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QUE ESTATUS SE DA AL ERROR EN LA ESCUELA?


Enviado por   •  13 de Mayo de 2013  •  Práctica o problema  •  1.049 Palabras (5 Páginas)  •  649 Visitas

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¿QUE ESTATUS SE DA AL ERROR EN LA ESCUELA?

Todo educador sueña con un mundo ideal donde lo que aprenden de los alumnos es el sosegado reflejo de lo que se les enseña.

La situación empeora porque se sueña con una escuela copia de la ciencia. Cada vez se ve menos a la ciencia como el resultado de sucesivas "victorias" de la verdad sobre el error, y más como la construcción y utilización de modelos sucesivos.

Como dice Edgar Morin, conviene mostrar siempre lo relativo de un conocimiento, su dependencia del observador y de las condiciones de la observación, y no olvidar un poco de sabiduría en un campo puede pagarse con un poco de ignorancia en otro.

"La cinta transportadora de los conocimientos"

Esta espontanea aversión al error y el rechazo didáctico que de ella se desprende, es propia de una determinada representación del acto de aprender, representación muy extendida entre los enseñantes, los padres y el sentido común.

¿Adquisiciones "naturales"?

Si el profesor explica bien, si lleva un buen ritmo, si elige bien los ejemplos y, por supuesto, si los alumnos están atentos y motivados, no debería normalmente haber errores.

Como si ver y hacer llevaran naturalmente a adquisiciones, sobre las que basar, a priori y sin desconfianza alguna, nuevos aprendizajes.

Mito naturalista, método según el cual se puede establecer un paralelismo término a término entre el proceso del descubrimiento científico (en el investigador) y el método inductivo de adquisición de conocimientos (por el alumno).

Los aprendizajes son descubrimientos tranquilos, cómodos, sin aventuras, sin sobresaltos, ni pasiones.

Los errores como "fallos" del aprendizaje

Los errores sólo pueden ser "fallos" de un sistema que no ha funcionado correctamente, fallos que hay que castigar. Hay muchas maneras convergentes en que se traduce:

La primera es el "síndrome del rotulador rojo". En el mismo momento en que se percibe un error, el reflejo casi pavloviano es su subrayar, tachar, materializar la falta en el cuaderno o en el control.

La segunda percepción, más íntima y penosa, es que los errores de los alumnos hacen que los profesores duden de sí mismos y que piensen en lo ineficaz de la enseñanza impartida.

Una tercera percepción es el vértigo que se siente ante la idea de sumergirse en la mente delos alumnos.

La doble negación del error

Se puede comprender que, frente a una situación tan poco reconfortante, los enseñantes eviten en lo posible cruzarse con el error en su camino. Cuando a pesar de todo y a su pesar se lo encuentran, pueden reaccionar siguiendo dos actitudes simétricas:

-Bien con el castigo

-Bien por medio del esfuerzo de replanteamiento de la programación.

Los modelos subyacentes

El estatus didáctico que se da al error es un buen indicador del modelo pedagógico utilizado en la clase. Hay dos modelos que subyacen: el primero es el modelo transmisivo, en el que el alumno que ha cometido un error "ha fallado". En el segundo modelo, al que podemos denominar comporta mentalista, el error adquiere un aspecto distinto.

La idea es que siempre es posible hacer aprender algo (tanto al niño como al animal), por complejo que sea; con la concisión de descomponer su complejidad en etapas elementales, tan reducidas como sea necesario, reforzando positivamente cada adquisición parcial con recompensas y no con castigo.

El problema del conductismo es que nada garantiza que el comportamiento

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