Participación De Trabajadores Y Cooperativas De Producción

Participación de Trabajadores y Cooperativas de Producción

Es posible distinguir dos argumentos principales relacionados con el papel que podrían jugar los ambientes de trabajo participativo para favorecer la participación efectiva de los trabajadores en la toma de decisiones.

El primero, indica que participar en la toma de decisiones sólo es eficaz si los trabajadores tienen acceso a la propiedad de los medios de producción. El segundo argumento sostiene que los trabajadores pueden participar eficazmente en la toma de decisiones en et ambiente de trabajo simplemente porque es su lugar de trabajo.

Este último está relacionado con una visión de "inversión" del esfuerzo humano, según lo cual los derechos a participar se derivarían más o menos directamente de la inversión de las vidas y/o el dinero de los trabajadores, y no necesariamente porque la participación sea un medio para romper con las desigualdades socioeconómicas.

En aquellas organizaciones productivas donde la participación de trabajadores toma lugar porque es considerada un derecho derivado del trabajo en sí mismo, pero sin acceso a la propiedad de los medios de producción, participación no es una garantía de democracia en et lugar de trabajo. En este contexto, el desarrollo de trabajadores dentro de las CP se convierte en un asunto de importancia política cuya implementaci6n supone una re-definición de las relaciones sociales en el trabajo.

En este sentido, las Cooperativas de Producción (CP) representan; teóricamente, una de las pocas formas de organización para la producción de comunidades de base, sustentadas en un enfoque participativo del papel del colectivo de trabajo con posesión real de los medios de producción por los trabajadores. La participación de trabajadores en las CP se la ve como estando construida sobre un conjunto distinto de relaciones entre los trabajadores y sus condiciones materiales de producción, de aquellas que se encuentran en organizaciones de propiedad privadas.

Uno de los modelos más frecuentes de participación de trabajadores adoptado por las CP toma lugar a través de tres cuerpos organizacionales. Primero, la Asamblea General es el marco colectivo principal para la toma de decisiones, donde todos los miembros participan de acuerdo al criterio de un individuo, un voto. En la Asamblea General, los trabajadores toman decisiones democráticas sobre asuntos económicos y administrativos generales respecto al funcionamiento de las CP, así como sobre procedimientos y actividades que afectan la admisión de nuevos miembros, la distribución de ganancias, la organización del trabajo y la producción, la comercialización, los mecanismos para la educación, y las relaciones públicas. Segundo, el Consejo Administrativo (un cuerpo de representantes elegido democráticamente), se desempeña como el brazo ejecutivo de la Asamblea General. Este, está generalmente compuesto de un número reducido de miembros que sirve en nombre de los trabajadores por un período fijo de tiempo. Sus funciones principales son en tres áreas: organización del trabajo y la producción, actividades contables y financieras, y educación y relaciones públicas. Tercero, el Consejo de Vigilancia, (formado por representantes elegidos) asegura el respeto y cumplimiento de las decisiones colectivas, y protege a la organización de influencias externas que puedan afectar negativamente su estabilidad económica y/o política. En muchos casos este Consejo tiene poder de veto sobre el Consejo Administrativo y sobre otros organismos de la cooperativa, lo que le permite llevar a cabo las decisiones del colectivo de trabajadores. Además de estos cuerpos principales, pueden existir varios otros comités para fines especiales, de acuerdo a decisiones adoptadas por cada Asamblea General (Balay, E., 1967; Espinoza, I., n/d; Garcia, A., 1976; Herrera, F., n/d; OAS, 1972).

En la práctica, hay dos puntos principales de interés que son necesarios mencionar brevemente en relación a la participación de trabajadores en el lugar de trabajo en sociedades subdesarrolladas. Primero, el modelo de desarrollo en sociedades dependientes crea un ambiente en el cual organizaciones tales como las CP operan bajo condiciones de competencia en la economía nacional que no son iguales a las experimentadas por las firmas privadas (Pasará, L. y Santistevan, J., 1973:127-42).

Esta situación afecta negativamente la capacidad de expansión de las CP en términos de tamaño y tipo de producción, la cantidad de sus bienes de capital, su capacidad de desarrollo tecnológico, y su organización interna. La confluencia de estos factores resulta en la existencia de CP que, comparativamente, apenas pueden desempeñarse dentro de las normas de eficiencia necesarias para competir con firmas privadas (Vanek, J. y Espinoza, J., 1972). En segundo lugar, una de las ventajas principales de las CP en términos de participación de trabajadores en la toma de decisiones es su efecto potencial en et desarrollo de las actitudes críticas de los trabajadores hacia et sistema socio-político.

Sin embargo, incluso en marcos participativos tales como las CP, el impacto de la participación sobre el desarrollo personal y la conciencia política de los trabajadores, puede ser obstruido por las condiciones en las cuales estas organizaciones existen, incluso si las CP se desempeñan con altos niveles de eficiencia (Bradley, K. y Gelb, A., 1982).

Cooperativas de Producción como Unidades Económicas

De acuerdo a la interpretación de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT, 1965) una cooperativa es una asociación de personas que se juntan voluntariamente para lograr un fin económico común a través de una organización de trabajo controlada democráticamente. Generalmente existen tres características que se identifican con organizaciones cooperativas: asociación voluntaria, participación democrática, y el propósito de mejorar el bienestar económico de sus miembros incluyendo los principios de dividendos por ventas e interés limitado sobre capital. Estos aspectos han sido utilizados de diversas formas por agencias internacionales, reformistas sociales, y por grupos de desarrollo comunitario que argumentan en favor del potencial económico de las cooperativas en sociedades subdesarrolladas. Así, por ejemplo, las cooperativas de consumo han sido promovidas por muchos países para proveer comestibles y bienes de consumo básicos a bajo costo. Las cooperativas de ahorro y crédito también han sido promovidas como una manera de estimular a la gente a ahorrar y facilitar el obtener créditos. Asimismo, las cooperativas de vivienda, ampliamente extendidas en muchos países, han sido promovidas como un medio por et cual las personas pueden obtener viviendas de bajo costo, especialmente en áreas urbanas marginales.

Las cooperativas

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