HISTORIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL

La seguridad social, en sus distintos regímenes en México, y el derecho administrativo se encuentran vinculados estrechamente, derivado de los actos administrativos emitidos por las instituciones de seguridad social y aquellas otras que controlan y otorgan beneficios a los gobernados como consecuencia de la protección de sus garantías individuales

En primer lugar, recordemos que la aparición del seguro social constituye la realización de un instrumento que permite armonizar las tensas relaciones entre trabajadores y empleadores. No es objeto del presente trabajo estudiar las posturas ideológicas construidas en torno al seguro social, fundamentales en su cimentación, sino destacar el papel que desarrolla en la consolidación de un nuevo estado de cosas como acicate y promotor del desarrollo social.

En este sentido, se podría decir que el seguro social replantea el obsoleto sistema de prestaciones patronales, también fruto de un trabajo pormenorizado, pero que, con el tiempo, perdió eficacia y fue determinante en la inseguridad de los trabajadores. La necesidad de ello surge de que no siempre hubo una racional apreciación, por parte del empleador, de las circunstancias del riesgo y las consecuencias de quien lo sufría en el plan obrero-patronal, cuya responsabilidad estaba sometida a las reglas de derecho civil, endilgando la carga de la prueba al trabajador, en razón a la teoría de la culpa. Prácticamente, el radio de acción ante la fatalidad se circunscribía a manifestaciones paternalistas o filantrópicas.

La primera acción, entonces, es crear un estatuto jurídico que proteja al trabajador, cuya normatividad, paulatinamente, vaya perfeccionando el campo de las prestaciones patronales, basado en la responsabilidad empresarial. El actual desarrollo deja ver debilidades que contribuyen aún más a la inseguridad del trabajador, como la desaparición de la empresa, la obstrucción del pago, la demora en la satisfacción de las necesidades, entre otras. Esta situación hace que se recurra al aseguramiento forzoso de esa responsabilidad (seguro de responsabilidad civil o seguro por cuenta ajena o a favor de un tercero), cuya ordenación propia lo convierte en seguro social como herramienta específica de protección.

En principio, el seguro social instituye un instrumento de previsión social que se realiza a través del aseguramiento por parte de los empleadores a favor de sus empleados, en virtud de la responsabilidad legal de aquéllos respecto de las posibles y previsibles necesidades sociales que puedan acaecerles a los trabajadores. En todo este perfeccionamiento, se siembra la semilla del espíritu de clase, pero, a la par, el Estado policía evoluciona al llamado Estado interventor (política, económica y socialmente), hecho que permitió a Alemania promover una legislación de seguro social en el año de 1883, establecida por Bismarck.

El estadista prusiano se planteó poner dique a la creciente marca de las ideas socialistas; estimó que las medidas económicas debían ir acompañadas de organizaciones médico-sociales y reconoció que la disminución o pérdida de la capacidad activa de la población repercutía desfavorablemente sobre la economía general, es decir, representaba un interés prioritario y social.

El enunciado cronológico expuesto se reflejó años más tarde en la organización de los seguros sociales latinoamericanos. Así, los seguros sociales fueron obligatorios, de origen legal, gestionados por entes públicos y dirigidos específicamente a proteger necesidades sociales derivadas de riesgos que perjudiquen a individuos determinados legalmente. Su formación, plagada de las dificultades propias de una disciplina en eclosión, explica la visión incompleta como sistema organizado del seguro social obligatorio. No existe un concepto claro de riesgo; se entiende que el seguro es un medio para reparar las pérdidas en dinero. Como consecuencia de la revolución ideológica y el progreso, se da a la luz de agitaciones sociales dirigidas a defender el derecho a la vida y la seguridad.

Estas circunstancias motivan soluciones primarias, como los sistemas de ahorro y los seguros voluntarios, que funcionan como sociedades libres u obligatorias, cuya mínima cobertura va impulsando la instauración de un sistema de seguro social obligatorio; de esta manera, se van perfilando sus fines:

Alemania crea tres sistemas, cuyo desarrollo cronológico es el siguiente:

- 1883: el seguro de enfermedad

- 1884: seguro de accidentes de trabajo

- 1889: el de vejez e invalidez

Con la segunda guerra mundial, se precisó un cambio hacia la concepción más amplia de seguridad social. Con base en los principios de universalidad y de unidad de la función confiada a la seguridad social y relacionada con el conjunto de la política económica y social. Esta nueva concepción recibió, en 1944, un fuerte impulso en el plano internacional con la declaración de Filadelfia y dos recomendaciones que adoptó la Conferencia Internacional del Trabajo. Las dos recomendaciones adoptadas al mismo tiempo se plantearon el problema de la seguridad social en su conjunto, en vez de considerar por separado las normas de indemnización de riesgos sociales como hacían los textos de antes de la guerra. Las recomendaciones a que hace referencia son la número 67 y la 69 de 1944; la primera creó un sistema de seguro social obligatorio que cubriera a todos los asalariados y a los trabajadores independientes, así como a personas a su carga y la recomendación 69 se refiere a la prestación de la asistencia médica a toda la población.

Este escenario generó un mecanismo de acción-reacción, precisamente orientado a combatir los estados de necesidad. Tenemos que éste es el primero de los derechos del hombre, pese a que su bautismo formal fue hacia la mitad del siglo XX, lo cual demuestra que las complejas situaciones jurídicas de la humanidad

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