SOCIODRAMA: NEGOCIACIÓN COLABORATIVA

SOCIODRAMA: NEGOCIACIÓN COLABORATIVA

 En este sociodrama se encuentran los siguientes personajes:

1. Narrador (Representado por Yarisamar Arias Campillo).
2. Aidé “vecina y esposa de Don Julio”  (Representado por Tania Yudit Méndez Barenca).
3. Don Julio “vecino y esposo de Aidé” (Representado por Wilbert Oseas Olivera Molina).
4. Kuky “vecina y contraparte de la negociación” (Representado por Celia Orozco Gijón).

Descripción detallada del conflicto:

Cuando finalizó la construcción de su casa, Don Antonio plantó cuatro arbolitos, en la vereda, los cuales se vieron crecer poco a poco.

Como era costumbre en los pueblos de campo, durante el verano, se sentaban a charlar, debajo de los ya crecidos árboles. Al respecto, resultaba extraña, la forma en que en los últimos años, Don Antonio los hacía podar, les cortaban todas sus ramas, dejando prácticamente el tronco pelado, esto hacía que en el verano siguiente, disminuyera sustancialmente la tan apreciada sombra. Kuky protestaba e increpaba permanentemente a su padre por este hecho, pero Don Antonio nunca les dió una explicación lógica sobre porque lo hacía.

Me voy a referir ahora al tema puntual que desencadenó el conflicto, los arboles; esta clase de plantas, de hojas perennes, tenían la particularidad de no perder su follaje en ninguna época del año, pero en cambio, lo renovaban permanentemente, es decir que siempre caían hojas al piso. Un agravante a este inconveniente, fue que los vientos predominantes soplaban hacia la vereda de la vecina, lo cual motivaba a que Kuky saliera a cada rato con la escoba, a barrer las hojas.

Kuky, previendo que en cualquier momento se produciría algún problema, salía temprano por la mañana, tratando de adelantársele a Aidé y barría las hojas, incluso las que se encontraban en la vereda de la vecina.

Finalmente, un día Kuky recibió  una queja formal de parte de Aidé, con respecto al tema de las hojas,'” Algo vamos a tener que hacer con los arboles”, dijo la vecina, "... cuando estaba vivo Don Antonio esto no pasaba"; en ese instante, se dio cuenta de porque su papá podaba los arboles de la manera que lo hacía, evidentemente, para no tener problemas con los vecinos.

Kuky le prometió a su vecina Aidé, que buscaría alguna solución al problema y ese año hizo podar las plantas, por supuesto no de la manera en que lo hacía Don Antonio. A pesar de ello, le pareció haber logrado aquietar las aguas, a través de ese gesto de buena voluntad, dado que las quejas cesaron por un tiempo.

Un día se desató un fuerte ventarrón y la vereda quedó alfombrada de hojas, rápidamente salió toda la familia a juntarlas, pero la vecina se les había adelantado y estaba furiosa, agitando la escoba con verdadero entusiasmo.

A Kuky, le empezó a molestar la postura hostil de Aidé, la que en una actitud cada vez más agresiva, salía a barrer las hojas, varias veces al día, aunque fueran dos o tres, el objetivo era demostrarles cuanto le molestaban los árboles y sus malditas hojas.

No solamente salía a barrer, sino que mientras lo hacía, profería en voz alta todo tipo de insultos, suponiendo que detrás de alguna ventana alguien la estaría escuchando, muchas veces lo lograba.

Esta situación provocó de parte de la familia, un profundo rechazo hacia la vecina, lo cual motivó que ninguno, incluido el esposo de Kuky, la saludaran más; hasta este momento Don Julio y su hijo, su amigo de la infancia, se habían mantenido al margen del conflicto.

La relación de la familia con la vecina Aidé se puso cada vez más tirante, no solamente barría e insultaba, sino que ahora juntaba las hojas y las amontonaba frente a la puerta de salida de la casa de Kuky. A la que le pareció que la situación había llegado a un punto de no retorno y penso que debía tomar cartas en el asunto.

DIALOGO DE LA NEGOCIACIÓN  COLABORATIVA CON LOS VECINOS:

NARRADOR (YARISAMAR):  Desorientada y abatida por el problema, Kuky decidió "tomar el toro por las astas" y negociar con sus vecinos Don Julio y Aidé; lo único que intuía era que debía acercarse y dialogar para que entre las dos partes, apelando a la relación que siempre nos había unido, le buscaran una solución al conflicto.

Sin saber cómo le haría concurrió a su casa, la charla comenzó muy amigablemente ya que ellos se pusieron muy contentos debido a  que su actitud era cooperativa, no me quedaba otro remedio. Comenzó la apertura de la negociación y surgieron los temas de siempre, las travesuras de chicos, los campamentos con el hijo, en fin, todos aquellos recuerdos que nos unían afectivamente y que nos impulsaban a ambas partes, a buscar una solución amigable, acordada y equitativa.

PRIMERA NEGOCIACIÓN

El dialogo que se desarrolló durante la negociación fue el siguiente:

WILBERT (DON JULIO): Kuky, nos ha dado una profunda alegría que te hayas acercado a dialogar con nosotros, es mas pensábamos que en algún momento lo ibas a hacer, es bueno que hablemos porque se nos han ocurrido a Aidé y a mí,  algunas alternativas que queremos proponerte.

CELIA (KUKY): Bueno, la verdad es que me alegra que ustedes estén dispuestos a que acordemos alguna solución, yo me estaba sintiendo bastante incómoda con el nivel de escala a que habían llegado las cosas. Además, me alegra también que tengan algunas alternativas para proponerme, porque sinceramente, yo estoy bastante pobre de ideas.

TANIA (AIDÉ): A mí la verdad lo que me molestan son las hojas, pero lo que mas me molesta es que tu Kuky y tus hijos pasen y no me saluden.

CELIA (KUKY): Usted convendrá conmigo que su actitud no es muy amigable por cierto.

TANIA (AIDÉ): Si, reconozco que a veces estuve un poco agresiva, pero yo hablé en muchas oportunidades con ustedes por el problema de las hojas y nunca se solucionó.

CELIA (KUKY): Lo que pasa es que la solución que usted interpreta del problema es cortar los árboles y usted sabe, porque yo se lo dije, que esos arboles no los puedo cortar, en primer término porque no son míos, los plantó mi papá, y en segundo lugar, cumplen una función específica que es la de brindar sombra en verano.

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