Uso Del Cuaderno En Nivel Inicial
Enviado por verivera • 7 de Julio de 2013 • 2.018 Palabras (9 Páginas) • 910 Visitas
Artículos Revista Amauta Nº 3
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El educador infantil y el uso del cuaderno como práctica cada vez más generalizada en el jardín
Liliana Noemí Sosa
Profesora en Pedagogía
Profesora del Instituto de Perfeccionamiento
Docente de la Provincia
Docente-Investigadora del Nivel Terciario de la
Escuela Normal J. B. Alberdi
Una de las tareas a abordar, luego de participar de la última, Conferencia sobre el Educador Infantil (Octubre 1999 CONCEP), sería trazar algunas consideraciones que nos ayuden a conformar un rol actualizado del educador infantil. Pensar en él nos enfrenta al desafío de erradicar la desactualizada idea de que la cuestión pasa por "cuida niños", para centrar nuestra reflexión sobre las condiciones que debe reunir un calificado profesional preescolar. ¿Y qué significa ser un profesional con estas características?
No se trata de alguien que trabaja solamente
para percibir un salario -requisito previo totalmente justo que hace a la profesionalización- sino de un colega que sintetice en sí un actuar comprometido y responsable de tal manera que socialmente se resignifique y valore el ejercicio de su rol, a partir de una oferta pedagógica de calidad. Acción que posibilitará a los niños apropiarse de los conocimientos necesarios, para que paulatinamente puedan insertarse en la realidad que les toca vivir y se preparen para -a partir de la reconstrucción de conocimientos- ingresar en el futuro al mundo laboral asumiendo un rol protagónico de agente de cambio social.
Así, en adhesión a Cristina de Denies, en el tratamiento que hace respecto al rol docente, los rasgos característicos del educador infantil pueden ser analizados desde dimensiones que no tienen carácter excluyente, sino complementario, que son las siguientes:
Dimensión sociopolítica: que tiene que ver no con la filiación a algún partido político, sino a la consecución de valores tendientes a mejorar las demandas y/o aspiraciones de la sociedad en que vivimos.
Dimensión psicosocial: relacionada fundamentalmente al modelo y capacidad del docente de establecer vínculos comunicacionales, no sólo con sus alumnos, sino también con sus pares
docentes, autoridades, padres y otros miembros de la comunidad.
Dimensión pedagógica: relacionada no sólo a la calidad de la formación inicial del educador, sino también a la capacitación y actualización permanentes, que les darán la posibilidad de preparar su oferta pedagógica desde una posición responsable, crítica, reflexiva y comprometida con los fundamentos científicos, filosóficos y pedagógicos
que enmarcan la acción educativa.
Dimensión personal: relacionada fundamentalmente a la madurez, autonomía y compromiso con la realidad sociocultural que imprima a su actuar la evidencia del necesario equilibrio emocional.
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Así, el educador infantil para la escuela del tercer milenio debería ser una persona comprometida con la consecución de dos valores éticos
fundamentales: la libertad y la equidad. Desde tal perspectiva, un primer aporte para el debate sería vislumbrar un docente capaz de:
* Asumir críticamente el compromiso de educar, siendo consciente de que si bien la educación está condicionada por variables socioeconómicas, también desde la calidad de su oferta y de cómo la materialice, puede operar cambios.
* Aceptar y respetar diferencias individuales en los niños contemplando la diversidad de normas, creencias y costumbres sin asumir actitudes discriminatorias.
*Trabajar complementariamente con la familia de los niños, generando espacios que estimule a los padres a ser colaboradores y no supervisores de la acción docente.
*Establecer relaciones interpersonales positivas no sólo con los niños, sino también con colegas, directivos, padres y miembros de la comunidad.
*Abrir canales de comunicación enseñando a escuchar y a construir desde el disenso, cualquiera sea la realidad socio cultural que
contextualice su trabajo.
*No subestimar a los niños ni a los padres porque no tengan un nivel cultural estándar.
*Tomar decisiones fundamentadas con relación a las propuestas de intervención pedagógica.
*No olvidar que el protagonista de los aprendizajes es el niño, y desde aquí, escuchar y respetar sus propuestas de trabajo, sus inquietudes y curiosidades sobre distintos temas a conocer.
*Aceptar con humildad que no sabe todo, y consecuentemente ser capaz de crear espacios de reflexión e “investigación”, así como de construcción conjunta del conocimiento, tratando de integrar también a padres y/o miembros de la comunidad, si la temática a tratar así lo requiere. Respetar las decisiones del niño respecto a la participación o no
en distintos actos escolares. Esto es muy
importante porque aquellos docentes acostumbrados a no respetar a los mismos, no toman conciencia que están actuando como obstaculizadores del proceso de desarrollo moral del niño, que inicia su camino en este proceso de construcción desde una relación
heterónoma respecto al adulto a una moral autónoma. Apropiación que le va a permitir, el día de mañana, transformarse en un ser autónomo, crítico, reflexivo, capaz de “aprender a aprender". Esto, no sólo desde una situación puntual como puede ser un acto escolar, sino desde toda su propuesta pedagógica.
*De reconocer que el grosor de la carpeta (tanto la del docente como la del alumno, fundamentalmente) no es sinónimo de excelencia en el ejercicio de rol.
*Adecuar su propuesta pedagógica a las características y momentos evolutivos del niño, como así también al contexto donde trabaja, sin perder la perspectiva responsable de hacer conocer al mismo otras realidades, sin erigirse en aquel “que tiene el superpoder” para decidir qué pueden aprender y /o hacer sus educandos.
*Aceptar y reconocer la belleza de lo que
diseña y hace el niño para regalar, para decorar, en contraposición a lo que hace el docente en nombre de él.
*Visualizar la oferta pedagógica del Jardín de Infantes con un nivel propedéutico con respecto al Primer año de EGB.
Y desde lo personal, debe tender a ser un docente que manifieste fehacientemente un nivel de equilibrio emocional que demuestre madurez y capacidad de ejercer su rol.
Cómo abordar el uso del cuaderno
en el Jardín
Observando la realidad en muchas salas de 5 y 4 años de Jardín de Infantes en la provincia nos damos con que las docentes, a partir sobre todo de un mes determinado, setiembre, octubre, inician con los niños un trabajo sistemático de uso del cuaderno y/o libro
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