Hábitos De Vida En Argentina
Enviado por JuanaMontes • 12 de Noviembre de 2013 • 3.483 Palabras (14 Páginas) • 416 Visitas
INTRODUCCION
Desde hace más de dos décadas ciertas enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer fueron las condiciones principales de causa de enfermedades y muerte, además del mayor gasto en salud. Resulta contradictorio y frustrante saber que conociendo las causas, los mecanismos fisiológicos involucrados, los tratamientos adecuados y contando con los recursos necesarios, dichas condiciones y sus consecuencias no han dejado de aumentar. Ahora bien, ¿Por qué sucede esto?
“Enfermedades Crónicas No Transmisibles”
Una de las razones es la suposición de que dichas enfermedades no son transmisibles. Claro está que la hipertensión, la obesidad o la diabetes no se transmiten por un microorganismo. Sin embargo, también es cierto que el crecimiento de estos problemas es un fenómeno que involucra modos más sutiles de instalación en el individuo y es dependiente de lo que sucede con sus pares y con la sociedad. Un ambiente plasmado de alguna de las enfermedades antes nombradas, debería comenzar a considerarse como parte del problema aceptando que las conductas se transmiten y por lo tanto admiten intervenciones destinadas a disminuir su propagación.
“Enfermedades Crónicas Prevenibles”
Otra de las razones es la prevención. La prevención es el argumento más mencionado como justificación de todas las intervenciones, pero a nivel individual se opone con la tendencia social a privilegiar la inmediatez debido a que los efectos de dicha acción no se miden en el corto plazo. Sin embargo, reforzar la esencia prevenible de estas enfermedades podría ser parte de la solución.
La tercera razón es la interacción, y lamentablemente aparece ausente en la mayoría de las intervenciones. Todos los hábitos que influyen en la salud, incluyendo la comida y el movimiento, trabajan a la par. La transversalidad de las acciones, su continuidad en el tiempo y su inserción en la educación tanto de niños como de adultos son los factores que deberían tenerse presentes en el diseño de todo acto de promoción de hábitos saludables. Estamos transitando de una era de enfermedades individuales hacia otra de enfermedades sociales.
Existen una serie de actores fuertemente comprometidos con la mejora de la situación de salud de la población. Ellos son:
• Los productores de alimentos: que no cesan de buscar nuevas alternativas para mejorar el perfil de sus productos sin desatender la demanda.
• Los agentes de salud: quienes se encuentran en contacto con la población en hospitales, escuelas, dispensario y diversas instituciones.
• Las autoridades que regulan a todos los sectores.
• Los comunicadores: que a través de múltiples medios transmiten los mensajes dentro de cada uno de los sectores, entre todos ellos y desde allí a la sociedad. Actualmente, el poder de la comunicación en el factor más importante para posibilitar una intervención. Los comunicadores aumentan el caudal de información aunque a veces de un modo desordenado y usando fuentes poco confiables.
Con el objetivo de revisar la situación específica de la Argentina, ampliaremos el panorama de dichos campos, comenzando por el estado nutricional, siguiendo con la actividad física y los hábitos culturales condicionantes, así como el rol de la comunicación, y concluiremos con la formulación de recomendaciones para la continuidad de las iniciativas en la prevención de las enfermedades crónicas.
ENFERMEDADES CRONICAS PREVENIBLES Y NUTRICION
Los hábitos alimentarios de los habitantes Argentinos han experimentado diferentes cambios a través del tiempo.
Sintetizando una línea del tiempo, podríamos explicar que los pueblos originarios se alimentaban principalmente de la caza y la pesca. Pero para el siglo XVI los españoles ya habían introducido los primero bovinos y ovinos. También comienza la siembra de trigo, vides y frutales. Para el siglo XVIII las verdulerías y carnicerías ya estaban instaladas en buenos Aires. También se inicia un servicio de “entrega a domicilio”, que distribuía leche ordeñada en el momento, masas dulces, alfajores, pastelitos, entre otros productos artesanales.
Desde el siglo XIX la principal comida hispano-criolla es la carne vacuna. El consumo de carne anual por habitante, en aquel momento, se encontraba en 180 Kg. El menú de la población urbana contenía alrededor de 1.500 Kcal por porción, y estaba compuesto por un plato principal de asado o puchero, frutas, postres, y vino. Si bien el pan no era considerado un “buen acompañamiento de las comidas” era un alimento que diferenciaba a las clases sociales. El pan blanco era para las clases altas y las bajas consumían el negro. Recién a partir de 1850 se extiende el consumo de pan blanco a toda la población.
A fines del siglo XIX, con las llegadas de los inmigrantes, comienza a ampliarse el hábito alimentario, aunque la carne continúa siendo el plato principal, pero compartiendo el plato con otros productos.
Los italianos introdujeron las pastas y también las variedades de vinos, mientras que los catalanes introdujeron el puchero a la española, reemplazando la gallina por carne de vaca y los garbanzos por porotos y maíz. Además incorporaron nuevos condimentos. Los valencianos, a su tiempo, lograron introducir la paella, las distintas variedades de arroces, maricos y mejillones saltados con tomate y pimiento.
Para el siglo XX, la alimentación había tomado una matiz más cosmopolita pero continuaba conservando la carne como plato principal, aunque su consumo por cápita había disminuido unos 100 Kg. La concurrencia a restaurantes, donde los platos se refinaban cada vez más, se volvió más frecuente.
En 1974, se instala el primer local de comidas rápidas en Argentina, Pumper Nic. Posteriormente hacen su aparición Mc. Donals en 1986 y Burger King en 1989, estos dos últimos se mantienen hasta la actualidad. Asimismo, aparecen los denominados “tenedores libres” que ofrecen la posibilidad de poder comer todo lo que uno quiera. Otro de los factores que colaboran con el cambio de hábitos alimentarios, es la aparición de los servicios de entrega a domicilio de los locales de comidas rápidas, para fines del siglo XX.
También cobra una gran importancia la cantidad cada vez mayor de mujeres que trabajan fuera de su hogar, teniendo un tiempo de permanencia menor en sus casad, lo cual ha producido que tengan que optar por alimentos de preparación mas rápida y no siempre saludables como así también que carezcan del tiempo suficiente como para poder realizar una planificación alimentaria correcta y adecuada. Otra modificación importante ha sido la introducción de gaseosas o jugos artificiales junto a alfajores o galletitas
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