de eficacia y eficiencia.1
La organización vista desde su concepción integral se relaciona con el ambiente externo, tanto para satisfacer las necesidades de los demandantes, como para obtener, recursos, servicios y entregar resultados, luego de integrar recursos y decisiones, enfocadas a satisfacer una serie de objetivos de diversos calibres.
La administración se aplica a empresas, y se entiende a la empresa, como un conjunto organizado de personas que buscan en conjunto alcanzar propósitos y objetivos pre - establecidos.
Una empresa puede tener muy diversos objetivos, y se puede organizar bajo esquemas muy concentrados o dispersos. Es el ejemplo de grandes organizaciones multinacionales, trasnacionales, o “corporaciones globales”, a las que se refiere Luciano Tomasini2, las iglesias, los gobiernos y sistemas de comercio electrónico que superan las fronteras de los Estado. En los sistemas concentrados, las organizaciones son vistas como pequeños núcleos, dedicados a mercados restringidos a determinados usuarios, comunidades o grupos objetivo de menores dimensiones.
En el caso de los gobiernos, no sólo se observa al control, como parte del proceso administrativo y la descripción del trabajo del administrador alrededor de la toma de decisiones y del ejercicio de las funciones de planeación, organización, integración de personal, dirección y control; sino como la función de evaluación necesaria para garantizar la ética en el sector público.
Estas funciones administrativas se realizan por los organismos e instituciones públicas de los diversos ordenes y niveles, y reflejan la capacidad de regular la gestión estatal bajo diferentes instrumentos, cuya finalidad encaja en la adecuada administración de los recursos y bienes estatales, para la finalidad que le es innata: “el servicio público”. Éste se presta para la protección del interés general y la atención de las demandas de la misma sociedad, según sea su nivel, grado de
representación y participación y Estado de desarrollo social, económico, cultural, ambiental, espacial, tecnológico y científico.
La vigilancia y el control entonces además de ser instrumento de gestión y de dirección empresarial, cumplen en lo oficial al constituirse en medio de participación y de dación de cuentas y en mecanismo de control constitucional y legal, mediante un ejercicio independiente y profesional, bajo distintos enfoques, que encajan desde la prevención hasta la reprensión, bajo diversas formas e instituciones encargadas de demandar la responsabilidad, no sólo de
los organismos estatales, sino de sus agentes, al tener competencias para reprender y exigir la responsabilidad con efectos variados desde disciplinarios hasta penales, compartiendo simultáneamente los efectos civiles, políticos, administrativos y éticos, así como la jurisdicción coactiva.
El control se convierte en el principal instrumento de gestión, no sólo porque permite ajustar las decisiones y la disposición de recursos hacia el resultado, sino porque es el instrumento para demandar el ejercicio del poder, con responsabilidad.
El control es la función administrativa, que le permite a la organización enfrentar el cambio y facilita el ajuste de planes, estructura, tecnología y recursos. En el ambiente externo, en la actividad de la entidad estatal, surge el control como mecanismo de dirección de las decisiones de política pública, interventoría, regulación, proveeduría, inspección, vigilancia y aun en las esferas del control social, a través de la contradicción y la misma competencia de lo privado frente a las actividades estatales. La información es requisito indispensable para el ejercicio del control, por lo tanto la información es sinónimo de control, ya que no puede existir un control que no deba corroborar la información, la veracidad de la misma y de sus fuentes, como no puede castigarse o reprimirse sino a través de los mecanismos establecidos legalmente, cuando una conducta se aparte de las normas.
La acepción que se le atribuía al término control, se definía como equivalente de acciones como inspeccionar, fiscalizar, examinar o comprobar. En la doctrina y dentro del campo administrativo, el control se consideraba como la actividad de utilizar información para compararla con patrones determinados a fin de localizar oportunidades para tomar decisiones.3
El control se debe caracterizar por su capacidad para transformar una situación tomando los datos del pasado próximo y del presente, debe tener la fuerza necesaria para encarar las acciones de futuro. El control no puede quedar en detectar el error o la irregularidad, también debe señalar los aspectos positivos y fundamentalmente: producir acciones tendientes a la mejora del sistema. El control puede recaer indistintamente sobre los resultados obtenidos en el ejercicio de cualquier otra función, proporcionando información de base para programar, organizar, mandar o coordinar en lo sucesivo. En resumen, el control de hoy tiene efectos en el futuro.
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