Impuesto Específico De Las Bencinas En Chile

Impuesto específico de las bencinas en Chile

Costos versus bienestar

Introducción a la Economía – Sección 2 – Stefany Salgado Abramovich

Impuesto específico de las bencinas en Chile

El impuesto específico a los combustibles se estableció en 1986, con el objetivo de financiar la reconstrucción del país tras el daño generado por la destrucción de los caminos en que circulan los vehículos debido al terremoto de marzo de 1985.

Hoy en día, el impuesto específico a los combustibles sigue vigente, provocando un debate entre la población; por un lado, son evaluados los beneficios que nos puede seguir generando el impuesto antes nombrado pero que fue aplicado con otras intenciones, y del otro lado, los efectos negativos que genera debido al alza del combustible, catalogada por muchos como injusta. Esta medida que recauda millones para el Fisco, es justificada principalmente como una herramienta de financiamiento de obras públicas.

La gasolina al ser un bien con sustitutos tan poco desarrollados en nuestro país y prácticamente obligatorio para los que se trasladan de manera privada en su automóvil, hace que el cobro de este impuesto genere un ingreso al estado.

Dicho lo anterior y analizando la actualidad, las carreteras y las rutas por las que transitamos ya no son controladas por el Estado. Estas, son concesionadas y dentro de los contratos establecidos con las respectivas empresas controladoras, está normado que ellas son las encargadas de mantener en buen estado y reparar dichas rutas, debido a que constantemente estamos pagando el precio de ese beneficio mediante el cobro de peajes.

Los últimos gobiernos, tanto de la Concertación como el actual, no han manifestado la intención de cambiar la situación respecto al Impuesto Específico. No ha habido voluntad para eliminar el impuesto, principalmente por el eventual aporte que genera éste a los programas sociales

Durante las últimas semanas, el ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick, manifiesto la posición y decisión del Ejecutivo respecto al tema:

“Es un impuesto que recauda en forma muy importante y lo necesitamos. Además, aporta al financiamiento de la Ley de Presupuesto”

El precio final al cual la gente compra la gasolina, se descompone así: al valor que entrega ENAP, se le agrega el impuesto específico, el margen del distribuidor y el IVA. El resultado de aquello, es el precio que vemos en las pizarras de cada bencinera.

El impuesto específico y el IVA son aproximadamente el 42% del precio que cada persona paga por cada litro de combustible, donde, haciendo una aproximación general, el 31% corresponde sólo al impuesto específico.

Si miramos la distribución de automóviles según sectores y lo relacionamos a sus ingresos, podemos analizar que por ejemplo, en comunas como Vitacura, donde la mayoría de sus habitantes recibe altos ingresos, el 82% de la población posee un automóvil, en contraste con comunas como La Pintana, donde las cifras dan a conocer que 3 de cada 100 personas posee un auto.

Si hacemos un análisis por hogares, el 27% de los hogares posee un automóvil; sin embargo, de la cifra antes mencionada, un 70% corresponde a familias pertenecientes a los dos quintiles de ingresos

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