Un dia en la escuela secundaria

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Escuela Normal Superior del Estado de Coahuila

Estrategias para el estudio y la comunicación II

Maestro: Filiberto Padilla Ríos

Pre-ensayo: “Un día en la escuela secundaria”

Cinthia Berenice Regino Martínez

Segundo semestre: Inglés

25 de marzo de 2016

Índice

Introducción………………………………………………………………….3

Desarrollo ……………………………………………………………………4

Conclusión………………………………………………………………..…7

Bibliografía…………………………………………………………………..8

Un día en la escuela secundaria.

Introducción:

Realizar vistas de observación a la escuela secundaria es de mucho beneficio para el estudiante normalista pues le permite tener un acercamiento al trabajo escolar y una previa visión sobre las funciones que estará desempeñando en un futuro.

Debido a que el trabajo del maestro es de los más importantes para el país, sino es que el más, es indispensable que el docente tenga una excelente preparación que le permita desempeñar su trabajo de una manera benéfica para la sociedad y para el desarrollo de México. Experiencias como éstas aportarán al estudiante detalles sobre las necesidades que se presentan en las escuelas y lo ayudarán a actuar en consecuencia mejorando sus habilidades y capacidades.

En estas ocasiones también podemos percibir las formas de enseñanza del maestro, las estrategias que utiliza, las actitudes que muestra, el trabajo que realiza, las situaciones a las que se enfrenta, su relación con el adolescente, entre otros aspectos, los cuales describiré durante el presente ensayo.

También señalaré las características que noté en los adolescentes, como su comportamiento, desempeño en clase, interés en las asignaturas, etcétera.

La información que presento a continuación está basada en la visita que realicé a la Escuela Secundaria “Profesor Federico Berrueto Ramón” en Saltillo, Coahuila del día 29 de febrero al 4 de marzo de 2016. Asimismo comparo lo observado con las opiniones e investigaciones de diversos autores con experiencia en el tema.

Desarrollo:

Durante la etapa de la secundaria la manera de transmitir enseñanzas debe adaptarse a las necesidades del alumno, pues no todos adquieren aprendizajes de la misma manera. En lo que a esto se refiere entran en juego las pedagogías de uso común, y según lo que pude observar el modelo de enseñanza que más se utiliza entre los maestros de esta secundaria es el de exposición didáctica (Bruner, 1997).

La maestra de matemáticas, formación cívica, español, inglés, y biología utilizaron este modelo en el que ellas estaban al frente o en el pizarrón explicando un tema y, algunos de los alumnos, prestaban atención y tomaban apuntes, sin embargo muchas veces la falta de interés era notoria, pues gran parte del grupo se distraía, platicaba y no prestaba atención,  también a la hora de realizar actividades relacionadas con el tema surgían dudas pues no entendían lo que iban a hacer ni los conceptos que previamente se habían explicado. Por otra parte, el maestro de historia buscaba que el alumno construyera su propio conocimiento pues, encargaba tareas como el visitar museos y realizar investigaciones para después compartirlas y exponerlas a los compañeros y llegar a un conocimiento común construido por todos.

El  maestro también tiene que enfrentarse a diversas situaciones que influyen en el trabajo que desempeña, por ejemplo, pude darme cuenta que las clases son algo apresuradas,  debido al horario de invierno las clases duran solo 40 minutos y no todo el tiempo se utiliza de manera efectiva para impartir la clase pues se realizan otro tipo de actividades como pasar lista, revisar cuadernos, poner orden, entre otros.

Por ejemplo, en la clase de Formación cívica y ética la maestra dedicó alrededor de 15 minutos a poner orden entre los alumnos pues tenía que pasarlos al salón, lograr que guardaran silencio y dividir al grupo entre los que iban a presentar examen de recuperación y los que no; después pidió a los jóvenes que realizaran la portada del bloque mientras sus compañeros presentaban el examen,  para la actividad y al examen empleó el resto de la hora clase, la maestra pasó lista mientras los alumnos “trabajaban”, pues la mayoría estaba jugando, platicando, haciendo ruido, incluso los que presentaban examen. Durante esta clase se pudo apreciar cómo los 40 minutos no fueron aprovechados al máximo para la enseñanza. Una posible explicación a esta situación es que en las escuelas secundarias predomina una gestión escolar cuya orientación es de tipo administrativo, y que, a partir de ella, se generan necesidades como el control de asistencia, y el registro periódico de calificaciones en cuadros de concentración, dejando de lado la enseñanza y una evaluación formativa que no solo resuelva la acreditación de los alumnos (Mayorga, 1999)

Las actitudes de los maestros con los adolescentes pude relacionarlas con las tentaciones de las que nos habla Jorge Valencia (1996). Hitler: Al entrar la maestra de historia todo el grupo guardó silencio, pues a gritos lo exigió, si alguien se levantaba de su lugar le mandaba a poner un reporte, si alguien hablaba le gritaba que se callara, todos debían estar en silencio realizando la actividad que había puesto. El abuelo: Durante la clase de la maestra de español noté como desde su escritorio daba indicaciones a los alumnos y trataba de poner orden, sin lograrlo, no obstante no se esforzó por lograrlo, les pedía las cosas con una voz calmada, la cual era ignorada la mayor parte del tiempo por los alumnos; puso un trabajo en el pizarrón y espero a que se terminara la clase, casi nadie trabajó, se la pasaron platicando, jugando y saliéndose del salón. El cuatacho: Esta actitud predominó en el maestro de historia que, aunque su clase fue la que más participación exigía por parte del alumno en cuanto a la construcción de conocimientos, permitía que el alumno lo tratara como a un igual, burlándose de lo que decía, interrumpiéndolo, ignorándolo, mientras que él les seguía la corriente y jugueteaba con ellos.

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